Dibujo: VVAA
Editorial: Panini
Formato: 2 Vol. Rústica. 176-192 Páginas
Precio: 12.25-15€
Calificación: 8.5/10
No es la primera vez que se comenta por este blog el hecho de ignorar las típicas frases publicitarias que se pueden leer en referencia a ciertas obras ya sean de renombre o, precisamente, buscando ese puntito de fama que no posee ya sea por que la obra aun es desconocida o sencillamente porque no se merece esas alabanzas.
Algo de esto le pasa al Escuadrón Supremo de Gruenwald, un cómic que nos venden como “El Watchmen de Marvel”. Estooooooooo…Vayamos por partes. No es de extrañar que las editoriales utilicen las vacas sagradas del cómic como reclamo para captar la atención sobre otras obras. Pero elegir Watchmen se me antoja un pelín exagerado.
¿Entonces qué pasa?, ¿Escuadrón Supremo no está a la altura de Watchmen? No. Así de tajante y sencillo. La obra de Marvel es puramente superheróica. Si hay que buscar algún referente entre las obras de DC ese es sin lugar a dudas la JLA. Cada personaje de la Liga encuentra su contrapartida Marvelita en el Escuadrón: Superman, Batman, Wonder Woman, Flash, Hawkman, y un largo etcétera. Entonces, ¿cuál es la razón por la que la obra de Marvel es considerada como una buena obra y no una imitación de un grupo de la competencia?
Por cuestiones inexplicables y que se escapan a mi limitado intelecto, el Escuadrón Supremo resulta ser más JLA y DCera que la propia Liga. Algo que empezó siendo un “quiero ese tebeo de la competencia en mi editorial” acabó convirtiéndose en una pequeña joya que no tuvo en su tiempo el seguimiento que se merecía.
El punto de partida de las aventuras del Escuadrón es bastante ingenioso para su época. Tras encontrarse la Tierra sumida en un estado de crisis provocado por una serie de aventuras y control mental de Hiperión y sus chicos, estos se hacen cargo del control absoluto en asuntos de seguridad y supervivencia y no pararán hasta erradicar hambre, enfermedad, guerras, criminalidad, etc. Este estado utópico y los métodos utilizados para conseguirlo será el motor que mueva la trama de la serie. ¿El fin justifica los medios?
Este relato resulta apasionante por lo bien escrito que está. La planificación de la acción es perfecta. Todo ocurre cuando tiene que ocurrir. Los personajes piensan y actúan en consecuencia, aunque eso signifique la aparición de dilemas éticos y morales. ¿Les suena? No hay que ser un genio para encontrar ciertas referencias modernas como Ultimates o, en mayor medida, The Authority. Series que beben directamente de las ideas de Gruenwald.
Si de algo se puede resentir el resultado final es por el baile de dibujantes, que para nada lo hacen mal. Los primeros números empiezan con un entonadísimo Bob Hall para seguir John Buscema y acabar rematando Paul Ryan. Lo dicho, de estilos bastante parejos, con una estética puramente ochentera, pero que quizás si toda la serie hubiese estado dibujada por Hall el resultado final hubiese tenido más empaque.
Grandísima serie que recupera Panini en su formato Marvel Gold, el cual parece dedicado a recuperar obras clásicas de La Casa de las Ideas y que últimamente nos está dando más de una alegría a los amantes del cómic clasicote. De cabeza a la tienda a comprar los dos tomos de la obra, eso sí, que nadie se espere un Watchmen, ni un V de Vendetta. Lo que se va encontrar es un Escuadrón Supremo.
Algo de esto le pasa al Escuadrón Supremo de Gruenwald, un cómic que nos venden como “El Watchmen de Marvel”. Estooooooooo…Vayamos por partes. No es de extrañar que las editoriales utilicen las vacas sagradas del cómic como reclamo para captar la atención sobre otras obras. Pero elegir Watchmen se me antoja un pelín exagerado.
¿Entonces qué pasa?, ¿Escuadrón Supremo no está a la altura de Watchmen? No. Así de tajante y sencillo. La obra de Marvel es puramente superheróica. Si hay que buscar algún referente entre las obras de DC ese es sin lugar a dudas la JLA. Cada personaje de la Liga encuentra su contrapartida Marvelita en el Escuadrón: Superman, Batman, Wonder Woman, Flash, Hawkman, y un largo etcétera. Entonces, ¿cuál es la razón por la que la obra de Marvel es considerada como una buena obra y no una imitación de un grupo de la competencia?
Por cuestiones inexplicables y que se escapan a mi limitado intelecto, el Escuadrón Supremo resulta ser más JLA y DCera que la propia Liga. Algo que empezó siendo un “quiero ese tebeo de la competencia en mi editorial” acabó convirtiéndose en una pequeña joya que no tuvo en su tiempo el seguimiento que se merecía.
El punto de partida de las aventuras del Escuadrón es bastante ingenioso para su época. Tras encontrarse la Tierra sumida en un estado de crisis provocado por una serie de aventuras y control mental de Hiperión y sus chicos, estos se hacen cargo del control absoluto en asuntos de seguridad y supervivencia y no pararán hasta erradicar hambre, enfermedad, guerras, criminalidad, etc. Este estado utópico y los métodos utilizados para conseguirlo será el motor que mueva la trama de la serie. ¿El fin justifica los medios?
Este relato resulta apasionante por lo bien escrito que está. La planificación de la acción es perfecta. Todo ocurre cuando tiene que ocurrir. Los personajes piensan y actúan en consecuencia, aunque eso signifique la aparición de dilemas éticos y morales. ¿Les suena? No hay que ser un genio para encontrar ciertas referencias modernas como Ultimates o, en mayor medida, The Authority. Series que beben directamente de las ideas de Gruenwald.
Si de algo se puede resentir el resultado final es por el baile de dibujantes, que para nada lo hacen mal. Los primeros números empiezan con un entonadísimo Bob Hall para seguir John Buscema y acabar rematando Paul Ryan. Lo dicho, de estilos bastante parejos, con una estética puramente ochentera, pero que quizás si toda la serie hubiese estado dibujada por Hall el resultado final hubiese tenido más empaque.
Grandísima serie que recupera Panini en su formato Marvel Gold, el cual parece dedicado a recuperar obras clásicas de La Casa de las Ideas y que últimamente nos está dando más de una alegría a los amantes del cómic clasicote. De cabeza a la tienda a comprar los dos tomos de la obra, eso sí, que nadie se espere un Watchmen, ni un V de Vendetta. Lo que se va encontrar es un Escuadrón Supremo.
Marione (2ª Época#17)
6 comentarios:
Hola,y feliz año nuevo.
Mira qué casualidad que ando enfrascado yo también en la lectura de ésta serie.
Ayer acabé de releer el tomo 1 porque lo compré cuando salió,y quería refrescar antes de zamparme el tomo 2,que lo empezaré hoy,si puedo.
Todo lo que comentas es cierto,por lo menos lo leído en el primer tomo,asi que espero que no me decepcione la lectura del siguiente.
Saludos!
A mi es que el dibujo me mata, mario, pero bueno, lo tendre en cuenta pal futuro...
Pero... ¿esto no es de marvel? ¿esta en continuidad el escuadron supremo? (sea lo que sea hoy en día continuidad). Le eché un vistazo en la libreria y como que no me termino de atraer aunque leyendo tu reseña la historia tiene pinta de estar bien.
Donnie: A mi no me ha defraudado para nada. Tenia muchas ganas de leerme esta serie y gracias a Panini la cosa ya esta hecha. Disfrutala.
Jose y Goku: Es que se ha juntado el hambre con las ganas de comer. Hace tiempo que me dejo de importar si el dibujo era bueno o malo. Y pa colmo estoy to enchulao con este tipo de material ochentero. A mi me ha hecho pasar un rato bastante entretenido.
Saludazos a todos
Es cierto que tanto cambio de dibujantes deja el conjunto final con poco empaque gráfico,pero lo maravilloso de ésta serie no es su dibujo,sino su historia que se adelantó a su tiempo y expuso temas y subtramas inéditas hasta el momento en el mercado comiquero.
No os dejeis engañar por el dibujo(yo,por elegir,hubiera preferido que Bob Hall se encargara de los 12 números ya que estamos),y haceros un favor y haceros con ella.
También hay que advertir que la obra es ochentera al máximo,asi que algunos diálogos chirrian un poco al ser leídos en la actualidad,pero repito:es una obra absolutamente recomendable y necesaria para entender el cómic pijamero de hoy en día.
Pues sí, totalmente de acuerdo, no es Watchmen, pero es una gran obra que lo hubiera podido se más de haber contado con un mejor dibujo.
A Bob Hall le he visto cosas mejores, aunque supongo que también depende del entintador, el nº de John Buscema fue seguramente el típico nº que le encargarían a él por que Hall iría retrasado y dista mucho del nivel habitual de John (no te extrañe que lo dibujara en unos pocos días) además de que el entintado no le pega demasiado y el posterior cambio por Ryan tampoco es para tirar cohetes, pero en general cumplen... en definitiva, que es de esos cómics que hay que comprar mucho más por el guión que por el dibujo.
Saludos.
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