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miércoles, 16 de junio de 2010

110 PÍLDORAS

Guión: Roberto Raviola (Magnus)

Dibujo:
Roberto Raviola (Magnus)

Editorial: Ponent Mon

Formato: Álbum Cartoné. 48 Páginas

Precio: 16€

Calificación: 7/10

Teniendo en cuenta que, como ya he comentado alguna que otra vez, mi interés por los cómics cobro forma de coleccionismo en plena adolescencia, sería lógico pensar que en esa etapa en la que las hormonas están a flor de piel y el setenta por ciento del tiempo uno lo pasa pensando en el sexo hubiera caído en las redes del tebeo erótico/pornográfico de la mano de alguna de las revistas que por entonces se editaban. Pero lo cierto es que ya desde entonces me pareció una soberana estupidez gastarse el dinero en pornografía aviñetada cuando la práctica onanística se podía llevar a cabo con imágenes en movimiento de gente de carne y hueso. Es por ello que no ha sido hasta muchos años después cuando, no es que me haya empezado a interesar el tebeo de "guarrerías", sino que no me haya importado que algún título figure en mi tebeoteca. Así, en los últimos tiempos, títulos como Primeras Veces, la magistral Lost Girls u Omaha, han pasado a formar parte de la colección, abriendo miras a captar las posibles obras que, perteneciendo al género, sean capaces de aportar algo más.

Como quiera que la había visto recomendada en ciertos rincones de la red, 110 Píldoras captó mi atención (y no, no fueron esos pechos desafiando la ley de la gravedad) y, lanzándome al vacío, ya que el álbum venía retractilado por motivos obvios, me decidí a comprarlo. Y no es que me arrepienta, pero si algo pone en evidencia la lectura de esta historia, es que, sea del género que sea (y muestre los desnudos y posturas sexuales que quiera) un cómic sin guión, es un ente vacío de interés.

Basado en un relato oriental con una gran carga aleccionante en cuanto a los excesos (sean estos del tipo que sean), el trabajo de Magnus para con 110 Píldoras es de desigual talante: sus dibujos son maravillosos, su guión no pasa de la mera anécdota. Centrándonos en el primero y dejando a un lado el que venga o no adaptado de un relato ya existente, hay que lamentar que el argumento del volumen sea tan repetitivo ya que, al margen de mostrarnos desaforadas prácticas sexuales de toda índole, orgías y la libertina vida de un hombre preocupado tan sólo por los placeres terrenales, poco o nada tiene que ofrecer cuando uno acaba la lectura y reflexiona brevemente sobre lo que ha contemplado, quedando un poso poco sólido que no encuentra sustento en la más que obvia moralina.

Ahora bien, si al desarrollo de la historia se le pueden poner todas las pegas que uno quiera y más, nada negativo hay que achacarle a un dibujo maravilloso que no sólo lo es por la voluptuosa belleza de las féminas que por sus páginas pululan, sino por el gusto por el detalle y la fina y exquisita concreción aviñetada de la que hace gala el fallecido artista italiano: ya desde la primera página se observa la cuidada labor de ambientación con la que Magnus reviste el cómic, una labor que lo lleva al paroxismo por el detalle pero sin perder de vista la facilidad en la lectura, o lo que es lo mismo, sus viñetas no son barrocas pero si precisas en la información histórica que ofrecen. El resultado es, haciendo un simil facilón con la temática del volumen, una orgía visual magnífica, que deja al lector al borde de un orgasmo que, lamentablemente, nunca llega por mor de ese guión-interruptus.

Sergio Benítez (379)

miércoles, 5 de mayo de 2010

UN ZOO EN INVIERNO

Guión: Jiro Taniguchi

Dibujo: Jiro Taniguchi

Editorial: Ponent Mon

Formato: Tomos rústica 232 Páginas

Precio: 16 €

Calificación: 9/10



Recuerdo aún el momento como si fuera ayer pese a haber trascurrido ya unos cuantos años. De esos momentos mágicos que el mundo de los tebeos nos regala y que uno atesora en su interior, cual recuerdo placentero.


Os cuento: estaba yo en la biblioteca de mi ciudad, cuando ví que habían traído unos nuevos comics, esta vez mangas japoneses, género del que apenas había leído unos cuantos títulos. Como eran dos números, me lleve el primero solamente, por si no me gustaba. Por la noche empezé a leerlo en mi cama y a la mitad del mismo, con unas incipientes lágrimas resbalándome por los ojos, deje de leerlo y cerré el tebeo en estado de shock. No quería seguir leyendo, lo quería para mí. Como al día siguiente viajaba a Valencia, decidí que me los iba a comprar y ya de mi propiedad degustarlos lentamente.


Me he tenido siempre por un tipo duro pero este autor mangaka con su sensibilidad derrumbó todo mi facha y mi porte de jinete pálido que siempre he cultivado.


Estoy hablando, naturalmente de Barrio Lejano de Jiro Taniguchi, del que ahora Ponent Mon acaba de editar Un Zoo en Invierno, comic enmarcado en la corriente de autobiografías de los propios autores que tan de moda se están poniendo.


En el asistimos a los inicios de Hamaguchi, alter ego del propio autor, trabajando en una fabrica de textiles, lo que realmente, como podemos suponer, no es su vocación sino dibujar claro esta. En esta primera etapa vemos como asiste al problema ajeno de la hija de su jefe, cuestión que ya empieza a forjar la personalidad de este joven japonés. Después, sin consultar con su familia, vemos como aprovecha la oportunidad de trabajar en Tokyo de ayudante en la oficina de un dibujante de manga donde tienen que trabajar como burros pero con la salvedad que ya lo hacen a gusto, y aquí es donde el tebeo se redondea, mostrándonos el duro mundo del aprendizaje y el descubrimiento de la vida para un chaval de 18 o 20 años. Pero la verdadera columna vertebral del tebeo, es ella, una chica enferma, que fue la que de verdad le enseño a disfrutar dibujando manga, le descubrió la felicidad de la creación y la felicidad de los instantes. Todo esto en manos de Taniguchi san destila una delicadeza y una elegancia sublime. Real y sinceramente los tebeos de este autor hay que leerlos y descubrirlos, las criticas y recomicdaciones las hacemos para darlo a conocer y por nuestro afán de querer comentar todo pero este autor, del que desconozco obra mala, hay que leerlo lentamente. Sus obras podrán gustar más o menos, por la temática sobre todo, como son los de La época de Botchan, históricos, o los versados en alpinismo y naturaleza o alguno más atípico y peculiar como es El caminante pero lo que son malos o pésimos, yo, lector asiduo, no conozco ni uno. Eso dice mucho de un autor, inconmensurable, honrado y honesto, con un dibujo preciosista y detallista, elegante, calmado, rara avis en su gremio y en su país, venerado en Europa; no obstante acaba de salir un comic suyo con Morvan el guionista de Estela y Spirou y tiene otro pendiente de editar aquí con Moebius.


Lo dicho, Un zoo en Invierno no llega a las cotas de Barrio Lejano o El almanaque de mi padre pero guarda dentro toda mano mágica y sanadora que este genial autor es capaz de darnos con su interpretación de los sentimientos a través de bellas viñetas.


Toni (26)

jueves, 7 de enero de 2010

El VIAJERO de la TUNDRA

Guión: Jiro Taniguchi

Dibujo: Jiro Taniguchi

Editorial: Ponent Mon

Formato: Libro Rústica. 250 Páginas

Precio: 16€

Calificación: 8.5/10


Primera reseña del año y no podía empezar con otra cosa que no fuera una obra especial y esta lo es, al menos para mi. Hace tiempo, cuando creía que el manga se fundamentaba en niñatos con superpoderes que se liaban a ostias para salvar el mundo (o por que sí) o centradas en niñatas (con o sin superpoderes) y sus historias amoroso-empalagosas, acabe encontrándome con algo que me hizo cambiar de opinión. Encontré al Viajero de la tundra.

El volumen es una recopilación de seis historias cortas cuyo autor completo es uno de los mejores mangakas que (en mi opinión) se pueden leer en la actualidad: Jiro Taniguchi. Después de leer varias obras suyas uno se puede hacer una idea de lo que este autor suele ofrecer en sus mangas, un acercamiento a la naturaleza y el mundo animal y la relación del ser humano con éste y consigo mismo. En las seis historias que completan este tomo encontramos muestras de todo ello.

El tomo puede dividirse en dos partes, los centrados en la relación hombre-naturaleza y los centrados en las relaciones personales. Los primeros tres capítulos son historias que transcurren en páramos nevados, tales como las montañas de Nevada o Canadá. En estas nos encontramos a diferentes protagonistas que por uno u otro motivo se ven envueltos en una lucha contra la naturaleza, en busca de algo, ya sea venganza o simple supervivencia, pudiendo observar cómo Taniguchi no escatima detalles para mostrarnos los espectaculares paisajes nevados por donde deambulan los personajes. Un infinito pasaje blanco, lleno de majestuosas montañas que demuestran cuan pequeño es el hombre en comparación al mundo que lo rodea.

Los siguientes dos capítulos se centran más en las relaciones personales de los protagonistas, con vivencias que en un caso siguen a un niño y sus días de vacaciones en la playa y en el otro las de un dibujante de manga intentando llegar a ser alguien (este último tiene pinta de ser autobiográfico aunque no estoy seguro). Aquí nos damos cuenta que además de saber dibujar preciosos paisajes, Taniguchi también sabe hacer que sus personajes sepan transmitir sentimientos. Sabemos por su forma de mirar, por la expresión de su cara si en esa determinada viñeta son felices o no.

El tomo finaliza con otra historia sobre la relación entre un hombre y una ballena (¡mente limpia!) y sobre una leyenda que habla de un mítico cementerio de ballenas. Cabe destacar también el mimo y detalle que el autor usa para dibujar a los diferentes animales que aparecen en este tomo, como perros, lobos, alces y ballenas. Tan realistas que casi parece que estas viendo fotos en vez de un dibujo.

Y este es el primer tomo que leí sobre este autor, el que hizo que me enamorara de este mangaka y el que me hizo abrir la mente hacia otro tipo de historias. Espero que si alguno de vosotros tiene la posibilidad de disfrutar de este artista sienta lo mismo que yo al ver esos paisajes tan lejanos, exóticos y vivos.

Sebastián (10)

viernes, 17 de julio de 2009

El OLMO del CÁUCASO

Guión: Ryiuchiro Utsumi

Dibujo: Jiro Taniguchi

Editorial: Ponent Mon

Formato: Libro Rústica. 224 Páginas

Precio: 14€

Calificación: 8/10

Después de las geniales y, por qué no, magistrales, Barrio Lejano y El Almanaque de Mi Padre (y en menor medida La Montaña Mágica), la verdad es que lo que me esperaba de esta colección de relatos cortos era algo cortado por el mismo patrón que las dos primeras obras, esto es, una mirada nostálgica a la infancia a través de de algún artificio fantástico (el viaje al pasado de Barrio Lejano) o real (el diario de El Almanaque de Mi Padre). Lo que me encontraba, no obstante, no tenía nada que ver con mis expectativas, algo que, a la postre, redunda si cabe en una mejor valoración de tan curiosa lectura.

Aunque los relatos de Utsumi están preñados de una melancolía en muchos momentos extrema, se nota en ellos que la mano de Taniguchi se ha limitado al dibujo, dejando el artista que sea la voz del escritor nipón la que vaya describiendo esos personajes en los que la nostalgia cruje como las hojas de ese olmo del capítulo que abre la lectura que cada otoño muda sus hojas para disgusto del vecindario. La grandeza del trabajo del autor de Barrio Lejano es adaptarse como lo hace a lo que cada historia le va dictando sin perder en ningún momento la limpieza y claridad que le caracterizan.

Observador sagaz de la realidad que le rodea, Taniguchi siempre ha demostrado un gusto desmesurado por el detalle, algo que se observa en cada página, y que le lleva a dibujar unas delicadas viñetas que parecen sacadas directamente de la realidad del país del sol naciente. A través de momentos tan emotivos como ese padre reencontrándose con su hija a través de un cuadro, la hermana que de repente descubre el gran amor fraternal que le une a su alejado hermano, los ancianos que descubren el amor en el otoño de sus vidas o la mujer que recupera el recuerdo de su desaparecido marido mediante un simbólico cuadro, casi logramos descubrir de nuevo a un artista que sabe de sobra cómo no caer en la monotonía al tiempo que demuestra un conocimiento perfecto de los senderos hacia el corazón de los lectores.

Con esta cuarta lectura que le he hecho al autor nipón podría afirmar con rotundidad que junto a Otomo y Toriyama, Taniguchi es, fuera de dudas, mi mangaka favorito. Tal afirmación tiene una consecuencia inmediata, y es que obras como La Cumbre de los Dioses, El Viajero de la Tundra, El Rastreador o El Caminante han pasado ya a esa lista negra que tanto ha visto aumentada su longitud en los últimos tiempos gracias a vosotros nuestros lectores. ¿Quién me mandaría montar un blog?.

Sergio Benítez (215)

lunes, 18 de mayo de 2009

MEDZ YEGHREN. La GRAN CATÁSTROFE

Guión: Paolo Cossi

Dibujo: Paolo Cossi

Editorial: Ponent Mon

Formato: Libro Rústica. 146 Páginas

Precio: 15€

Calificación: 6/10

Ignorado por la historia y rescatado por la cultura reciente (os recomiendo ver la estupenda Ararat de Atom Egoyam), el genocidio del pueblo armenio a mano de los turcos en los comienzos de la Primera Guerra Mundial, pasó desapercibido a los ojos de un mundo que se volcaba en saber como finalizaría el conflicto que se libraba en centro-Europa. Un medio como el cómic, que quizás tiene menos ataduras visuales que el cine (que al fin y al cabo siempre depende de las calificaciones morales para poder ganar más o menos dinero), era el idóneo para que un autor comprometido fijara sus miras en él y plasmara en viñetas lo que la muerte de más de un millón de personas supuso para una cultura que desde entonces está casi extinta. Paolo Cossi casi llega a ser ese autor.

Y digo casi puesto que si bien ya es un paso importante que el autor italiano desee utilizar el cómic como otros compañeros de profesión ( Pascal Croci en Auschwitz, Joe Kubert en Yossel, Dave Sim en Judenhass) la fuerza del mensaje que podía haber conseguido queda diluida por una narración algo fragmentada, un dibujo que sin ser "feo" tiene demasiados altibajos y un tono general que trata por todos los medios de ser crudo y descarnado, pero que, a la postre, transmite demasiada frialdad. Para poder acometer la historia desde un punto humano y no desde la voz de la historia, que siempre tiende a olvidar al individuo, Cossi echa mano de varios personajes que sufren el exterminio en primera fila, ya sea desde el "bando" armenio, como el turco o el de un soldado alemán cuyo gobierno estaba en ese momento aliado con el de Turquía en el conflicto mundial.

Al tomar la decisión de ir alternando entre los devenires de unos y otros, el artista intenta ser políticamente correcto , y trata por todos los medios de dar un paso atrás, de compensar de forma milimétrica la narración entre unos y otros y no decantarse por ninguno a la hora de emitir un juicio de valor sobre lo que se nos está mostrando, sin darse cuenta que es una tarea tan compleja la que se autoimpone que al final sólo sale victorioso en momentos puntuales que no son suficientes como para conseguir aportar un mayor empaque emocional a un conjunto que se muestra distante en exceso. Tanto es así, que las posiciones que el artista toma de cuando en cuando se antojan peligrosamente maniqueas, fracasando estrepitosamente en sus denodados intentos de mantenerse ecuánime cuando pinta a los militares y políticos turcos como seres sedientos de sangre.

En definitiva, no nos encontramos ante un tebeo que mueva a la reflexión más allá de lo que lo hace la mera constatación de que cualquier genocidio es un acto de maldad extrema injustificable por parte de los perpetradores. Si se desea denunciar un hecho tan horrible uno tiene que tener claro que la posición que tome, ya sea de narrador impertérrito o de cronista implicado. Cossi no hace ni lo uno ni lo otro, y su indefinición es la causante última de la irregularidad de la lectura.

Sergio Benítez (164)

jueves, 28 de agosto de 2008

Mi MAMÁ ESTÁ en AMÉRICA y ha CONOCIDO a BUFFALO BILL

Guión: Jean Regnaud

Dibujo: Émile Bravo

Editorial: Ponent Mon

Formato: Tapa dura. 112 Páginas

Precio: 18 €

Calificación: 8,5/10

Dios, como no cambie mis hábitos de lectura creo que acabaré enganchado al prozac o a algo igualmente chungo. Si hace algunos días reseñaba ese clásico moderno que es Jimmy Corrigan y terminé por los suelos ahora le toca el turno a otra obra que quizás es bastante más colorida y vivaracha que la de Ware, aunque eso sí, preparaos para un final de infarto, y no porque el desenlace sea tipo thriller, no, más bien es porque los autores nos arrancarán el corazón y lo espachurrarán delante de nuestras narices.

Tras leer muy buenas críticas de este album por la red me dispuse a rebuscar en la comicteca de mi primo Santi con la sana esperanza de que se hubiera pasado por alguna tienda y lo hubiese adquirido. Y vaya si lo había adquirido. Después de surtirme de este Mi Mamá Está En América Y Ha Conocido A Buffalo Bill y otros tantos tomos me respatingué en mi sillón de lectura y, ¡ala! a disfrutar. Y que disfrute oigan.

Los autores de la obra, totalmente desconocidos por este vuestro servidor, se marcan una de las historias más tiernas que he tenido el gusto de leer. El guión de Jean Regnaud, que no Renaud (gracias Alvaro Pons), es bien sencillo: ¿Dónde está la madre del protagonista, un niño de seis años? Desde las primeras páginas, una vez que el lector se percata de por donde van a ir los tiros, nos tememos lo peor, la forma en que se resolverá la historia nos va a hacer apretar los dientes y rezar porque estemos equivocados.

El encargado de plasmar tan singular situación es Émile Bravo (éste sí está bien escrito), otro desconocido, el cual, a mi personalmente me ha dejado con la boca abierta. Un trazo sencillo y limpio retrata a la perfección las distintas situaciones en las que transcurre la acción: casa, escuela, casa de los abuelos, parque, etc.

Cada uno de los capítulos, a parte de estar perfectamente definido, no solo por la temática sino también por el empleo de un color distinto en el fondo de la página (el último tendrá un rojo oscuro bastante bien elegido), nos dejará pistas sobre el paradero de la madre. Creo recordar que el señor Alvaro Pons tituló la reseña de este comic El Fin De La Infancia, quizás me atrevería a añadir y de la Inocencia, que al fin y al cabo es lo que destila cada una de las páginas de este album.

El trabajo de los autores, que en un principio puede parecer fácil, es sencillamente espectacular. El retrato de la infancia que nos muestran es de ternura infinita, el mundo visto a través de los ojos de unos niños de seis años, con su imaginación funcionando al doscientos por ciento, dará pie a situaciones totalmente disparatadas y humorísticas, como la visita de un psicólogo a la escuela y la posterior confusión con las SS. Impagable.

Resumiendo, una historia bastante inteligente, de impecable factura y de final… bueno, ya me cuentan el final cuando la lean. Si ya lo decía la canción, sorpresas te da la vida, aunque algunas sean más agradables que otras. Prometo una próxima reseña más alegre, por su bien y por el mío, que esto no puede ser bueno, de verdad que no.

Marione (14)