viernes, 29 de enero de 2010

EDITORIAL

Muchas voces me lo llevaban avisando desde hacía tiempo pero, fuera por la razón que fuera (aunque mucho tiene que decir aquí mi cabezonerío) me había dicho que no, que yo era capaz de seguir adelante con el ritmo de actualizaciones que hasta ahora habíamos llevado sin que me pasara factura. Pero me la ha pasado. Y cómo.

El espíritu de este blog ha sido desde un principio el disfrutar con las lecturas y recomicdaciones que os hacemos y nunca verlo como una obligación. El problema es que, al ser el padre de la criatura, siempre he sentido que, si bien no iba a exigirle a ninguno de nuestros excelsos colaboradores más de lo que tuvieran a bien hacer, a mi sí que iba a exigírmelo. Y ha llegado un momento en el que la máquina ha comenzado a fallar apareciendo la desgana a la hora de leer las obras que tenía pensado recomicdar y teniendo incluso que forzarme a escribir sobre ellas muchas veces.

Como tal hecho no concuerda para nada con la idea que Mario y un servidor tuvieron hace un par de años, el equipo de lecturas reCOMICdadas ha decidido levantar el pie del acelerador y bajar el ritmo volviendo a una única recomicdación diaria que esperemos os sacie y que me liberará de la pesada carga de tener que publicar cinco o seis reseñas semanales para pasar a una o dos.

Así las cosas, los lunes sólo se publicará la recomicdación de Nacho, los martes la de Jose, los miércoles la mía o la de Toni (que mantiene su cadencia quincenal), los jueves la de Sebas y los viernes la mía o la de Mario (que mantiene su cadencia de "escribiré cuando las oposiciones me dejen"). Esperemos que el cambio me permita volver a relajarme al menos de cara al blog (porque las obligaciones de lectura las tendré que seguir manteniendo para con el periódico, pero eso es harina de otro costal) y que no os importe quedaros sin unas cuantas recomicdaciones a la semana.

'Nuff Said!!!

P.D: hoy, por si os queda alguna duda, no habrá recomicdación entrando los cambios en vigor a partir del lunes que viene.

jueves, 28 de enero de 2010

IBÉROES

Guión: Iñigo Aguirre

Dibujo: Iñigo Aguirre

Editorial: Autopublicado

Formato: Comic-book. 64 Páginas

Precio: 4.95€

Calificación: 7.5/10

Tenemos a Viriato, el superhombre codificado. Tina Gelatina, la golosina golpeadora. Ramón del Valle, amo del relámpago. Abad Abraham, guardián de la presencia. Andy Androide, el mecanoide del mañana. Birli&Birloque, los terrores gemelos. El representante, responsable del papeleo. Juntos defienden la península de los peligros… ¡Hasta que vengan los héroes de verdad!”

Así reza la contraportada de este comic de superhéroes con sabor español. Una tía de golosina, otro ganó sus poderes en un concurso de TV, otro que es primo lejano de Alan Moore… y así todos los personajes que crean este grupo, así de extravagantes y divertidos como pocos.

Con esta panda de súper tipos Iñigo Aguirre ha conseguido lo que muchos de los aficionados a los cómics de superhéroes siempre han soñado: Crear su propia historia de superhéroes y sobretodo… ¡que sean españoles! Por que no nos engañemos, que La Patrulla X o Los Vengadores se pase por alguna ciudad española es un puntazo, nos hace dar cuenta que los personajes viven en un mundo parecido (o algo) al nuestro, hasta pueden hacerlos más cercanos.

Pues que más cercano puede haber que un grupo de héroes patrios cuyo hogar es el Palacio de Linares. En el cómic encontramos guiños a la cultura y a personajes españoles que seguro a más de uno arrancara una sonrisa y nos hará olvidar que la mayor parte de las ocasiones que alguna ciudad de nuestro país ha aparecido en un cómic ha tenido que aparecer un toro o alguien bailando flamenco.

La trama y situaciones que leemos en esta grapa suelen acabar siendo algo cómicas gracias a los personajes, los buenos y los malos. Ya de por sí saber que el enemigo de esta historia son los chinos que venden rosas puede hacer una idea del cachondeo que hay en estas páginas. También destacar que es una obra autoconclusiva. Te compras la grapa por 4,95€ y tienes una historia completa donde además como extras te dan detalles de los orígenes de sus protagonistas.

A pesar de que el dibujo de Aguirre no me terminaba de convencer al principio hay que tener en cuenta que él no es un dibujante profesional, que no ha creado este cómic pensando en lucrarse de mala manera COFFquesadaCOFFdidioCOFF!! Sino que, como muy poca gente, lo hace por amor al arte. Se dice rápido eso de que cierto autor se ha autoeditado su obra, pero la cantidad de trabajo y dinero que hay que aportar a un proyecto así creo que es algo bastante admirable y es por lo que creo que debería dársele una oportunidad a su proyecto.

Por mi parte ha ganado un lector y deseando estoy de poder seguir leyendo las siguientes aventuras de los Ibéroes de Aguirre. Y como se dice en esta obra:

¡Esto no es América, pero nos las apañamos!


Sebastián (13)

IVANPIIRE

Guión: Carlos Trillo

Dibujo: Jordi Bernet

Editorial: El Jueves

Formato: Álbum Rústica. 62 Páginas

Precio: 3.9€

Calificación: 6.5/10

Haciendo gala del descarado humor que siempre les caracteriza, dicen en la página web de la tienda del Jueves acerca de Ivanpiire que es un cómic con "Sexo, vampiros, sexo, mordiscos, sexo, murciélagos, sexo… ¿A que te hemos convencido?". Bien visto podría parecer que sí, que así fue como me convencieron para que me hiciera con este escueto álbum de poco más de sesenta páginas. Aunque en realidad, y por más que la portada sea la mar de llamativa si tienes cromosomas XY, lo cierto es que la adquisición de este tebeo de Trillo y Bernet tuvo más que ver con el hecho de venir dibujado por quien viene y no por la garantía de ver senos desnudos y algo de sexo.

Abriendo el tebeo, Carlos Trillo nos lo introduce a través de una carta escrita a Bernet en la que le habla de las maravillas argumentales con las que ha dado al concretar la idea que sirve de base al guión. En sus palabras "es un cuento de vampiros, tal cual. Pero no Dráculas y esas cosas ya tan vistas, sino vampiros hoy, en la actualidad, viviendo las angustias de un tiempo que no ha sido pensado para ellos". Y lo cierto que esta afirmación, y como el argentino sigue desgranándole a su partenaire el plot del cómic y el trasfondo de los personajes, llega a resultar muchísimo más interesante de lo que al final es capaz de dar de si en tan pocas páginas. Al desarrollar las varias ideas que concreta incialmente, Trillo se termina perdiendo en un bosque de excesivas ambiciones (al menos excesivas para la extensión), algo que, no obstante, compensa tirando de profesión y centrando la historia cada vez que esta comienza a írsele de las manos. Que de qué va la historia, pues muy sencillo, de una vampiresa que lleva trescientos años buscando al chupasangre que la convirtió, pero no para vengarse, sino para poder pasar con él el resto de sus días.

En tan incesante búsqueda, Ludmila, que así se llama la escultural señora de la noche, ha contactado con una suerte de detective que pasa las noches fotografiando a extraños con la esperanza de dar con el esquivo vampiro. El resto de la historia, que no contaré por motivos obvios, discurre por terrenos desiguales, ya sea por estar muy abonados en el séptimo arte, sea por ese doble final que se antoja tan sumamente forzado; adjetivo éste que sería imposible aplicar al trabajo de Bernet, del que poco podemos añadir a lo que ya hemos dicho en otras líneas. El control de las luces y sombras que el catalán posee resulta más idóneo que nunca para dar vida al mundo de penumbras donde se mueven los personajes, y su extrema habilidad tanto para dibujar las redondeces de Ludmila, como para caracterizar a Lorenzo Luna y a Antonio Bonnano, el primero de una elegancia soberbia, el segundo caricaturizado como sólo el sabe hacerlo, son razones más que suficientes para justificar de sobra el nimio desembolso de dinero que supone un álbum destinado, no podía ser de otra manera, a completistas impenitentes.

Sergio Benítez (355)

miércoles, 27 de enero de 2010

CHARLIE MOON

Guión: Carlos Trillo

Dibujo: Horacio Altuna

Editorial: Planeta DeAgostini

Formato: Álbum Cartoné. 72 Páginas

Precio: 12.95€

Calificación: 8.5/10

Las editoriales de cómics en nuestro país, normalmente nos suelen dar buenas noticias con la publicación de este o aquel tebeo, aunque varias son, por desgracia la veces que la pata hasta el fondo meten. Lejos de enumerar aciertos y errores, como si de un juez se tratara (¡¡Dios me salve!!) hay que reconocer que alguna vez suelen tener ideas bombillas que no puedo mas que quitarme el sombrero y alabar a ese editor que tuvo tan genial pensamiento.


En este caso, me estoy refiriendo a Planeta al montar su colección exclusiva dedicada al maestro argentino Horacio Altuna, del que no hace mucho se editó su primer número que tan bien, como siempre, nos recomicdó Sergio: la genial Las puertitas del Sr. López, con el no menos malo Carlos Trillo a los guiones. Ahora editan el número dos, Charlie Moon, donde se vuelve a juntar el tándem, a los que se nota que les une una química, que les hace parir tebeos de calidad indudable.


El cómic trata sobre la época americana de la gran depresión, allá por la década de los 30, mostrándonos a un joven y su supervivencia en esos tiempos de carencia y pobreza. Tanto el protagonista, claramente basado en el Holden Caulfield de El Guardián en el Centeno de Salinger, como la ambientación están claramente conseguidos; no obstante, a la historia le acompañan fotografías reales en blanco y negro donde se comprueba la inspiración de Altuna para los personajes y paisajes, mostrándonos, sobre todo, a un dibujante en estado de gracia (realmente no conozco trabajo malo de este autor, siempre con un sexto sentido para elegir buenas historias y buenos guionistas).


Son cinco historias donde él y Trillo nos muestran el despertar a la vida de este jovenzuelo. En ellas encara la iniciación sexual, conoce el racismo y la violencia, la amistad, la dureza del trabajo, la realidad de las idealizaciones (genial esa historia donde conoce a su ídolo, un trompetista de jazz, que resulta que es un borracho desagradable). Todas las historias guardan un cierto desengaño fatalista al final de ellas, muestrario de cómo es la vida, como curte, y de cómo hay que aprender de ella.


A riesgo de repetirme, no puedo acabar esta recomicdción sino es con una alabanza declarada a un trabajo de Altuna que es sencillamente impresionante: la mayoría de las viñetas son alargadas en sentido horizontal o vertical, mostrándonos el autor su dominio perfecto de la narrativa, su detallismo realmente evocador, o esos silencios que dan lugar a la introspección y a la calma pausada en la historia. Charlie Moon cuenta casi más con silencios que con los textos, dejando los autores que te introduzcas en la época y el relato de forma atemperada. Altuna siempre ha dicho que cuando hace una historieta imagina que la está filmando, logrando más dramatismo cuando acerca la cámara y perdiéndolo si se aleja, una forma de trabajar que le lleva a crear historias dibujadas como auténticos relatos filmados. El único pero que le podría poner al tebeo es su corta extensión, cinco historias de apenas cuatro o cinco páginas que lleva a pensar que si hubieran alargado su extensión tendríamos aquí un tebeo de más enjundia y todo un tratado sobre la depresión americana y la iniciación de un pobre joven en aquellos tiempos.


Toni (19)

El UNDERGROUND de CORBEN



Guión: Richard Corben & VVAA

Dibujo: Richard Corben


Editorial: Toutain


Formato: 5 Álbumes Rústica. 80 Páginas

Calificación: 8.5/10

Para todo lo que se podía llegar a hablar sobre uno de los autores más influyentes en la historia del cómic norteamericano, muy poco hemos dicho por estos lares sobre el gran Richard Corben. Sí, hemos comentado su magnífico trabajo junto a Brian Azzarello en Hellblazer. Y sí, se recomicdó en su momento el volumen editado por Panini con sus adaptaciones de los relatos de Lovecraft. Pero nada hemos dicho nunca de lo que supone el grueso de su obra, aquella que se editó durante los setenta en Estados Unidos y que vería la luz en trece volúmenes publicados entre 1983 y 1993 por Toutain primero y Zinco después. Trece tomos que componen de manera indefectible mucho de lo mejor de un artista inconfundible y que, hoy por hoy, resultan de irregular dificultad de adquisición: si bien muchos de ellos son fácilmente encontrables en los lugares habituales (Todocolección, eBay, el rastro de Madrid, las tiendas esas en las que más que cómics hay polvo...), unos pocos elegidos son de los que para poder tenerlos hay que pedir una segunda hipoteca sobre la vivienda. ¿La razón?, pues sinceramente les digo que ni idea. Los complejos mecanismos que pueden llegar a conformar el precio de un artículo de colección siempre se me han escapado, y el que por un volumen de estos se puedan llegar a pagar hasta 30 ó 40 euros es algo que nunca entenderé.

Más allá de la polémica que siempre genera el temita de los precios, y dejando también de lado aquella que en su momento envolvió al artista y a Josep Toutain (de la que uno de nuestros lectores podría contaros muchos detalles, ¿eh, Nemo?), la recomicdación de hoy viene a centrarse en cinco de esos volúmenes, aquellos en los que se recogieron una ingente cantidad de las historias cortas dibujadas (y muchas veces escritas) por Corben en su etapa Underground. A aquellos que anden algo despistados acerca del movimiento que alteró de manera radical la sociedad norteamericana hacia finales de los setenta, con el nacimiento de una generación contestataria que miraría con malos ojos la incursión estadounidense en Vietnam, y con muy buenos las experiencias con las drogas alucinógenas, les recomendaría encarecidamente que se hicieran con el sexto volumen de esa obra de cabecera para cualquier coleccionista de cómics en la que se ha convertido Del Tebeo al Manga: una Historia de los Cómics. Una vez leída, volved por aquí y seguiremos...

...¿Ya?. Prosigamos pues.

Diseminados a lo largo de un período de fertilidad creativa sin par, y hablando muchísimo más de la evolución del artista que cualquier libro sobre él que pudiera ser consultado, si hay una característica que marca todos y cada uno de los relatos contenidos en los cinco volúmenes de Underground, esa es la mala baba que derrocha Corben en casi todas ellas. En este sentido, el autor no se aleja mucho de la clara influencia que tuvieron que ejercer sobre él series como Twilight Zone o Alfred Hitchcock Presents, formatos en los que Rod Serling y el orondo genio del séptimo arte presentaban historias cortas autoconclusivas en las que un sorprendente y (casi siempre) irónico final, dejaba al respetable con el corazón en un puño. El que los relatos recogidos en estos volúmenes fueran editados en revistas como Creepy o 1984/Zona 84, también tiene mucho que decir en su contenido, siempre fantástico, siempre con voluptuosas mujeres semidesnudas y siempre con un sentido de la violencia bastante hiperbólico, detalles todos ellos que no ocultan la soterrada y constante referencia al momento social en el que se enmarcan.

Pero lo realmente asombroso de estas historias (de las que sería casi imposible hacer una selección...todas tienen algo que las va diferenciando) es poder asistir a la impresionante evolución gráfica que Corben sufriría a lo largo de los años en los que las fue desarrollando: desde la "tosquedad" en el trazo (ya sea en blanco y negro o a color) que historias como El Cebo de la Torre o Gatitos para Christian dejan entrever, hasta la perfección aerografiada que consigue con otras muchas, los cinco volúmenes de Underground son un testimonio único de por qué el artista de Kansas llegó a tener la reputación que alcanzó hace tres décadas, una de la que aún quedan rescoldos en aquellos que lo descubrimos hace años, y que le ha permitido seguir trabajando en DC o Marvel, aunque no con la regularidad que muchos desearíamos.

Sergio Benítez (354)

martes, 26 de enero de 2010

SUPERMAN: CAMELOT FALLS

Guión: Kurt Busiek

Dibujo: Carlos Pacheco

Editorial: DC

Formato: 2HC. 128 Páginas c/u

Precio: $19.99 c/u

Calificación: 6.5/10

La llegada de Kurt Busiek a una serie siempre ha sido motivo de alegría para fans y conocedores de la obra del escritor de Marvels, Astro City o Los Vengadores (Nota mental: pedirle al jefe que me apunte estas tres series como futuras reseñas). Por eso, cuando se anunció que iba a hacerse cargo de Superman, contando además con nuestro compatriota Carlos Pacheco a los lápices, las perspectivas eran bastante favorables.


Sin embargo, el resultado final deja un poco frío, quizás por la forma en que se publicó, o por la apatía de ambos autores, que parecían estar ya pensando en sus próximos proyectos cuando terminaban éste. Como decía, la publicación original de la saga tuvo lugar en la serie Superman durante más de un año, pero fue interrumpida en varias ocasiones por otras historias de relleno, y para colmo la conclusión vería la luz en un Anual, fuera de la serie mensual. Efectivamente, y aunque yo suelo leer en tomos recopilatorios, en este caso, de 6 números, si que se notaba un cambio sustancial entre el primer y el segundo volumen, tanto de guión como de dibujo.


La historia comienza en Metrópolis, donde están sucediéndose varios ataques de supervillanos en los que intervendrá el Hombre de Acero, y que a la postre no harán mas que interrumpir los planes de Lois y Clark, que están intentando celebrar cierto aniversario (no diré aquí de qué aniversario se trata, pero sí que la resolución resulta emotiva y acertada, para todos los que alguna vez hayan leído a los personajes).


De forma muy inteligente, Busiek aprovecha este primer capítulo para re-introducir a los personajes a posibles nuevos lectores o a aquellos que hace tiempo no visitaban la redacción del Daily Planet, y así, veremos que ha sido de personajes conocidos, como Perry, Jimmy Olsen o Lana Lang, muy importantes en el la trama. Conforme ésta avance visitaremos el París de 1659, o Kazakhstan, donde aparecerán también nuevos personajes, como Arion o Subject 17.


Si bien toda esta trama simplemente sirve de fondo para presentarnos un nuevo futuro alternativo, de esos que tanto nos gusta leer, donde los héroes han sufrido ligeras transformaciones sobre lo que conocíamos, el conjunto resulta de lo mas entretenido, y la labor de Pacheco simplemente magistral. Su diseño de personajes sirve para quitar a Lois y Clark veinte años de encima, y la elegancia con que define a Arion, villano de la función y los nuevos personajes y entornos, resulta apabullante.


El problema viene en la segunda mitad del arco, donde los personajes como Orion, Zatanna o el Bromista aparecen sin tener nada nuevo que aportar a la historia, y el regreso de Arion y Subject 17 resulta forzado y metido con calzador, con la intención de terminar una historia que ha perdido el rumbo hace tiempo. Para rematar, y no sabemos si fruto de los flojos guiones que le entregaban, el dibujo de Pacheco parece decaer conforme avanzan las páginas, y en ocasiones, como el caso de Jimmy Olsen, cuesta creer que se trate de los mismos personajes que en la primera parte.


En líneas generales es una historia que se lee sin mayores complicaciones, y se disfruta como una lectura más, pero que se desinfla sin motivo aparente en la segunda mitad, lo que se hace mucho mas latente leída de un tirón. Y es que nos quedamos con el resultado de ser una historia mediocre, cuando podía haber dado para un clásico moderno.


Jose (32)

HOLMES (1854/¿1891?)

Guión: Luc Brunschwig

Dibujo: Cecil

Editorial: 001 Ediciones

Formato: Libro Rústica. 80 Páginas

Precio: 13€

Calificación: 6.5/10

Con la cercanía del estreno de la estupenda Sherlock Holmes de Guy Ritchie (que vale, no tendrá mucho que ver con la idiosincrasia flemática de cómo Conan Doyle lo describía pero, ¿y lo entretenidísima que es?) la nueva editorial 001 Ediciones ha tenido mucho ojo al optar por que uno de los tres títulos con los que ha desembarcado en nuestro país haya sido este Holmes. En ella, Brunschwig y Cecil elucubran acerca de una de esas dudas con las que cualquiera que haya leído las novelas de Holmes se quedó cuando leyó la conclusión de El Problema Final, novela en la que Sir Arthur Conan Doyle acababa con la vida de Sherlock Holmes enfrentándolo de forma definitiva a su némesis, el Profesor Moriarty arrojando a ambos por las cataratas de Reichenbach en Suiza.

Partiendo de esta atractiva premisa, Brunschwig construye un relato que intenta ser lo más fiel posible al espíritu de las novelas al tiempo que pretende innovar sobre el tejido de la mitología del famoso detective. Tal esfuerzo termina por pasar factura a una lectura que falla en crear una suspesión de credulidad lo suficientemente sólida como para que el lector termine por añadir a la iconografía del personaje los datos que aquí se barajan. Y lo cierto es que es una lástima, porque hay aquí material como para que el cómic hubiera podido alcanzar mejores cotas, material del que no puedo desvelar nada sin destripar la práctica totalidad de la historia (y ya sabéis que siempre que puedo evito los spoilers antes de otras consideraciones). Baste decir entonces que lo que el guionista concreta aquí toma todos los elementos que puede de las novelas (su inseparable Watson; la sra. Hudson, ama de llaves del 221 de Baker Street; Mycroft, el hermano de Sherlock...) y los mezcla con otros de su invencion en un intento por dar una explicación plausible a la oscura figura de un Moriarty al que al final termina despojando de todo el halo de misterio con el que Doyle siempre lo describió en lo que supone, sin atisbo de dudas, un "crimen" imperdonable.

Con tal handicap en lo que al guión se refiere, es de justicia alabar el buen gusto de Cecil a la hora de la elección de una paleta de grises y ocres como únicos colores que aplicar a un trazo de corte clásico y correcta narrativa al que le afecta sobremanera la reducción de tamaño con respecto al original francés, impidiendo apreciar en toda su magnitud el detallismo con el que el dibujante se acerca a la definición de personajes y escenarios. Un error que esperemos la editorial italiana sepa corregir en un futuro no muy lejano.

Sergio Benítez (353)

lunes, 25 de enero de 2010

The INCREDIBLE HULK #420: Let Darkness Come

Guión: Peter David

Dibujo: Gary Frank

Editorial: Marvel

Formato: Comic-book. 24 Páginas

Precio: ¿$1.50?

Calificación: 10/10

Si la semana pasada le dedicábamos la entrada a una única grapa, hoy haremos lo mismo, pero con solemne promesa de ampliación en el futuro.

Si pensamos en una de ésas grapas concienciadoras sobre el tema de la enfermedad del SIDA en el pijamismo es bastante probable que la que hoy nos ocupa esté entre las primeras que se nos pasen por la mente. Premiada en el 96 con el Haxtur a la mejor historia, nos relata el impacto emocional que le produce a una persona contraer la mencionada enfermedad.

Unos cuantos numeros antes (en el 388 para concretar) Peter David ya nos había dicho que Jim Wilson, antiguo compañero de aventuras del gigante esmeralda, tenía la enfermedad. Y en ésta grapa lo vemos ya en la última etapa, prácticamente terminal, y herido durante una manifestación para aceptación social de los enfermos de SIDA. En su miedo a la muerte le suplica al Dr. Banner que le realice una transfusión de su sangre irradiada para intentar vencer a la enfermedad, o que utilice algún medicamento experimental para curarle. Esas opciones traen consigo implicaciones morales y efectos secundarios impredecibles, por lo que no es fácil decidirse.

Otro de los enfermos que aparecen en la historia es un niño. Al tratarse de un menor te das cuenta desde su primera aparición que está destinado a remover la conciencia del lector. Así que te preparas para que no te afecte, cosa totalmente imposible pues Peter David sábe cómo tocarnos la fibra sensible. El mozalbete cree ingenuamente que la enfermedad es un castigo por algo que ha hecho mal y que si se porta bien en el futuro podrá llevar una vida normal como cualquier otro chiquillo.

Y tenemos una tercera persona enferma en la historia: un joven que ha triunfado en la vida pero que no puede asumir el cambio radical que supone tener la enfermedad, por lo que pretende suicidarse. Durante el ejemplar irá realizando llamadas al teléfono de la esperanza en el que trabaja Betty Banner para no sentirse solo en el tramo final...

Y una vez más somos testigos de cómo en una sóla grapa podemos tener una gran historia autocontenida, sin necesidad de estiramientos o escenas inútiles. El señor Peter David en plena forma nos lleva por dónde el quiere, acompañado gráficamente por un Gary Frank impecable en todo momento.

Sin lugar a dudas se trata de una de ésas historias para leer. Seas o no pijamista.

Ah! Y en cuanto a la promesa que comentaba al principio. Ya os adelanto que tarde o temprano pillaré por banda la etapa de Peter David en el personaje y os iré contando... ¿vale?.

Nacho (35)

KOOLAU el LEPROSO

Guión: C. Giménez adaptando a J. London

Dibujo: Carlos Giménez

Editorial: Glénat

Formato: Álbum Cartoné. 48 Páginas

Precio: 11.95€

Calificación: 10/10

A este ritmo, me parece que muy pronto me voy a ver abocado a dos opciones cada vez que termine de leer una obra del insigne Carlos Giménez: o decido dejar de recomicdarlas y me guardo mis opiniones, o caigo en la más absolutas de las monotonías a la hora de valorar el trabajo del autor español. Y es que todavía está por aparecer un tebeo del artista que sea valorado por un servidor por debajo del nueve: qué voy a decir de Paracuellos sino es calificarla de magistral (y lo sé, no está recomicdada, pero eso no quita para que me la leyera hace tiempo); y para qué voy a recordar lo que en su momento comenté sobre 36-39 Malos Tiempos o Romances de Andar por Casa, si vosotros mismos podéis comprobar hasta que punto me parecieron excelsos ambos títulos. Y como no hay dos sin tres (ni parece que vaya a haber tres sin cuatro, ni cuatro sin cinco, ni....bueno, ya os hacéis una idea) ahora le toca el turno a Koolau el Leproso, una asombrosa adaptación del relato de Jack London en el que Giménez se aleja del tono costumbrista y/o autobiográfico en el que se enmarcan la gran mayoría de sus obras para ofrecernos un cómic de aventuras visto bajo su personal prisma.

Para aquellos que crean que lo que van a encontrarse aquí son aventuras éxoticas en un paraje paradísiaco (al fin y al cabo la acción se desarrolla en un lugar indeterminado de la Polinesia) con un protagonista que lucha contra malvados enemigos que se vaya olvidando. En Koolau no hay exotismo (bueno, un poco sí, pero tal y como aparece a uno se le encoge el corazón) y si grandes dosis de un realismo doloroso, de ese al que es imposible escapar una vez se ha comenzado la lectura. Tampoco hay parajes cálidos con cocoteros y aguas cristalinas, sino la frialdad desnuda y escarpada de las montañas donde se hacinan el protagonista y sus congéneres, todos afectados por la terrible enfermedad a la que hace referencia el título. Su protagonista no lucha contra el mal, al menos no directamente, sino que, en su constante batalla por la libertad, se debe enfrentar a las hordas anónimas de un enemigo invisible que quiere echarlo de las tierras donde nació, creció y una vez fue feliz. Unas fuerzas que Giménez nos retrata con un humanismo sublime al que no queda más remedio que rendirse de forma incondicional cuando uno ve como detrás de cada fusil y de cada disparo hay un ser humano que "sólo cumple órdenes" pero que, al igual que Koolau "tiene una familia e hijos".

La brutalidad descarnada con la que Giménez afronta la fiel adaptación del relato de London casi resulta consecuencia lógica de el las cuatro obras que predecieron en el tiempo a Koolau: Hom, Paracuellos, España Una Grande y Libre y Barrio, títulos todos en los que el autor por fin podía dar rienda suelta a su ideario político contra el franquismo al que el presente cómic, en su constante discurso por la libertad del individuo a toda costa por encima de cualquier otra consideración posible, no es ajeno en absoluto.

Pero hay mucho más que extraer de esta fascinante y soberbia lectura que Giménez vuelve a engalanar con un trazo fabuloso, en el que la estructura narrativa es manejada a placer para pasar de la viñeta a la total descomposición de la misma en tan sólo dos páginas (y en este sentido son soberbias aquellas dedicadas a las secuencias de acción, unas planchas que directamente quitan el hipo). Recursos estílisticos como provocar l
a constante e inevitable identificación del lector con el antihéroe o la desaparición de los textos de apoyo, se unen a otros visuales como las composiciones en las que varias viñetas conforman un mismo elemento del paisaje, la desnudez de éste (que provoca un dolor aún mayor cuando Koolau rememora su pasado), las apariciones de la luna, asociadas siempre al personaje, o esos poéticas aves cuyo vuelo arranca en el recuerdo para llegar al presente son sólo algunos de los muchos que podemos encontrar comprimidos en cuarenta y ocho páginas de auténtico genio. Mucho más habría que decir de Koolau, un cómic que demuestra una vez más que en Giménez, guión y dibujo son un ente tan indivisible como vida y muerte. Una comparación que a la luz de la historia del cómic resulta más que adecuada, como adecuado es volver a insistir (y no me cansaré de hacerlo) en el GENIO sin paliativos que es nuestro Carlos Giménez.

Sergio Benítez (352)

viernes, 22 de enero de 2010

TRAZOS ESCARLATA

Guión: Ian Edginton

Dibujo: D'Israeli

Editorial: Devir

Formato: Libro Rústica. 90 Páginas

Precio: 11.5€

Calificación: 5/10

Dos fueron dos, los motivos fundamentales que me impulsaron a adquirir este cómic del que desconocía su existencia hasta hace unas pocas semanas. La primera, venir recomicdada por Fernan, empleado de Nostromo (mi tienda habitual de cómics cuando vivía en Sevilla) y un friki de cuidado de gustos bastantes afines al de un servidor. Como quiera que mis visitas mensuales siempre me llevan de vuelta a dicho lugar de perdición, se ha convertido en una costumbre que una vez allí, le pida a Fernan que me indique algún título que llevarme fuera de las novedades del mes (que son convenientemente adquiridas en Amuleto). Ante tal petición, en mi último paso por la capital andaluza, este Trazos Escarlata fue el elegido. El segundo motivo, y decisivo a la hora de gastar los poco menos de doce euros del tebeo, fue que La Guerra de los Mundos ha sido desde muy pequeño uno de mis clásicos de la ciencia-ficción preferidos, ya sea en la novela de H.G.Wells, en la cinta de Byron Haskin o, ya más adulto, en la estupenda e injustamente vilipendiada versión de Steven Spielberg. Es por esto último que, poder leer lo que en palabras de Fernan era "una imaginativa secuela de La Guerra de los Mundos", se antojaba al menos apetecible...y eso contando con que nunca he sido amigo de las segundas partes de obras clásicas.

Teniendo en cuenta esa última coletilla, creo que es una consecuencia obvia que Trazos Escarlata no haya sido del todo de mi agrado. Y no porque Edginton y D'Israeli no lo intenten, sino más bien por todo lo contrario, porque tratan con demasiado ahínco de estar a la altura de lo que podría esperarse de una continuación de tan magno clásico. Pero no sólo eso, sino que además, dejándose imbuir en el espíritu de la literatura victoriana, el guionista mezcla lo que resulta una consecuencia lógica derivada del final de la obra de Wells con un "homenaje" nada disimulado al personaje más famoso de Arthur Conan Doyle. Así, el protagonista del relato, un militar retirado que vive con su ayuda de cámara, otro ex-militar, se ve envuelto en una investigación al más puro estilo Holmes cuando un primo del Watson de este tebeo acude solicitando ayuda para encontrar a una de sus hijas. Siguiendo la trama a las pesquisas de los tres, con truculentos asesinatos a lo Jack el Destripador de por medio, lo que realmente entronca con el universo de La Guerra de los Mundos durante la mayor parte de la lectura es el trasfondo imaginado por Edginton con una Inglaterra hiper-avanzada gracias a la tecnología dejada atrás por los marcianos después de su huida.

Pero la mezcla no termina de cuajar, ni como continuación de la novela que sirvió a Orson Welles para desatar el pánico en su lectura radiofónica, ni como sosias de los trabajos de Doyle, quedando al final el cómic como un batiburrillo medianamente entretenido y más o menos ordenado de ideas que podrían haber funcionado bastante mejor, algo a lo que el trazo de D'Israeli, correcto pero algo estático, no termina de ayudar.Y no he hablado del final, un cliffhanger atado una continuación (que vió la luz en Estados Unidos hace un par de años) que se antoja algo forzada y recuerda demasiado a la segunda
(y mediocre) parte de The League of Extraordinary Gentleman.

Sergio Benítez (351)

jueves, 21 de enero de 2010

THOR: JURAMENTO de SANGRE

Guión: Michael Avon Oeming

Dibujo: Scott Kolins

Editorial: Panini

Formato: Libro Rústica. 144 Páginas

Precio: 9€

Calificación: 7/10


Thor ha muerto. ¡Larga vida a Thor!

O eso es lo que pensarían en la casa de las ideas al crear esta miniserie, editada entre Ragnarok y el relanzamiento del personaje por parte de JMS. Ambientada en una época anterior, cuando Odín aún se sentaba en el trono de Asgard y los héroes y mutantes empezaban a invadir todos los rincones del mundo (en especial, como no, New York), esta es la historia de un pacto de honor entre Thor, sus grandes amigos los tres guerreros y unos gigantes con muy mala leche. Un pacto que les obliga a superar ciertas pruebas para mantener la paz entre asgardianos y gigantes, debido a cierto “accidente” provocado por nuestro GRAN amigo Volstagg, el cual aporta una gran carga humorística a la trama, protagonizando más de una situación cómica. Pero aunque a veces pueda parecer un bufón yo de vosotros no lo molestaría cuando tenga hambre.

Argumentalmente poco más hay que contar, Thor y los guerreros deben encontrar ciertos objetos pasando por lugares tan dispares como el árbol Yggdrasil (cuyas ramas y raíces unen los nueve mundos), el Olimpo (hogar de los dioses griegos) o Irlanda. Todos estos lugares están dibujado con bastante detalle y colorido por Scott Kolins, que no solo hace un buen papel con los paisajes sino dibujando las grandes y espectaculares peleas que se desarrollan en esta miniserie de seis partes.

Un detalle es que en estas peleas el dios del trueno no llega a usar el martillo, ya que en el pacto entra que Thor no pueda usar a Mjolnir, una de las armas más poderosas de los dioses nórdicos, así que, exceptuando un primer enfrentamiento con el hombre absorbente (un guiño a las primeras aventuras de Thor, ya que el hombre absorbente es uno de sus primeros villanos), Thor solo puede pelear con la fuerza de sus brazos. Vamos, a ostiazo limpio, lo cual no es poco.

En resumen, Juramento de sangre es una buena aventura, divertida, entretenida y fuera de la actual continuidad, que no para de tambalear de un lado para otro a los grandes personajes de Marvel (sobre todo a Los Vengadores), sin dejar descanso a los personajes ni a los lectores.

Sebastián (12)

La LEYENDA de MADRE SARAH

Guión: Katsuhiro Otomo

Dibujo: Takumi Nagayasu

Editorial: Norma

Formato: 7 Libros Rústica. 224/342 Páginas

Precio: 12-15€

Calificación: 8.5/10

Recomicdado en su momento por activa y por pasiva por Fernan (ese dependiente y amigo de cierta tienda sevillana del que he hablado más de una vez por estas mismas líneas) tengo que confesar que, aunque en el momento de su primera edición Otomo era uno de esos autores nipones a los que le guardaba el más absoluto de los respetos, nunca llegó a tirarme lo suficiente un título cuyo séptimo y último volumen tardó muchísimo en aparecer para desesperación de los muchos lectores a los que sí había logrado convencer. Como no me gusta tropezar dos veces en la misma piedra (aunque más de una y dos veces lo haya hecho) estaba claro que esta segunda edición no la podía dejar pasar, máxime si tenemos en cuenta el innegable atractivo que suponía que las primeras páginas de cada volumen aparecieran a color, permitiendo apreciar en toda su grandeza el arte de Nagayasu. Pero no nos adelantemos.

Tras los muchos años que le llevó completar su magna obra (y espero que nadie tenga que preguntar cuál es) Katsuhiro Otomo había quedado exhausto. Y no era para menos, las más de dos mil páginas de que consta aquella habían supuesto muchos esfuerzos para el autor japonés, que no tardaba en anunciar que pasaría tiempo hasta que volviera a acercarse a la creación de una obra de forma completa. Desde entonces, y ya han pasado algunos añitos, a Otomo lo hemos podido encontrar volcado en su faceta de director de animación (y ahí está la visualmente fastuosa Steamboy para demostrarlo) y a los guiones de contados mangas, siendo entre estos La Leyenda de Madre Sarah su trabajo más reconocido. Y con razón.

La acción que Otomo nos narra en estos intensos siete volúmenes acaece en un futuro indefinido que guarda ciertas concomitancias con el de Akira en cuanto a su carácter post-apocalíptico. Ahora bien, si en aquella el mundo en el que se movían Tetsuo y Kaneda era uno súper-tecnificado, el de Madre Sarah es completamente diferente, asemejándose mucho más al universo de Mad Max que a otra cosa. Así, las aventuras de esta madre en busca de sus tres hijos perdidos, tienen como marco de fondo un planeta Tierra arrasado por el hombre, un perpetuo desierto en el que los pocos supervivientes están a merced de dos facciones militares, los ME (Mother Earth) un grupo que ecologista radical que se oponía a los planes gubernamentales de usar una bomba para variar el eje de rotación de la Tierra y así volverla a hacer habitable; y los E (Epoc) sus acérrimos enemigos y principales instigadores del citado plan. Ambas facciones gobiernan con guante de hierro lo que de habitable queda en el planeta, intentando controlar en la medida de lo posible a los grupos "anarquistas" que surgen aquí y allá.

Y en medio de todo ello, Sarah, una heroína que se mueve con comodidad entre los tópicos asociados a este tipo de personajes, llevando la justicia allá por donde aparece como si de un Richard Kimble femenino se tratara. De hecho, las similitudes con el protagonista de El Fugitivo (y aquí que cada uno elija al que quiera, ya sea David Janssen o Harrison Ford) no acaban ahí, ya que la estructura narrativa elegida por Otomo lleva a la protagonista a una ciudad diferente en cada nuevo volumen, sirviendo esto de excusa al autor para poner de relieve todas aquellas miserias humanas que le vienen a la cabeza, desde la ambición al belicismo, dibujando un panorama desolador en el que la esperanza y determinación de unos pocos resuena con tremenda potencia en las páginas del manga, teniendo mucho que decir al respecto, la titánica labor que Takumi Nagayasu realiza a los lápices.

Sería inadecuado y poco respetuoso para con el trabajo del dibujante afirmar que Nagayasu es un clon de Otomo. Sí, es innegable que la influencia del maestro nipón sobre su forma de narrar es fuerte, pero eso no quita para poder apreciar en toda su magnitud el inmenso y magnífico trabajo que realiza el artista. Dejándose la piel en cada página y cada viñeta, Nagayasu toma como base el soberbio trazo del que siempre ha hecho gala Otomo y lo moldea a su antojo conforme va adquiriendo soltura y tablas: son impresionantes sus diseños de maquinaria, la asombrosa forma que tiene de variar su storytelling para adaptarlo, ya a una conversación entre algunos de los personajes, ya a las alucinantes secuencias de acción que pueblan el relato y, sobre todo, la tremenda y concisa labor de caracterización que hace de todos y cada uno de los personajes, impidiendo así que el amplio reparto de "actores" quede diluido como suele suceder en el manga en términos generales.

Todas estas virtudes, junto a algunas más que me dejo de forma consciente en el tintero para que seáis vosotros los que las desveléis con vuestra lectura, confIrman, fuera de toda duda, uno de los mejores mangas que he tenido la oportunidad de leerme a lo largo de todos estos años de coleccionismo. Y os puedo asegurar que no han sido pocos...

Sergio Benítez (350)

miércoles, 20 de enero de 2010

CUBA, 1898 (SUPER TOTEM nº.10)



Guión: Fernando Fernández

Dibujo: Fernando Fernández


Editorial: Nueva Frontera


Formato: Álbum Cartoné. 54 Páginas


Calificación: 7/10

Desvistiéndose del atuendo de autor fantastique en el que se enmarcan sus obras más conocidas (Zora, Drácula, las historias de Círculos que veíamos en el Cuando el Cómic es Arte), y entrando de lleno en la que fue su segunda profesión durante muchos años, el periodismo; Fernando Fernández ofrecía a principios de los ochenta, y de la mano de este álbum publicado por la desaparecida Nueva Frontera, un análisis a caballo entre la realidad y la ficción de cómo España perdía, en 1898, la última de las colonias que habían formado su vasto imperio, la isla de Cuba.

Revestido de un estilo gráfico con un dibujo poco limpio, de compulsión por las sombras elaboradas a base de líneas y la rapidez en el trazo antes que el gusto por el detalle que le habíamos observado hasta esta lectura, donde Fernández no decepciona es en su magistral sentido de la narrativa y la composición: no hay dos páginas en Cuba, 1898 cuya estructura sea igual a las demás, obviando el artista la utilización de esquemas aviñetados concretos para dar rienda suelta a su portentosa imaginación a la hora de enfrentarse con la página en blanco. Primando la acción por encima de otras consideraciones, aunque haya algo de lugar para pasajes más reposados, las "secuencias" de enfrentamientos entre grupos armados resultan brillantes se las mire por dónde se las mire, algo que también es aplicable a la fabulosa labor de documentación que el barcelonés lleva a cabo ya sea en los uniformes, las localizaciones o los buques de cada armada (estadounidense o española).

Ahora bien, si a la narrativa visual no se le podría poner ninguna pega, no se le puede aplicar el mismo rasero (al menos no con la misma intensidad) a la labor que el artista realiza en el guión. Destacables resulta de ésta el esfuerzo consciente que Fernández hace para quedarse en una aproximación neutral a los acontecimientos, no posicionándose del lado de ninguna de las tres facciones que se vieron implicadas en el conflicto (la de los rebeldes cubanos, la de los norteamericanos y la de los españoles). Asimismo, cabe reseñar la capacidad para narrar en poco más de cincuenta páginas todos los acontecimientos que se produjeron en los tres años que se abarcan en el tebeo sin que en el intento se pierda la coherencia argumental. El estructurar la historia a través de un personaje externo, un médico italiano, ayuda también a mantener el interés por un relato que, no obstante, decae en ritmo en alguna que otra ocasión debido principalmente a dos motivos: por un lado el desaforado interés por meter (casi con calzador) detalles políticos que se terminan perdiendo en el conjunto de la historia, y por el otro por esa forzada historia de amor que queda deslucida en el conjunto por su poca profundidad y escueto desarrollo.

La sensación general que deja la lectura es de haber asistido a un trabajado tour de force al que quizás le habría sobrado algo del carácter ficticio y que sin duda se excede en sus ambiciones documentalistas, detalles ambos que quedan en segundo plano por mor del virtuosismo gráfico del gran artista que es Fernández.

Sergio Benítez (349)

CAPTAIN AMERICA. ROAD to REBORN

Guión: Ed Brubaker

Dibujo: Ross, Guice & Colan

Editorial: Marvel

Formato: Premiere HC. 176 Páginas

Precio: $24.99

Calificación: 5.5/10

Este volumen supone un doble acercamiento a dos hechos que, con el paso del tiempo, se han ido convirtiendo en inexorables. El primero es uno que se veía venir desde que a Brubaker, o a Dios sabe qué mente lúcida de Marvel, se le ocurrió "matar" al Capi. Era obvio (y de tanto que lo era resultaba hasta doloroso) que a ningún capitoste en su sano juicio se le ocurriría acabar de verdad con la vida de una de las piedras fundacionales del Universo Marvel. Derivado de ello, también lo era que las decenas piruetas argumentales que el guionista había ido introduciendo antes y después de la susodicha "muerte" estaban orientadas a lo que aquí se inicia, el camino hacia la miniserie Reborn.

Lo segundo es algo que, en cierto modo, me produce una tremenda tristeza. Y no es más que la constatación, una vez más, de que una larga (larguísima) etapa toca a su fin. Y no, no estoy levantando ningún tipo de liebre acerca de un posibole abandono de Brubaker de la colección que tan bien supo llevar antaño, sino a que si algo deja claro este volumen es que MI era Marvel toca a su fin. Tras largos meses debatiéndome y aguantando con las pocas colecciones del Universo Marvel tradicional que seguía leyendo (otra cosa son los proyectos especiales autoconclusivos y aquellos dentro del sello ICON o el MAX) la lectura de este Road to Reborn ha puesto de manifiesto, y ya de forma ineludible, que la Marvel de hoy lo único que consigue hacer es aburrirme hasta límites agotadores. Y teniendo en cuenta lo mucho que hay en el panorama comiquero al margen de Vengadores, espidermanes, hombres X y demás, está claro que no voy a derrochar más horas de lectura sobre unas colecciones que han perdido totalmente el rumbo.

Centrándonos en la serie del Capi, y en las historias contenidas en este volumen, lo primero que se aprecia durante la lectura es lo mucho que Brubaker estira las pocas tramas que le quedan antes de meterse de lleno con la vuelta de Steve Rogers. Al margen de una recapitulación de la historia del personaje (magníficamente dibujada por Marcos Martín) y de poder disfrutar de un Gene Colan en horas bajas (que aún así le da sopa con hondas a cualquiera que se le ponga por delante) el núcleo central de lo que el guionista nos cuenta, guarda poco o nulo interés, con un relato que ya no sabe como darle más vueltas a la culpabilidad de cierto personaje, o cómo hilar los cuatro conceptos que servirán de pie para el Reborn. En el aspecto gráfico, un Luke Ross que también se dedica a copiar a Steve Epting (como han hecho la mayoría de dibujantes que han pasado por la colección) cumple sin estridencias, una característica que se aplica a todo un volumen que, como mucho, deja al lector preso de una tremenda indiferencia.

Sergio Benítez (348)

martes, 19 de enero de 2010

CLÁSICOS del HUMOR: ANACLETO

Guión: Vázquez

Dibujo: Vázquez

Editorial: RBA

Formato: Libro Cartoné. 200 Páginas

Precio: 9.95€

Calificación: 9/10

Todo aquel que me haya leído en alguna ocasión, sabe que mi presente pijamista esconde un pasado españolísimo, marcado por la editorial Bruguera y sus personajes más emblemáticos, y es que uno leyó Mortadelo antes que Iron Man, y Pulgarcito antes que Batman. Pues bien, el pasado año la editorial RBA lanzaba un coleccionable en los quioscos repasando algunos de estos personajes durante 40 entregas, en ediciones de tapa dura y bastante cuidadas.


Como un amigo y apañero del blog me puso sobre aviso (gracias mil, Nacho) pude hacerme con bastantes entregas de la colección, y volver a disfrutar de personajes casi olvidados, con los que pasé horas y horas de aquellos años (¿os acordáis cuando un tebeo te duraba un día entero?). El caso es que, si ustedes me lo permiten, y muy de vez en cuando para no aburrir a nuestros fieles lectores, echaré mano de nostalgia para recomicdaros aquellas primeras lecturas.


El primero de estos ejercicios de nostalgia ha resultado ser Anacleto. Creado por Manuel Vázquez en 1964, Anacleto, Agente Secreto nacía como una clara parodia del género de espías en general, y de James Bond o el Super Agente 86 en particular. Ya metidos en faena, y tomando como referencia la edición publicada por RBA, nos encontramos con algunas de sus primeras historias, aparecidas en la revista Pulgarcito, todas ellas de una página de extensión, y con un sentido del humor e incluso gráfico muy cercano a Ibáñez y sus Mortadelo y Filemón.


A continuación, se incluye una de sus historietas más recordadas, de mayor extensión que las anteriores, llegando a las doce páginas, titulada Conspiración Blanca, donde el villano de la función, encarnado por el propio autor, ha decidido hacerse con todo el bicarbonato del mercado, para luego revenderlo a precios millonarios. Esto da una idea de por donde van los tiros con respecto al personaje, aunque siga andando caminos ya iniciados por Ibáñez, como el desenlace de la historia, donde Anacleto ha decidido fugarse al Polo Norte después de haber estallado cuando su jefe le ha pedido un poco de bicarbonato, al igual que les sucedía a los famosos agentes de la TIA.


El resto de historias del volumen, de unas seis páginas de extensión, siguen los patrones de los tebeos de la época, con pasajes secretos en los troncos de los árboles, mafiosos con aspecto de gorilas, malentendidos en las misiones que le encargan, y demás genialidades de unos guiones destinados sin duda a un público juvenil. Eso no significa que uno se aburra con esta lectura. Todo lo contrario, porque sólo aquí podemos encontrar como nuestro protagonista se cena a un compañero al que han convertido en cubito de caldo, entradas secretas tapiadas, esbirros que deciden comerse el pulpo que debía ser su trampa mortal, o la aparición de Popeye el Marino.


La única pega que puedo poner a este entretenido tomo es no haber incluido el que era mi chiste favorito del personaje: cuando Anacleto caía en picado a bordo de una avioneta, hacia una muerte segura, y se salvaba en el último minuto, al dar un pequeño saltito cuando la avioneta estaba a medio metro del suelo, aterrizando tranquilamente. Una verdadera lástima...


Jose (31)

Lo MEJOR de 2009 (Resultados)

Tal y como prometimos el lunes pasado, aquí estamos con los resultados de vuestras votaciones para con las diez mejores lecturas comiqueras que ha dado este fructífero 2009.
Sin más dilación, comencemos:

1. (ex aequo) George Sprott y El Arte de Volar

2. Spirou. Diario de un Ingenuo

3. All-Star Superman

4. Las Puertitas del Señor López

5. Burbujas

6. Historias Negras

7. The Walking Dead

8. Acme Novelty Library

9. Zot!

10. Historias de la Guerra (de Garth Ennis)

Ha estado muy reñido en algunos puestos pero al final estas diez son las que se han colado con más votos. De todas formas, y como ya hicieramos el pasado año, listamos a continuación (sin ningún orden en particular y sin enlaces, aunque la gran mayoría hayan sido recomicdados) todas las demás que nos habéis indicado, para que así nadie se quede fuera: Planetary nº 27, Batman y Robin de Morrison, Unwritten, The Boys, Chronicles of Wormwood, La Cumbre de los Dioses, Scalped, Absolute Death, Incognito, Kick-Ass, ¿Qué le Sucedió al Cruzado Enmascarado?, Asa el Ejecutor, Encender una Hoguera, Punisher de Garth Ennis, El Otro Bando, Génesis, Criminal, Northlanders, Namor. En las Profundidades, Pluto, Joker, Ken Games, Matteó, Inside Moebius, El Juego de la Luna, La Isla sin Sonrisa, Grandes de lo Macabro. Joan Boix, Scott Pilgrim, Invasión Secreta, Escuadrón Supremo, Las Calles de Arena, Coleccionable Clásicos del Humor de Bruguera, Fábulas, Popeye, Thor de Stracynski, Cuna de Cuervos, Crisis Final. La Legión de 3 Mundos, El Almanaque de Mi Padre, Sivil Güar, Green Lantern, Invencible Iron Man, Superman: Secret Origin y Monster.

¡Menudo listado!. Para el próximo año habrá que ajustar un poco más las votaciones, con categorías y candidatos e incluso nos haremos eco de una sugerencia para votar también lo peor que este 2010 tenga que ofrecernos. Pero eso será dentro de 365 días. Hasta entonces esperamos seguir contando con vuestra compañía en este que, desde el primer día ha sido vuestro blog.

'Nuff Said!!!!

P.D: ¡Ah!, casi se me olvida. El ganador del sorteo del lote de cómics de Planeta ha sido JAVIER JIMÉNEZ JIMÉNEZ que supo contestar correctamente a las cinco preguntas que os planteábamos y cuyas respuestas os dejamos a continuación para todo aquél que se quedara a cuadros con alguna de ellas. Y es que, como bien decía nuestro colaborador Jose el otro día "¡Cuanto daño ha hecho El Tiempo es Oro!"

1. Chris Ware

2. Batman RIP

3. Dr. Slump y Monster

4. Dark Reign

5. Chris Claremont y Milo Manara

P.D.2: Esta mañana no habrá recomicdación, pero sí esta tarde de la mano de Jose.

lunes, 18 de enero de 2010

UNCANNY X-MEN #143: DEMON




Guión: Chris Claremont


Dibujo: John Byrne

Editorial: Forum

Formato: Comic-book. 32 páginas

Calificación: 10/10


Con permiso de nuestro pijamero oficial, el Sr. D. Jose, hoy les hablaré de una grapa pijamista viejuna.

Por si alguien no lo ha notado a lo largo de mis apariciones en la web, una de las cosas que suele hacerme gracia bastante a menudo es tirar de nostalgia. Eso de contar batallitas de cuando las cosas te venían todas de nuevo, cuando el pijamismo inundaba tus lecturas, cuando te creías de verdad que cuando mataban a un personaje era para que permaneciese muerto, cuando no sabías de la existencia del catálogo américano para pedir comics (además de que no sabías ni papa de inglés), cuando no había internet y nadie te podía destripar argumentos futuros ni inundarte de rumores... En definitiva: cuando era un chavalín.

Y de mi más tierna infancia tengo un comic grabado a fuego en la mente. Bueno, en realidad eran dos, pero realmente es sólo uno. Me explico. Hace eones la gente de Forum tenía la costumbre de publicar en una sola grapa un comic y medio usa, aunque para ello se imprimiera comic en la página final del ejemplar, e incluso en... ¿como se llama la última página de todas? la equivalente a la portada pero al final... Bueno, pues en ésa a veces también se incluían viñetas. Fue en ésa época cuando se publicó el primer comic de la Patrulla-X que coleccioné. Algo había leído antes de los personajes, pero comprar de seguido en plan coleccionismo no lo había hecho nunca.

Y quiso el destino que fuera el nº5 de la colección. En ésta grapa aparecía el final de Días del Futuro Pasado, pero como no me sabía el principio tampoco le dí demasiada importancia en aquel entonces. En cambio la segunda historia sí que molaba.

Kitty Pride, muchachita capaz de atravesar las paredes, se había quedado sola en la Mansión X en nochebuena, y era atacada por un bicho que recordaba muy mucho al Alien de Ridley Scott. En realidad no era un alienígena, sino un N'garai, que son una raza demoniaca que lucharon hace un tiempecito contra la Patrulla-X. La cuestión es que, con un pequeño intermedio de un mes porque la historia se quedaba a mitad, ella solita es capaz de librarse del bichejo en cuestión.

No sé cómo ni por qué se me quedó ésa historia grabada, pero la cuestión es que así fue. De hecho en aquella época mencionarme a Claremont, Byrne y Austin era lo mismo que si me mencionabas a gente del panorama poítico, no me sonaban de nada. Después, con el paso del tiempo, ya descubres quienes eran los insignes autores de la historia, te sorprende saber que fue el último número de Byrne en la colección, que desarrollarían más el tema de los N'garai, etc. Pero ninguno de éstos datos me eran conocidos por aquel entonces, ni me importaban en absoluto.

Y es que cuando una historia está bien contada, sin necesidad de descompresiones en el guión, magistralmente dibujada y cuidadosamente entintada, lo raro es que no cale en el lector. Y comentándolo con los apañeros del blog, bicheando por la web, hablando con mis amistades, etc. resulta que no hay nadie de mi quinta que no conozca ésta historia, le aflore una sonrisilla tonta a los labios y te diga "ottía, tío, cómo molaba..."

No me pregunten por La Canción del Verdugo, ni la etapa de Jim Lee, o aquélla de Australia que hizo Silvestri. Probablemente sólo pueda dar algunos vagos detalles. En cambio de ésta grapa casi puedo hasta decir cuántas bolas de navidad tiene colgado el árbol de la portada...

Ah! Y sip, le he cascado un 10. Pero comprenderán que entre lo bueno de la historia y el factor nostágico que le acompaña no le podía poner menos.

Saludos!

Nacho (34)