martes, 27 de abril de 2010

CHEW Volume 1: Taster's choice

Guión: John Layman

Dibujo: Rob Guillory

Editorial: Image Comics

Formato: TPB 128 páginas

Precio: 9,99$

Calificación: 8/10

Todos los coleccionistas de comics sabemos que pillar el primer volumen de una colección a ciegas no es tarea fácil. La mayoría de las veces, una vez terminada la lectura, nos preguntamos quien nos mandaría ampliar el abanico de lecturas, con lo bien que estábamos con las que ya seguíamos.

Ultimamente cuando me acerco a una colección lo hago con una marcada predisposición a que no me guste. Quizás sea producto de los tiempos que nos ha tocado vivir a los consumidores de cultura mediática. Hay demasiado producto donde escoger y los controles de calidad no son todo lo rabiosos e infalibles que cabría esperar. A veces se presuntea, se pide prestado, pero comprar a ciegas como solíamos hacer no hace mucho es cada vez mas raro.

Por eso, cuando algo como Chew llega a tus manos y ves que está creada por un tipo llamado John Layman, en cuyo curriculum encontramos cosas como Dinastía de M: Cuatro Fantásticos o Marvel Zombies (para mi los únicos zombies que parecen tener algo que contar son los de Kirkman y los que dieron origen a la fiebre marveliana comecerebros escritos por Millar), uno abre el tomo con cierto aire de desinterés. Pero claro, no olvidemos que todo el mundo la pone por las nubes, y que te ha salido tirada de precio, así que te acaba de llegar a casa, así que te pones a leer.

Es entonces cuando te encuentras con Tony Chu, un detective cibopático que consigue las pistas de sus casos de lo que come. Con sólo un bocado, sabe dónde ha estado, quién la ha tocado y de dónde viene esa comida. Chu trabaja para la División de Crímenes Especiales de la FDA, organismo gubernamental que investiga los más extraños crímenes del mundo. Y en uno de sus casos y teniendo que luchar contra el reloj para atrapar a un asesino caníbal, Chu toma una decisión tan radical y horrible que cambiará su vida y su don para siempre. Ah, y debido a un brote mundial de fiebre aviar todo el pollo ha sido prohibido por el gobierno y se ha convertido en el equivalente al alcohol en la época de la ley seca, en lo que será seguro una de las líneas argumentales recurrentes de la serie.

Layman, ayudado brillantemente en el apartado gráfico por un gran Rob Guillory, pasa de la comedia negra al horror en cuestión de dos viñetas. Los dos artistas trabajan a la perfección juntos en esta depravada versión del mundo que nos ofrece esta colección. Y es que el final del primer tomo deja con ganas de mas, de mucho mas. Así que cuando tengas este tomo en tus manos (si es que algún día se publica por aquí) y te dispongas a abrirlo, hazlo con la seguridad de que vas a disfrutar de una lectura original, salvaje y extrañamente fascinante. Y no comas pollo en una temporada, por lo que pueda pasar…

Jose (45)

3 comentarios:

Nacho dijo...

¡¡Te juro que de ésta semana no pasa!!

(llevo más de un mes prometiéndole a Jose que me la voy a leer...)

Saludos!

Jose dijo...

El Viernes te pregunto, Nacho, y como no te lo sepas...

Un abrazo,

sebelo2 dijo...

Ya me comentaste en su momento que estaba bastante bien. Supongo que esperaré a que lo saque Planeta, o a acordarme de pedirlo en una de esas "visitas periódicas" que hago por el Book Depositary ;)
Saludetes,
Sergio