Dibujo: Carlos Giménez
Editorial: Glénat
Formato:Álbum Cartoné. 64 Páginas
Precio: 11.95€
Calificación: 8.5/10
Resulta algo triste observar cómo muchos de los personajes que fueron iconos de nuestra infancia son desconocidos totales para las nuevas generaciones, y algo más darse cuenta de que con el tiempo, estos caeran en el olvido. De los muchos que podríamos citar está claro que Curro Giménez marcó una época en televisión española, dando una visión bastante aproximada (todo lo aproximada que una serie de ficción suele ser) de la vida de un grupo de bandoleros en la Andalucía decimononesca. A lo largo de sus tres temporadas, la serie hizo famosos a sus tres actores principales: Sancho Gracia como el protagonista, Álvaro de Luna como el Algarrobo y José Sancho como el Estudiante, papeles por los que todavía hoy, más de treinta años después, siguen siendo reconocidos.
Aunque su primera emisión me pilló bastante pequeño, el recuerdo temprano de la misma, unida a un visionado en las muchas veces que TVE la repuso a comienzos de los ochenta hizo que las aventuras de los bandoleros formaran parte de mi infancia tanto como las de Mazinger, Heidi, Marco u Orzowei. Así que pueden imaginarse la sorpresa cuando descubrí que uno de los muchos títulos que componían la extensa tebeografía de Carlos Giménez llevaba por título Bandolero y por subtítulo: Historia Verdadera y Real de la Vida y Hechos Notables de Juan Caballero, Escrita a la Memoria por él Mismo y Adaptada a la Historieta por Carlos Giménez, dando a entender tan extensa frase que, separándose de lo que suele ser habitual en su obra, el autor madrileño había basado su guión, no en experiencias personales o en la ficción escrita por alguno de los guionistas con los que ha trabajado, sino en la historia real de un personaje que vivió durante el s.XIX en tierras de Despeñaperros hacia el sur.
Poco importa, a la luz de la magnífica lectura, que Giménez extraiga su inspiración de la singular biografía de Juan Caballero cuando los resultados son de tan alta calidad como los que podemos encontrar aquí: tomando tan sólo varios episodios de la vida del bandolero, el artista español construye un relato apasionante que entronca de pleno en la mejor tradición del western que tan bien supo cultivar con Gringo adaptando los parámetros del género americano a un sabor mucho más castizo y nuestro sin que ello vaya en ningún momento en detrimento de lo que el autor de Paracuellos es capaz de cuajar. Por las páginas de Bandolero, y con su habitual genio, Giménez describe con presteza la singular y paradójica figura de Caballero, un asaltador de caminos con un peculiar sentido del honor, por una parte; y los escenarios por los que este se movió, por la otra, situándonos a la perfección (tanto como la serie de televisión o mejor) en la época en que el personaje llevó a cabo sus correrías mediante unas magníficas localizaciones y mejores escenarios. El resultado, aun a sabiendas de que es un trabajo de menor calado que Paracuellos, Los Profesionales, Hom, Koolau o 36-39: Malos Tiempos, sigue demostrando, más allá de toda duda, que cualquier tebeo de Giménez, por muy pequeño que sea, es más grande que los mayores de otros autores.
Aunque su primera emisión me pilló bastante pequeño, el recuerdo temprano de la misma, unida a un visionado en las muchas veces que TVE la repuso a comienzos de los ochenta hizo que las aventuras de los bandoleros formaran parte de mi infancia tanto como las de Mazinger, Heidi, Marco u Orzowei. Así que pueden imaginarse la sorpresa cuando descubrí que uno de los muchos títulos que componían la extensa tebeografía de Carlos Giménez llevaba por título Bandolero y por subtítulo: Historia Verdadera y Real de la Vida y Hechos Notables de Juan Caballero, Escrita a la Memoria por él Mismo y Adaptada a la Historieta por Carlos Giménez, dando a entender tan extensa frase que, separándose de lo que suele ser habitual en su obra, el autor madrileño había basado su guión, no en experiencias personales o en la ficción escrita por alguno de los guionistas con los que ha trabajado, sino en la historia real de un personaje que vivió durante el s.XIX en tierras de Despeñaperros hacia el sur.
Poco importa, a la luz de la magnífica lectura, que Giménez extraiga su inspiración de la singular biografía de Juan Caballero cuando los resultados son de tan alta calidad como los que podemos encontrar aquí: tomando tan sólo varios episodios de la vida del bandolero, el artista español construye un relato apasionante que entronca de pleno en la mejor tradición del western que tan bien supo cultivar con Gringo adaptando los parámetros del género americano a un sabor mucho más castizo y nuestro sin que ello vaya en ningún momento en detrimento de lo que el autor de Paracuellos es capaz de cuajar. Por las páginas de Bandolero, y con su habitual genio, Giménez describe con presteza la singular y paradójica figura de Caballero, un asaltador de caminos con un peculiar sentido del honor, por una parte; y los escenarios por los que este se movió, por la otra, situándonos a la perfección (tanto como la serie de televisión o mejor) en la época en que el personaje llevó a cabo sus correrías mediante unas magníficas localizaciones y mejores escenarios. El resultado, aun a sabiendas de que es un trabajo de menor calado que Paracuellos, Los Profesionales, Hom, Koolau o 36-39: Malos Tiempos, sigue demostrando, más allá de toda duda, que cualquier tebeo de Giménez, por muy pequeño que sea, es más grande que los mayores de otros autores.
Sergio Benítez (381)
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