viernes, 27 de junio de 2008

SHE-HULK: JADED Premiere HC

Guión: Peter David

Dibujo: Shawn Moll & Val Semeiks

Editorial: Marvel

Formato: Premiere HC Edition. 144 Páginas

Precio: $19.99

Calificación: 4/10

Concluimos nuestra "semana Hulk" acercándonos al nuevo arranque de la colección protagonizada por su prima, Jennifer Walters, a.k.a She-Hulk.

Todo lo que pudiéramos decir a estas alturas de Peter David sería redundar en lo que durante muchos años se ha hablado de él: novelista, guionista de cómics y series de televisión y reputado columnista en su ya legendaria But I Digress, David es, desde hace muchos años una figura fundamental para entender el cómic americano actual. Sus aportaciones dentro de La Casa de las Ideas son tantas que necesitaríamos mucho más que una simple reseña para poder desgranarlas. Centrándonos en aquella por la que siempre será recordado, su estancia de once años al frente de Hulk, parece lógico que a la hora de encargarse de la colección de la prima de coloso esmeralda los directivos de Marvel pensaran en David como el más idóneo...pero no nos adelantemos, retrocedamos unos años para esbozar la historia de She-Hulk
.

Creada por Stan Lee y John Buscema en 1980, la prima de Bruce Banner nunca ha fue santo de mi devoción hasta que, un buen día, leí una novela gráfica dibujada por un tal John Byrne. Aunque todavía faltaban algunos añitos para que Byrne moldeara el personaje a su antojo en Sensational She-Hulk, había algo en aquellas páginas que llamaron mi atención. Con la decisión tomada de coleccionar cómics en serio, una de las primeras cosas que calleron en mis manos fue, precisamente, los tomos editados por la extinta Fórum de la serie regular guionizada y dibujada por Byrne. El fresco sentido del humor y esa continua rotura de la cuarta dimensión que permitía a Hulka hablar directamente con sus lectores me enganchó por completo hasta que Byrne abandonó la colección. Desde entonces seguí con limitado interés (lo que viene a ser lo mismo que sin ningún interés) las apariciones de la gigante esmeralda. Hasta que en 2005 Dan Slott, acompañado por Juan Bobillo a los lápices eran los elegidos para relanzar la serie de She-Hulk desde su número 1. Mezclando hábilmente el género de superhéroes con Ally McBeal, Slott conseguía atraparme de nuevo durante los 21 números que se mantuvo como guionista demostrando, aún con un baile de dibujantes que desmerecían el excelente trabajo de Bobillo, que con ganas, se le podía volver a sacar partido al personaje.

Y es aquí cuando entra de nuevo en liza Peter David. Tras el abandono de Slott (no se muy bien por qué razones) David se hace cargo de un personaje con el que, a priori, no debería tener ningún tipo de problemas. De hecho, sin pensar mucho, había mil formas para que el guionista no la cagara con la colección. Pero, qué casualidad, David encuentra la mil una, y la caga...vilmente. Para empezar no consigue dotar de una voz propia a una protagonista que sigue siendo la misma que Slott manejara con brillantez, por mucho que su status haya cambiado de forma radical: de vivir en un lujoso apartamento y trabajar en un bufete de abogados de prestigio, She-Hulk se ve obligada a mudarse a una caravana y trabajar para una firma subsidiaria de su antiguo bufete como cazadora de recompensas (sic). Acompañada por una ¿¡skrull!?, Jennifer Walters deambula por los Estados Unidos, sin que, durante los seis números que agrupa el tomo (del 22 al 27 de la serie regular) se sepa muy bien hacia dónde narices se dirige un David que deja inerte y sin espíritu a la colección en tan corto trayecto. Para colmo de males, el último número incluido en el recopilatorio avanza la creación de un nuevo villano, el Elefante, tan reminiscente del Rinoceronte que la falta de imaginación oculta tras su diseño, asusta.

Sumándose a la irregular labor del guionista encontramos a Shawn Moll, dibujante de gran torpeza anatómica y pobre planificación que, tras haber pasado por series como 52 o Outsiders, ambas de DC, recala aquí para que a cada página que pasamos no paremos de lamentar la ausencia de Bobillo, Pelletier o incluso la de Rick Burchett, que ya es decir.

Al siempre efectivo Val Semeiks se le relega a lo que al final resulta lo mejor del tomo, un pequeño complemento de seis (¿o eran ocho?) páginas en las que She-Hulk entra arrasando en el despacho de los editores de su colección para pedir responsabilidades por el errático rumbo que siempre ha tenido. Hay más talento por parte de David y Semeiks en esas pocas páginas que todo el derrochado (en el sentido peyorativo de la palabra, obviamente) por el guionista y Moll en el resto del tomo. Si la colección sigue en esta tónica tan decepcionante, será uno de esos muchos productos que por culpa de ciertas políticas editoriales (harto estoy ya de tanto baile en los equipos creativos) pasan de ser compra obligada a gastoa a evitar. Yo por si acaso ya voy a empezar a ahorrarme una serie más. Sinceramente, una lástima.

Sergio Benítez (6)

martes, 24 de junio de 2008

HULK: FUTURO IMPERFECTO

Guión: Peter David

Dibujo: George Pérez

Editorial: Marvel

Formato: TPB. 104 Páginas

Precio: $12.95

Calificación: 8,5/10

Todavía recuerdo la cara que puso mi colega Sergio cuando me preguntó por Futuro Imperfecto y mi respuesta fue algo así como: ¿Ein?. Los que hayan tenido la suerte de haberlo leído sabrán a que me refiero. En los USA, Marvel se disponía a sacar una edición de lujo de esas que hacen perder la cabeza a Sergio y yo tenía claro que "heredaría" el TPB. Aprovechando el estreno de la segunda parte de Hulk, digan lo que digan una secuela en toda regla, saqué el tomo de Futuro Imperfecto de la abultada pila de lecturas pendientes y presto me dispuse a leerlo y posteriormente reseñarlo.

Y en eso estoy. Los autores en principio son toda una garantía para que el cómic, cuanto menos, sea bastante bueno. Escribiendo el guión está el peculiar guionista Peter David, del cual, desde que leí su etapa en Factor X (la primera, con dibujos de Larry Stroman y Joe Quesada más tarde) intento seguir todo lo que escribe. El sentido del humor que imprime a algunos de sus trabajos es todo un soplo de aire fresco entre tanta muerte, resurrección, amenazas y demás tópicos comiqueros. Y a los lápices, el terror de los entintadores, el sueño de empresas como Pelikan, el incomparable George “Soy capaz de meter en una doble página más de 200 personajes” Pérez. Ahí es nada.

La forma en la que David maneja los elementos para contar la historia es sencillamente genial. Uno de estos elementos son los viajes temporales, algo bastante recurrente en Marvel y que en manos inexpertas puede significar un lío padre para el lector y un comodín para el guionista (no sería la primera vez que ocurren cosas “por arte de magia” aprovechando tanto salto temporal de un sitio a otro). Lo que nos vamos a encontrar, en principio, nos puede sonar de algo: nuestro querido gigante verdoso, un grupo rebelde haciendo perrerías al poder establecido, un tipo bastante chungo que hará la vida imposible a todo aquel que se cruce en su camino y personajes de Marvel pelín más decrépitos que de costumbre. Todo ésto y más manejará David para escribir una historia memorable. No le harán falta nada más que unas cuatro o cinco paginas de flash-backs para aclarar unas cosillas que, en principio, podrían desconcertar al lector.

Y no se me ocurre mejor dibujante para plasmar esta épica historia que el amigo George Pérez. Alguien que tiene en su currículo esa joya que es Crisis En Tierras Infinitas no podía hacer un mal trabajo, que digo malo, mínimo por encima del notable. Si a eso añadimos que, encima, Pérez está de lo más inspirado, nos encontramos con un trabajo sobresaliente. Páginas tan detalladas que en algunos casos roza el paroxismo (basta echarle un vistazo a las páginas 2 y 3 para comprobar que Pérez se toma bastante en serio este trabajo). Su Hulk posee una fuerza visual brutal, el Maestro aparece como una figura totalmente despiadada y aterradora que da bastante grima, y la ciudad de Dystopia, una ciudad futurista en plena decadencia, con sus ruinosos edificios y sus mugrientas calles atestadas de gente desgraciada en busca de algo que les haga sobrevivir un día más. En definitiva, un trabajo de 10.

Desconozco si Futuro Imperfecto tuvo cabida en el coleccionable que publicó Planeta DeAgostini sobre el personaje hace algún tiempo. En cualquier caso, tanto si se publicó como si no, creo que esta historia se merece una edición que esté a su altura, hola Panini, ¿alguien ha dicho Best Of Marvel?. Pues sí, creo que le iría fetén. Hay gente que recibe de herencia casas, coches, dinero... A mi me ha tocado heredar comics (gracias a esa forma tan peculiar de renovar su colección de la que presume mi amigo Sergio), pero si todos son como éste no lo cambio por nada… bueno, a lo mejor por una casa sí, pero para meter comics como éste, a ver que se han creido.

Marione (3)

sábado, 21 de junio de 2008

WORLD WAR HULK TPB

Guión: Greg Pak

Dibujo: John Romita Jr.

Editorial: Marvel

Formato: TPB. 224 Páginas

Precio: 24.99$

Calificación: 7/10


Desde que Peter David dejara el personaje allá por mediados de los noventa, mi interés por Hulk fue decreciendo con cada nuevo equipo creativo hasta que alguna mente lúcida de Marvel decidió darle un giro radical a la colección incorporando al legendario Bruce Jones como guionista y a mi querido John Romita Jr. a los lápices. La etapa de Jones arrancó centrando el protagonismo de la colección no en la bestia, sino en el hombre, en un Bruce Banner que huye de la justicia mientras un misterioso personaje le ayuda desde la sombra e intenta, por medio de la relajación, deshacerse de su alter ego. Criticado (casi vilipendiado podríamos decir) a lo largo de los cerca de cuatro años que se mantuvo al frente de la serie, Jones terminó por dar la razón a aquellos que alzaron sus quejas: si bien el comienzo de la etapa de 43 números aportaba frescura al personaje, al guionista se le empezaron a acabar las ideas muy pronto, y hacia el final de su estancia, el cómic había perdido cualquier seña de identidad (y casi de cordura), algo a lo que ayudó, qué duda cabe, el baile de dibujantes que siguió a la marcha de Romita Jr.

Tras Jones, David recuperaba a "su criatura" durante un año para ceder su puesto a Greg Pak, máximo responsable de la actual etapa de bonanza del Coloso Esmeralda. Nada más llegar a la colección, Pak se encuentra con un Hulk que, merced a los entresijos planteados por
Bendis, ha sido enviado al otro extremo de la galaxia por los Illuminati. Con este esquema de partida, Pak cuenta con total libertad para hacer lo que le plazca con el personaje, cosa que hará durante los catorce números en los que se prolonga Planet Hulk: el guionista convierte al coloso en una suerte de Espartaco, un gladiador libertador que llegará a ser rey de un planeta para, en los dos últimos números del largo arco argumental, perderlo todo y, enfurecido, decidir volver a la Tierra a vengarse de aquellos que lo expulsaron. Aunque se lee con facilidad, Pak no consigue dotar de espíritu propio a una saga que se antoja larguísima y que, para colmo de males, se apoya en una pésima labor a los lápices de Pagaluyan y Lopresti.

Es con Hulk volviendo a la Tierra donde arranca la miniserie de cinco números que nos ocupa. Aprendida la lección, Pak nos regala durante las doscientas páginas de que consta la saga con un guión que, esta vez sí, consigue atrapar al lector hasta dejarlo sin aliento: el guionista no da respiro mientras va enfrentando a Hulk con la flor y nata del universo Marvel, dibujando al tiempo a un personaje cuya humanidad y remordimientos se han perdido tras los acontecimientos de Planet Hulk. Equilibrando perfectamente las épicas batallas con diálogos milimétricamente estudiados, Pak va sentando poco a poco las bases de lo que será el último e impresionante número que, por motivos obvios, no voy a desgranar.

La elección del dibujante ayuda sobremanera a que ese carácter épico que comentaba quede fijado en la retina del lector. Romita Jr. se explaya a gusto en cada número echando mano de todos esos recursos narrativos que lo han hecho grande y que tantos buenos ratos nos han hecho pasar. Particular atención merecen las espectaculares secuencias de lucha, un auténtico manual de cómo deberían afrontarse las mismas desde el punto de vista de la claridad narrativa. John Romita Jr. es mucho dibujante, y aunque el entintado de Klaus Janson no me haya parecido nunca el más adecuado para sus lápices (el de Scott Hanna se ajusta mucho mejor), al César lo que es del César; Janson se sale en cada página, desprendiéndose en cierto modo de su personal estilo para resaltar la fuerza de los lápices de Romita.

Por su magnitud y épica, World War Hulk es el claro equivalente a un blockbuster cinematográfico: acompañado de palomitas, y con una buena banda sonora de Hans Zimmer de fondo, es el perfecto entretenimiento para una tarde de solaz estival. ¿Se le puede pedir algo más a un cómic de superhéroes?.

Sergio Benítez (5)

miércoles, 18 de junio de 2008

HELLBLAZER HÁBITOS PELIGROSOS

Guión: Garth Ennis

Dibujo: Will Simpson

Editorial: Planeta DeAgostini

Formato: Prestigio. 48 Páginas

Precio: 3.50€ cada prestigio

Calificación: 8,5/10


Me resulta un tanto difícil escribir una reseña de un cómic escrito por Garth Ennis ya que para el que aquí suscribe, el guionista irlandés es el artífice de la mejor serie regular que se ha hecho en la historia tebeística, Predicador. Dicho ésto, tan solo advertir que la reseña quizás no sea todo lo objetiva que debiera, aunque espero se me perdonen y permitan ciertas licencias.

El arco argumental que aquí se reseña fue quizás el primer trabajo de peso en DC que recibió Ennis. Anteriormente ya había escrito miniseries como True Faith o Pride And Joy pero fue contando esta estremecedora historia protagonizada por John Constantine cuando todo amante del buen cómic se enteró quien era este escritor algo borrachín.

Hace poco tuve una interesante conversación con mi amigo Sergio sobre la última película de Indiana Jones. Intentábamos enumerar los elementos indispensables y comunes a todas las entregas de la saga y que hicieran de la película algo entretenido: Indi con su cazadora y su látigo, unos enemigos que van siempre pisándole los talones, unos buenos secundarios y el objeto ansiado por todas las partes. Si esto se encuentra en la película, será una buena muestra de las aventuras de nuestro arqueólogo favorito. Algo parecido se puede aplicar a los tebeos guionizados por Ennis: alcohol y cigarros en cantidades industriales, pose chulesca al mas puro estilo John Wayne, más frases lapidarias que en El Ultimo Boy Scout, pubs donde coger una buena cogorza y camadería masculina del tipo “tú para mí eres mi hermano” mientras se propinan unos golpecitos con el puño en el pecho.

Todo ésto y más se puede encontrar en Hábitos Peligrosos. Ennis necesitaba una historia para llamar la atención de todo el mundo, no quería que el arco argumental se convirtiera en uno más del montón en el que se mezcla brujería, política y algún fantasmilla ocasional. No lo iba a tener fácil ya que le tocaba seguir la labor de unos de los grandes, Jamie Delano. Ni que decir tiene que Ennis sale airoso y con nota de esta prueba. Para ello no dudará en poner al protagonista de la colección al borde de la muerte haciéndolo luchar con el que es posiblemente el peor enemigo al que se ha enfrentado. Las únicas armas de las que dispone el bueno de John son el engaño, la manipulación y un buen puñado de mala leche. Ahí es nada.

Para hablar del apartado gráfico permítanme aplicar un símil un tanto peculiar. Cuando tenemos un dolor de muelas sabemos que cuanto más nos rocemos con la lengua el molar dolorido más nos va a molestar, sin embargo hay algo inexplicable que nos hace mover la lengua de manera incontrolable, como si tuviéramos que sentir ese dolor para saber que realmente esta ahí; uno encuentra cierto alivio en el dolor. El artista Will Simpson bien podría ser ese dolor de muelas. El estilo utilizado por Simpson es bastante feísta, plasmando los personajes en unas poses ortopédicas, un acabado bastante rácano y una paleta de colores, elegida por Tom Ziuko, que en algunos países bien se podría alegar como causa de divorcio. Aun así, no me imagino esta historia dibujada por otro ilustrador de más categoría como podría ser Steve Dillon o Sean Phillips. Quizás sea porque uno está disfrutando de esta saga desde la edición de Zinco, lo que lo convierte en un cómic con bastante solera y quieras o no se le coge cierto cariño, tanto al tebeo como a sus autores. A favor de Simpson diré que los números que le siguen a éstos son considerablemente mejores a nivel gráfico.

La versión cinematográfica del personaje, que creo recordar no estaba nada mal, bebía argumentalmente de esta saga, pero como la mayoría de películas basadas en personajes exportados de historietas, la trama original quedaba algo diluida entre tantos “agregados” al guión.

Los seis números USA de los que consta la historia han sido publicados recientemente por Planeta DeAgostini Cómics en tres tomos mensuales a 3,50 € cada uno. Un precio irrisorio teniendo en cuenta la calidad que nos vamos a encontrar en sus páginas, aunque eso sí, no llega a las cotas alcanzadas con Predicador, y es que Predicador es mucho Predicador oigan.

Marione (2)

domingo, 15 de junio de 2008

ROSE

Guión: Jeff Smith

Dibujo: Charles Vess

Editorial: Astiberri

Formato: Cartoné. 170 Páginas

Precio: 15.00€

Calificación: 8/10

Cuando el primer número de Bone cayó en mis manos allá por 1996 (más o menos), la serie ya llevaba cinco años cosechando un éxito fabuloso al otro lado del charco. Por aquel entonces yo todavía compraba comic-books y recuerdo que la espera mensual del paquete de Previews se hacía bastante eterna, tal era la mella que, con muy pocos números, habían dejado en mi Fone, Smiley, Phoney, Grandma Rose y, por supuesto, Thorn. Tras dejar de lado la compra de comic-books por mera comodidad (y porque con la cantidad de colecciones que llevaba para adelante mi memoria se resentía mes a mes) y comenzar a tirar de tomos recopilatorios, el impresionante final de la colección se antojó inalcanzable; más si cabe por los vanos intentos en evitar que algún fan descerebrado me lo destripase en algunos de los muchos foros por los que me movía por esos tiempos.

La magia que durante más de una década supo destilar Jeff Smith con sus entrañables personajes me atrapó de tal manera que, hasta fecha de hoy, puedo afirmar haber comprado todas las recopilaciones que se han hecho (al menos en inglés) de las aventuras de los Bone: por mi biblioteca deambularon todos los recopilatorios en tapa blanda de Cartoon Books hasta que convencí a un buen amigo para que me los comprara y poder permitirme la adquisición de el Bone: One Volume Edition, una bestialidad de tomo con 1.300 páginas de gramaje similar a las utilizadas en cualquier Biblia y firmado por el propio Jeff Smith. Pero no acaba ahí la historia, puesto que, a falta de los dos últimos volúmenes, también estoy coleccionando la maravillosa edición en color de Graphix. Por si ello fuera poco, las dos historias fuera de continuidad para las que Smith se tomó un año sabático de la colección matriz han visto su adquisición por partida doble: primero la edición americana en TPB (o trade paperback, lo que aquí conocemos como tapa blanda), edición que ha sido sustituida convenientemente por la más duradera en tapa dura publicada por Astiberri.

Titulada simplemente Rose, la segunda de las historias anteriormente citadas (la primera es Stupid, Stupid Rat Tails con guiones de Tom Siegnoski) es la única historia de Bone no dibujada por Jeff Smith, a excepción de una pequeña broma incluida como complemento de la anterior dibujada por Stan Sakai. En su lugar un Charles Vess pletórico toma el pulso de los personajes para regalarnos un trabajo que nada tiene que envidiarle a su opus magna, Stardust. Los hábiles lápices de Vess acompañados del esplendoroso uso del color que siempre le ha caracterizado, convierten cada viñeta y página en pequeñas obras de arte dignas de ser estudiadas con atención. El gusto por el detalle (esos hálitos de frío) y la perfecta composición hacen que en la lectura de Rose no se extrañe en ningún momento a la magistral simpleza de Smith, cuya labor queda acotada al guión.

Éste, nos narra el ascenso de Briar, la hermana de Grandma Rose, a heraldo del Señor de los Saltamontes, traicionando a toda su familia y enseñanzas en el proceso. Tan dramática historia impide a Smith echar mano del socarrón y refrescante humor del que hace gala en casi todo el desarrollo de Bone, y quizás sea este el mayor pero que se le puede poner a la presente miniserie, su seriedad. De hecho, sino fuera porque aparecen personajes como Lucius o el Dragón Rojo, amén de los encapuchados de la hermandad Veni Yavin, sería casi imposible afirmar con rotundidad que estamos delante de un relato inmerso en el micro universo de Bone.

Con todo, la lectura de los tres prestigios originales reconvertidos a tomo para la ocasión, despeja muchas dudas planteadas pero no resueltas en la colección madre, y supone un giro diferente dentro del tono generalmente distendido de aquella. Sin lugar a dudas, lectura obligada para todos los Bonemaníacos que andan sueltos por ahí. Si tu no eres de ellos, ¿a qué diantres esperas?.

Sergio Benítez (4)

jueves, 12 de junio de 2008

OCURRIO CERCA DE TU CASA

Guión y dibujo: Carlös

Editorial: RBA / El Jueves

Formato: Cartoné, 148 páginas

Precio: 7,95€

Calificación: 8/10

Cuando sonó el teléfono mientras me estaba duchando no me podía imaginar que ese mosqueo transitorio se iba a convertir en carcajadas y disfrute máximo tan solo unas horas después. Era mi hermano Sergio para decirme que en los kioscos ya se podía adquirir el tomo de El Jueves de la colección Luxury Gold perteneciente a Ocurrió Cerca De Tu Casa del genial Carlös (Carlos Areces).

Mis colegas Rafa y Mª Ángeles ya me habían puesto en antecedente sobre los nuevos autores que estaban pegando fuerte en El Jueves, ya que llevaba algun tiempo desconectado de esta longeva publicación patria, y a este tipo sin duda había que seguirle la pista. A Carlös se le ha podido ver en dos de los programas humorísticos mas notables de los últimos años: La Hora Chanante y su posterior versión pudiente Muchachada Nui o cantando temas subnopop con su grupo Ojete Calor. Teniendo en cuenta de donde procede el autor nos podemos hacer una idea de que tipo de humor nos vamos a encontrar en este tebeo.

La estructura es muy simple y nos puede recordar a otras secciones de El Jueves como Para Ti Que Eres Joven: se elige un tema como puede ser Cine, Ventanas, Ballet o Accidentes y se hacen seis viñetas independientes
unas de otras. El humor utilizado va del absurdo mas alienígena al cafre mas gore y escatológico. Elementos muy recurrentes en estas páginas son la sangre, los desmembramientos, el cáncer, todo tipo tipo de tumores y por supuesto un gran numero de chorongos dispersos a lo largo de toda la obra.

Y nos podemos preguntar: ¿Con este tipo de elementos tan repugnantes, como nos podemos reír hasta que se nos desencaje la mandíbula? Pues ahí es donde radica la genialidad del autor. Todas estas guarradas combinadas con elementos de la cultura popular como son la música, el cine, la literatura, la Familia Real o con situaciones totalmente cotidianas hacen de este autor un genio psicópata que te haría reír hasta en el entierro de tu propia madre pero que, eso si, todos querríamos tener como amiguete.

También nos llama poderosamente la atención el aspecto gráfico, sin lugar a dudas la tira con mayor calidad en sus ilustraciones de todo El Jueves. El mismo Carlös nos explica el proceso que utiliza para confeccionar su página semanal. Usando el programa Flash 4.0 no es de extrañar que Ocurrió Cerca De Tu Casa nos recuerde a esa otra maravilla flashera que es Cálico Electrónico: uso de tres tipos de trazos siendo el exterior el mas grueso, estilo caricaturesco, expresiones faciales totalmente exageradas y colores planos pero muy suaves, por lo que el contraste que se crea entre estos colores casi pasteles y las situaciones ultra-violentas es sencillamente maravilloso.

Y eso es todo, si quieren pasar un buen rato y echarse unas risas no duden en visitar el kiosco del barrio ya que por solo 7,95 eurillos se pueden llevar un tomo en tapa dura de 150 páginas a color y de una calidad arrolladora. No esperen a estar en la ducha para enterarse de que ya ha salido, podrían resbalarse, abrirse la cabeza y este tipo indeseable hacerle una tira.

Marione (1)

martes, 10 de junio de 2008

EL CANTO de las ESTRIGIAS

Guión: Eric Corbeyran

Dibujo: Richard Guerianeau

Editorial: Planeta DeAgostini

Formato: Libro Cartoné, 288 páginas

Precio: 20€

Calificación: 8/10

Una de las fotos que más recuerdo de mi niñez es aquella en la que estoy en casa de mi abuela paterna leyendo de forma casual un número de Astérix. Mientras muchos amigos de la niñez se pasaban sus ratos libres correteando por el parque o pegándose tiros con pistolas de juguete, yo invertía mi tiempo en devorar, a partes iguales, cómics de Astérix y Tintín, y novelas de Julio Verne.

Marcado desde entonces por una forma de hacer cómics totalmente distinta a la americana, no es de extrañar que, una vez decidí que coleccionar tebeos era una afición a la que iba a dedicar tiempo (mucho) y dinero (más), el cómic europeo en general, y el franco-belga en particular, haya sido un terreno visitado con asiduidad (aunque no tanto como pudiera ser deseable). Para ello, y hasta hace relativamente poco, la (única) opción era Norma, editorial que durante muchos años ha dedicado gran parte de sus esfuerzos, sino la totalidad, a acercarnos material elaborado al otro lado de los Pirineos. Pero en los últimos tiempos han sido muchas las editoriales que se han subido al barco de la edición de material del viejo mundo. Entre las muchas propuestas que nos podemos encontrar mes a mes en nuestras tiendas especializadas, la de Planeta se conforma como la de mayor tirón. Su idiosincrasia es clara: editar colecciones o arcos argumentales completos en un formato reducido con respecto al original para así abaratar costes y poder acercar la BD a cuanto más público mejor. Una iniciativa que, como todo, cuenta con sus detractores y sus defensores, entre los cuales me cuento. Sirva de precedente que en otros terrenos soy tan purista como el que más, y prefiero mil veces tener una edición en el formato e idioma original antes que una traducción y edición que no respete la fuente. Esta inclinación, que en cómic americano no genera ningún tipo de problema (gracias a dios el inglés no es ningún handicap), sí que encuentra su talón de Aquiles en un francés que, por desuso, ha ido oxidándose con el paso de los años.

Todo lo anterior me lleva a una extraña coincidencia: la que ha provocado que la apertura de este blog se haya simultaneado (casi) con una hornada de títulos muy interesantes procedentes de Planeta que iremos desgranando en los próximos meses (hay que ir alternando lecturas, máxime cuando hay cerca de cuarenta tomos esperando su oportunidad). El primero de ellos es El Canto de las Estrigias y lo cierto es que la primera reseña de material europeo en estás páginas virtuales pone el listón muy alto para futuras lecturas.

Los seis álbumes que conforman el tomo editado por Planeta, se agrupan en una denominada Saison 1, una primera temporada que alude al marcado carácter de serie televisiva que acusa toda la lectura del estupendo tomo. El guión de Corbeyran, mezcla con extrema habilidad conspiraciones gubernamentales con un realista tono de ciencia-ficción y terror, añadiendo al crisol un sentido de la estructura que le permite alternar, de forma soberbia, largas secuencias de diálogos con otras más cortas de acción sin ningún bocadillo. Ello provoca que la lectura del tomo en su globalidad (o de cada álbum) se efectúe sin incómodas pausas logrando el guionista aportar una grata sensación de fluidez que no resta ni un ápice de calidad a su buen hacer. A todo esto hemos de añadir un detalle que eleva aún más si cabe la calidad de la labor desarrollada por el guionista, el haber sabido dotar de voz propia e identificable a cada uno de los personajes: todos los protagonistas del relato cuentan con una personalidad definida en grises (nadie es totalmente bueno ni malo) y perfectamente distinguible, siendo destacable la que es otorgada a Nivek, motor de la mayoría de los acontecimientos.

Pero si el trabajo de Corbeyran destila solidez, la labor de
Guerianeau no le va a la zaga: su trazo claro, detallado y minucioso, con un story-telling preciso que deja de lado experimentaciones vacuas, se muestra igual de efectivo tanto en esas páginas mudas de acción, como en el establecimiento de un escenario adecuado para las de diálogos, en las que se nota la especial atención dedicada por el dibujante al desarrollo de unos trabajados fondos sobre los que situar a los personajes. La caracterización de estos es inequívoca (aunque a veces resulte un poco forzada) y constante permitiéndose el dibujante incluir algún guiño cinéfilo (esos Woody Allen y David Duchovny) que potencia ese carácter serial que antes mencionaba.

Con once tomos editados hasta la fecha en el país vecino (el último de ellos en septiembre del pasado 2007), queda la duda de saber cuándo podrá Planeta contar con todo el material para poder ofrecernos la continuación de esta apasionante serie. La espera se hará muy larga, eso es seguro.

Sergio Benítez (3)

sábado, 7 de junio de 2008

EL DEMONIO

Guión y Dibujo: Seok Jeong-Huyn

Editorial: Planeta DeAgostini

Formato: Libro Rústica.200 páginas

Precio: 12.95€

Calificación: 5/10


Históricamente el manga ha sido un género con el que he tenido una desaforada historia de amor y odio (más del segundo que del primero). Aunque es muy cierto que cuando decidí dedicarme de forma seria (otros lo llamarían compulsiva y no se equivocarían mucho) a esto de coleccionar cómics, lo hice impulsado por el lanzamiento de la serie Roja de Dragonball. Corría el año 94 (si mal no recuerdo) y llevaba ya tiempo mareando la perdiz acerca de una afición cuyo lento cultivo arrancaba muchos, muchos años antes. Pero eso es otra historia que quizá algún día me decida a contar. A lo que vamos. Con Dragonball como inconsciente catalizador de la primera versión de mi yo coleccionista de cómics, arrancaba un proceso por el que la paga semanal se veía mágicamente reconvertida en cualquiera de los muchos títulos con los que Planeta y Norma inundaron el mercado en esos primeros años de contacto con el cómic "made in Japan". Alita, Crying Freeman, Mai, Dominion, Ranma 1/2, City Hunter o aquel título que no recuerdo en el que una chica salía de la televisión para ayudar en el terreno amoroso al protagonista, ¿cómo se llamaba?....

El caso es que, por saturación, me fui alejando poco a poco de todo lo que oliera a japonés (tanto del manga como del anime, del que también terminé hasta las santas narices) hasta tal punto que de aquella época no hay ningún ejemplar en mi actual biblioteca: las varias ediciones de Dragonball fueron convenientemente sustituidas por la Ultimate. El resto, vendido a amigos coleccionistas, cuando no regalado.

En los catorce años que han transcurrido desde entonces he flirteado de vez en cuando con la posibilidad de volver a caer en las redes del cómic facturado en el país del sol naciente, pero lo cierto es que ante la ingente cantidad de títulos que copan el mercado, nunca he sabido muy bien por cuál decidirme. Ello no ha quitado para que colecciones como la genial Monster, la desternillante Dr.Slump (sí, lo mío con Toriyama es enfermedad, lo admito), la imprescindible Akira o la magistral Adolf figuren perfectamente colocadas en mi estantería.

Y así llegamos a mi situación actual, en la que un cada vez más acusado aperturismo me ha llevado, en los últimos meses, a una fase en la que compro todo lo que cae en mis manos como nunca antes había hecho con esta afición mía (bueno, nuestra, que supongo que si estáis leyendo esto no será porque esperéis encontrar instrucciones de montaje de un AK-47 o una disertación acerca de la vida y milagros de Pocholo). Así las cosas, han pasado a formar parte de dos columnas de cómics por leer, cuyo tamaño comienza a ser preocupante, cosas como El Gran Catsby, El Almanaque de mi Padre, Next World o La Leyenda de Madre Sarah y, hasta hace poco, este Demonio.

Entrando en materia, he de afirmar que adquirí El Demonio fascinado por el dibujo de Seok Jeong-Hyun, con un toque foto-realista muy atractivo. Pero si tengo que ser sincero, es en el fascinante apartado gráfico, que no en el del story-telling (confuso hasta el hastío), donde acaba el interés de este tomo. Para empezar, una recomendación: lo primero que hay que hacer antes de entrar en la lectura del cómic propiamente dicho es pasar al texto explicativo que hay al final del tomo, un texto donde se nos explica la situación socio-política del mundo en el que se desarrolla El Demonio.

Una vez leído, y con las expectativas bastante altas debido al fascinante telón de fondo que Jeong-Hyun crea para la acción, pasamos a la historia en sí. Es entonces cuando todo lo explicado en el texto comienza a sobrar: sólo pequeñas pinceladas de lo relatado por el autor sirven para el desarrollo de una historia cuya ininteligibilidad se pelea de tú a tú con la de Akira (la película, que no el cómic). Aparecen y desaparecen personajes, la claridad narrativa de las escenas de acción es nula y el desarrollo de estas demasiado extenso como para que se les pueda seguir el hilo sin perderse. Para colmo de males, la historia se antoja excesivamente condensada y hubiera sido de agradecer un mayor esfuerzo por parte del autor a la hora de extender a un par de tomos la concreción de la misma. El resultado de todo ello es que, al final, la aprehensión de lo que El Demonio quiere contar deviene en un proceso harto difícil, quedando la impresión de haber leído un cómic inconcluso que no sabe muy bien a dónde va.

¿Cómo se llamaba aquella serie?.....Ah, ¡ya!....Video Girl Ai

Sergio Benítez (2)

miércoles, 4 de junio de 2008

BARRACUDA: el REGRESO

Guión: Garth Ennis

Dibujo: Goran Parlov

Editorial: Panini

Formato: 100% Marvel. 120 Páginas

Precio:10.75€

Calificación: 7/10

Que Garth Ennis es un cafre (dicho desde la mayor admiración, ojo) no es nada nuevo. Sólo hay que echar un rápido vistazo a cualquiera de los muchos cómics que han salido de la pluma del irlandés para darse cuenta de la mala baba que gasta cuando se pone. Dentro de su ingente producción, varias son las series en las que la verborrea del guionista ha dado mejores frutos: Hitman, Preacher y Punisher. En un futuro no muy lejano hablaremos probablemente de las dos primeras, lo que nos permite centrarnos a continuación en la colección de Frank Castle.

A lo largo de los últimos ocho años, y a través de tres colecciones, Ennis ha demostrado que tras el arrollador éxito que cosechó con la grandiosa Preacher, mantiene una forma envidiable. El primer contacto del guionista con el justiciero de Marvel, se desarrolla en una maxiserie de 12 números dentro del sello Marvel Knights creado por Joe Quesada. En el año que abarca la aparición de dicha maxiserie, Ennis coloca de nuevo a Punisher en el lugar que se merece dentro del universo marveliano y, haciendo gala del humor gamberro y extremo que le caracteriza, nos deja una de las mejores (sino la mejor) historia de cuantas se han contado acerca de Frank Castle. Tanto es así, que en la fallida adaptación a la gran pantalla protagonizada por Thomas Jane, los vecinos de Castle y el personaje del Ruso son calcos de sus contrapartidas bidimensionales.


Tras esa primera maxiserie se decide, desde las altas cúpulas de Marvel, que ya es hora de devolver al Punisher a su lugar mensual, dando comienzo así, aún bajo el sello Marvel Knights, la primera serie regular del personaje guionizada por Ennis. Durante 37 números, y tres años Ennis vierte todo su buen hacer a la hora de confeccionar esos secundarios extremos que tanto le caracterizan y que tan buen telón de fondo conforman en casi todas sus colecciones. Violencia sádica, sangre y situaciones límite llevadas a la hipérbole, caracterizan a una colección cuyas ventas, sin ser sobresalientes, permiten a Ennis seguir disfrutando mes a mes con la escritura de un personaje que, hoy por hoy no se entendería sin su singular aportación. A su lado, en la primera singladura y en el arranque de esta segunda, un Steve Dillon cuyos personales lápices ya pudiéramos disfrutar en Preacher. Junto a Dillon, serán dibujantes de regular aparición en la colección los correctos Goran Parlov, Manuel Gutierrez, Leandro Fernandez y John McCrea (creador junto a Ennis de Hitman).

Mudada la colección de Marvel Knights (que se queda chico para el bestial tratamiento que Ennis da al personaje) la serie va a parar al sello Max, orientado a un público adulto. Y es precisamente en el transcurso de los 57 números aparecidos hasta la fecha bajo este sello donde nace Barracuda; probablemente el mayor cabronazo que haya pisado nunca una viñeta (y mira que Castle se las gasta que da gusto). Un negro inmenso que sólo sabe hablar con tacos, follar y matar a quien se le ponga por delante. Tanta dulzura no es pasada de largo por Punisher que, en uno de sus encuentros, le corta los dedos de una mano y lo echa a los tiburones.

Sobreviviendo a tan traumática experiencia es cómo encontramos a "Cuda" al comienzo de esta miniserie cuya primera página dice todo acerca de Ennis: en primer plano una prostituta limpiándose la boca, en segundo un Barracuda con cara de felicidad subiéndose la cremallera del pantalón. Tras esa splash page, lo que sigue no tiene desperdicio: un antiguo conocido de nuestro peculiar héroe le encarga que se lleve a su hijo hemofílico (sic) a que se haga un hombre matando a uno de sus principales enemigos. Como podrán imaginar no será tarea fácil.

Ennis se lo pasa bomba escribiendo unos diálogos en los que la necesidad de contención es nula. Hay tacos, actitudes salvajemente violentas, sexo, desnudos, drogas y sangre para saciar al más pintado; todo ello aderezado del negrísimo sentido del humor que caracteriza al guionista irlandés. En el apartado gráfico Parlov, cuyo parecido al patriarca de los Kubert es innegable, cumple de sobra con lo que exige el guión planificando perfectamente las páginas y componiendo un conjunto que supera con mucho a lo que los otros dibujantes de la serie regular (sobre todo Leandro Fernández) son capaces de ofrecer.

Entretenimiento que se devora en un suspiro, Barracuda: El Regreso es una de esas lecturas de transición (entre otras de mayor calado) tan necesarias como agradecidas a las que, de cuando en cuando, hay que recurrir. Cómic de evasión en estado puro, sin más pretensiones que hacer pasar un rato extremadamente divertido a aquellos que se acerquen a sus páginas. Si lo hacen lleven consigo un pañuelo, no vaya a ser que tanta sangre termine salpicándoles.

Sergio Benítez (1)

EDITORIAL

Como decía Virginia Madsen al comienzo de Dune: "A beginning is a very delicate time", y aunque uno ya esté curtido en esto de escribir por la red, no deja de ilusionar arrancar con un nuevo proyecto. Este que aquí comienza es el hijo bastardo de aquella sección de BsoSpirit llamada Comic Bites con la que pude desfogar mis ansias de comentar comics durante unos meses (mis neuras sobre cine y música de cine las podéis encontrar en CineyBso, enlazado a la derecha).

Proyecto con fecha de caducidad desde su prematuro parto, Comic Bites fue paulatinamente relegado a un segundo plano por diversas razones (matrimonio, trabajo, y alguna que otra cosa más). Y es ahora, un par de años (o quizás algo más) después de mi última entrada en aquel proyecto, cuando me decido a despegar con este.

lecturas reCOMICdadas nace con la clara vocación de cubrir un área a la que otros respetables espacios virtuales dedican sólo parte de su tiempo: la crítica de cómic. Este será un blog dedicado exclusivamente a reseñar, de forma más o menos intensa, todas aquellas lecturas que pasen por mis manos y, en principio, por las de mi ilustre colaborador y gran amigo Mario.

No limitaremos nuestros comentarios a género, procedencia, formato o, más importante aún, fecha de edición. Ello quiere decir que tan pronto podréis encontraros con un comentario acerca de las virtudes de Puta Fábrica (editado por La Oveja Negra en estos días) como una mirada al pasado lejano centrado quizás en reavivar los escoldos dejados por el Full Circle de Alan Davis.

Intentaremos además, siempre que nuestro tiempo lo permita, que el blog mantenga una cadencia de actualización bi-semanal, un ritmo en el que Mario y un servidor (y quizás alguien más que se sume en nuestra andanza) verterán en estas líneas de tinta inexistente todo aquello que consideren oportuno acerca del cómic de turno.

No puedo terminar sin dedicar el espíritu de este Blog que ahora despega a quien le sirvió de inspiración. Vaya pues nuestro recuerdo para el extinto The Fourth Rail, que durante muchos años permitió, a quien estas líneas firma, el acceso a todo un nuevo mundo de cómics por colonizar.

NUFF SAID!