martes, 20 de abril de 2010

La CRUZADA de los NIÑOS




Guión: Neil Gaiman & VVAA

Dibujo: Chris Bachalo & VVAA

Editorial: DC

Formato: Varios

Calificación: 7/10

Corría el año 1994, y en las oficinas de la editorial Vertigo debieron pensar que, si contaban con un buen puñado de series regulares, que gozaban de buena salud mensual, porqué no emular a su editorial “madre”, DC Comics, y preparar algún tipo de evento que uniera a todas las series durante algún tiempo, provocando que los lectores de determinadas series tuvieran que leer las demás para conocer la historia completa, y ganar así algunos lectores más, que nunca vienen mal. La idea no era del todo mala, y si además contaban con el multipremiado Neil Gaiman como guionista, miel sobre hojuelas.


El evento tuvo lugar, como ya he comentado, en 1994, y los editores tuvieron el suficiente critero (¿me oyes, Dan Didio?) de hacer que este cruce no tuviera lugar en las series regulares, dada la complejidad de tramas de muchas de las mismas, sino en dos especiales que abarcaran todos los personajes y que daban inicio y fin a todo, y entre estos dos, en los anuales de las respectivas series.


Así, el primer capitulo del cruce (no lo llamo saga porque podrían confundirlo con Final Crisis o Secret Invasion) era obra de Neil Gaiman y Chris Bachalo, y allí se nos contaba como la desaparición de todos los niños del pueblo de Flaxdown, ponía sobre la pista a los detectives muertos Rowland y Paine, que pronto descubrirán que todos han ido a parar a País Libre, un idílico lugar que esconde mil y un secretos.


Para terminar de involucrar al resto de series de la casa, se echaba mano de los niños o jóvenes de cada una de las series, para así tener la excusa perfecta para dedicar un anual completo al desarrollo de la trama. De esta forma, Maxine, la hija de Animal Man, la Dorothy de Doom Patrol o el Tim Hunter de los Libros de la Magia se verían involucrados en esta Cruzada de los Niños.


Como no podía ser menos, el relato de Gaiman resulta delicioso, sobre todo en los diálogos que mantienen los Detectives Muertos, simplemente perfectos. A los lápices, un Bachalo realmente inspirado, nada que ver con su trabajo actual en varias series, que brilla con especial intensidad en el tramo final, cuando para ilustrar la llegada de los niños a País Libre, utiliza tan sólo los colores rojo y azul, sobre sombras negras, con un resultado espectacular.


El problema venía de la dispar calidad de los anuales que recogían el desarrollo de la saga, que iban desde la simple corrección de los anuales de Orquidea Negra, La Cosa del Pantano, o Los libros de la Magia, al desastre más absoluto de Animal Man o la Doom Patrol, cuyos guionistas debieron pensar que al tener niños de protagonistas, el nivel de guión debía ser el mismo.


Este irregular resultado intentaba cerrarse medianamente bien con el segundo especial, nuevamente de la mano de Gaiman, acompañado de muchos de los guionistas de los anuales, y es que, por mucho interés que el autor de Sandman tuviera en que todos los cabos quedasen bien atados, había desaguisados que era casi imposible justificar, devolviendo a cada guionista la tarea de arreglar sus propios errores.


La única pega que se puede poner, más allá de dos desafortunados anuales, es que de haber dejado todo el proyecto en manos de Gaiman y Bachalo, como un especial unitario, podríamos estar hablando de una maravillosa historia, al nivel de las miniseries que ambos autores dedicaron a Muerte, la hermana de Sandman.


Jose (44)

2 comentarios:

Nacho dijo...

Si mi encefaloplano no me engaña, los señores de Zinco tuvieron el acertado criterio de publicar únicamente el par de especiales centrales de la serie en un tomete, dejando en el aire el resto del evento.

Al fin y al cabo, si se te van a tirar al cuello por no publicar parte de los anuales de las series, mejor no publicar ninguno...

Saludos!

Alberthor dijo...

Totalmente de acuerdo con la reseña, aunque yo le hubiese puesto menos nota aún. Las partes del señor Gaiman las disfruté muchísimo, pero las que no eran suyas eran muy regulares e incluso malas. Al final queda ese regustillo de ni fu ni fa y con el tiempo se va asentando un buen recuerdo de las historias de Gaiman ¿debería darle una relectura? hummm no sé no sé.

Saludos!