Dibujo: D'Israeli
Editorial: Devir
Formato: Libro Rústica. 90 Páginas
Precio: 11.5€
Calificación: 5/10
Dos fueron dos, los motivos fundamentales que me impulsaron a adquirir este cómic del que desconocía su existencia hasta hace unas pocas semanas. La primera, venir recomicdada por Fernan, empleado de Nostromo (mi tienda habitual de cómics cuando vivía en Sevilla) y un friki de cuidado de gustos bastantes afines al de un servidor. Como quiera que mis visitas mensuales siempre me llevan de vuelta a dicho lugar de perdición, se ha convertido en una costumbre que una vez allí, le pida a Fernan que me indique algún título que llevarme fuera de las novedades del mes (que son convenientemente adquiridas en Amuleto). Ante tal petición, en mi último paso por la capital andaluza, este Trazos Escarlata fue el elegido. El segundo motivo, y decisivo a la hora de gastar los poco menos de doce euros del tebeo, fue que La Guerra de los Mundos ha sido desde muy pequeño uno de mis clásicos de la ciencia-ficción preferidos, ya sea en la novela de H.G.Wells, en la cinta de Byron Haskin o, ya más adulto, en la estupenda e injustamente vilipendiada versión de Steven Spielberg. Es por esto último que, poder leer lo que en palabras de Fernan era "una imaginativa secuela de La Guerra de los Mundos", se antojaba al menos apetecible...y eso contando con que nunca he sido amigo de las segundas partes de obras clásicas.
Teniendo en cuenta esa última coletilla, creo que es una consecuencia obvia que Trazos Escarlata no haya sido del todo de mi agrado. Y no porque Edginton y D'Israeli no lo intenten, sino más bien por todo lo contrario, porque tratan con demasiado ahínco de estar a la altura de lo que podría esperarse de una continuación de tan magno clásico. Pero no sólo eso, sino que además, dejándose imbuir en el espíritu de la literatura victoriana, el guionista mezcla lo que resulta una consecuencia lógica derivada del final de la obra de Wells con un "homenaje" nada disimulado al personaje más famoso de Arthur Conan Doyle. Así, el protagonista del relato, un militar retirado que vive con su ayuda de cámara, otro ex-militar, se ve envuelto en una investigación al más puro estilo Holmes cuando un primo del Watson de este tebeo acude solicitando ayuda para encontrar a una de sus hijas. Siguiendo la trama a las pesquisas de los tres, con truculentos asesinatos a lo Jack el Destripador de por medio, lo que realmente entronca con el universo de La Guerra de los Mundos durante la mayor parte de la lectura es el trasfondo imaginado por Edginton con una Inglaterra hiper-avanzada gracias a la tecnología dejada atrás por los marcianos después de su huida.
Pero la mezcla no termina de cuajar, ni como continuación de la novela que sirvió a Orson Welles para desatar el pánico en su lectura radiofónica, ni como sosias de los trabajos de Doyle, quedando al final el cómic como un batiburrillo medianamente entretenido y más o menos ordenado de ideas que podrían haber funcionado bastante mejor, algo a lo que el trazo de D'Israeli, correcto pero algo estático, no termina de ayudar.Y no he hablado del final, un cliffhanger atado una continuación (que vió la luz en Estados Unidos hace un par de años) que se antoja algo forzada y recuerda demasiado a la segunda (y mediocre) parte de The League of Extraordinary Gentleman.
Sergio Benítez (351)
2 comentarios:
Pues mira tu que a mi estas obras medio independientes y de rollete sci-fi como que me gustan bastante.
Ademas creo que esta saga tiene continuacion, supongo que no editada aqui en Hispaña. Y el duo de autores tambien tienen mas obras en comun que suelen poner bien. ¿Por que le habras dado un 5? Ahhhh, ya se. Se me ocurre una razon. ¿A que si?
Saludazos
Si ese es precisamente el problema Mario, que a priori esta serie debería haberme gustado bastante y al final se queda en agua de borrajas.
Y no tiene nada que ver con lo que insinuas....en serio ;P
Saludetes,
Sergio
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