Dibujo: Horacio Altuna
Editorial: Planeta DeAgostini
Formato: Álbum Cartoné. 72 Páginas
Precio: 12.95€
Calificación: 8.5/10
Las editoriales de cómics en nuestro país, normalmente nos suelen dar buenas noticias con la publicación de este o aquel tebeo, aunque varias son, por desgracia la veces que la pata hasta el fondo meten. Lejos de enumerar aciertos y errores, como si de un juez se tratara (¡¡Dios me salve!!) hay que reconocer que alguna vez suelen tener ideas bombillas que no puedo mas que quitarme el sombrero y alabar a ese editor que tuvo tan genial pensamiento.
En este caso, me estoy refiriendo a Planeta al montar su colección exclusiva dedicada al maestro argentino Horacio Altuna, del que no hace mucho se editó su primer número que tan bien, como siempre, nos recomicdó Sergio: la genial Las puertitas del Sr. López, con el no menos malo Carlos Trillo a los guiones. Ahora editan el número dos, Charlie Moon, donde se vuelve a juntar el tándem, a los que se nota que les une una química, que les hace parir tebeos de calidad indudable.
El cómic trata sobre la época americana de la gran depresión, allá por la década de los 30, mostrándonos a un joven y su supervivencia en esos tiempos de carencia y pobreza. Tanto el protagonista, claramente basado en el Holden Caulfield de El Guardián en el Centeno de Salinger, como la ambientación están claramente conseguidos; no obstante, a la historia le acompañan fotografías reales en blanco y negro donde se comprueba la inspiración de Altuna para los personajes y paisajes, mostrándonos, sobre todo, a un dibujante en estado de gracia (realmente no conozco trabajo malo de este autor, siempre con un sexto sentido para elegir buenas historias y buenos guionistas).
Son cinco historias donde él y Trillo nos muestran el despertar a la vida de este jovenzuelo. En ellas encara la iniciación sexual, conoce el racismo y la violencia, la amistad, la dureza del trabajo, la realidad de las idealizaciones (genial esa historia donde conoce a su ídolo, un trompetista de jazz, que resulta que es un borracho desagradable). Todas las historias guardan un cierto desengaño fatalista al final de ellas, muestrario de cómo es la vida, como curte, y de cómo hay que aprender de ella.
A riesgo de repetirme, no puedo acabar esta recomicdción sino es con una alabanza declarada a un trabajo de Altuna que es sencillamente impresionante: la mayoría de las viñetas son alargadas en sentido horizontal o vertical, mostrándonos el autor su dominio perfecto de la narrativa, su detallismo realmente evocador, o esos silencios que dan lugar a la introspección y a la calma pausada en la historia. Charlie Moon cuenta casi más con silencios que con los textos, dejando los autores que te introduzcas en la época y el relato de forma atemperada. Altuna siempre ha dicho que cuando hace una historieta imagina que la está filmando, logrando más dramatismo cuando acerca la cámara y perdiéndolo si se aleja, una forma de trabajar que le lleva a crear historias dibujadas como auténticos relatos filmados. El único pero que le podría poner al tebeo es su corta extensión, cinco historias de apenas cuatro o cinco páginas que lleva a pensar que si hubieran alargado su extensión tendríamos aquí un tebeo de más enjundia y todo un tratado sobre la depresión americana y la iniciación de un pobre joven en aquellos tiempos.
Toni (19)
2 comentarios:
Está muy pero que muy feo que hayas dejado a las puertas del sobresaliente a una obra que lo merece sin duda alguna. Pero vamos, que Altuna es muy grande eso no lo pone en tela de juicio nadie.
Saludetes,
Sergio
Yo es que nunca he sido muy amigo de puntuar. Pero bueno cuando pongo un 8:50 o 9:00 es un sobresaliente como una casa y si queda alguna duda la lectura de la recomicdación denota mi cara de admiración ante este tebeo y ante este hombre.
Saludos.
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