Dibujo: Steve Dillon
Editorial: DC
Formato: 9 TPB. 224-264 Páginas
Precio: $14.99-17.99
Calificación: 9/10
Incluso os podría contar que como en casa yo soy el único que lee en inglés, al final la serie terminó cayendo también en castellano adquiriendo los tometes de Norma a partir de dónde Zinco lo dejó, financiados en parte por mi hermano, que era el interesado en su lectura. Y al final la colección se ha quedado en mi casa. Sip, ésta serie es uno de ésos materiales que se tienen duplicados por cuestiones idiomáticas. Y lo curioso es que con el paso de los años no me ha dado por desprenderme de ninguna de las dos versiones. ¿Alguien quiere alguna? Porque por un precio razonable... Y no, no es por comprar el anunciado cofre con tres megatochos planetarios, que deben de ser la leche de incómodos de leer. La cuestión es que definir Predicador no es tarea fácil. ¿Es una road-movie?¿Un western moderno?¿Desvarío religioso por culpa del guionista? Pues sí, es todo éso y algo más.
En el primer tomo habían dos historias diferenciadas, cosa que aprovecharon los de Zinco en su día para sacar dos tometes. La primera es básicamente el planteamiento de toda la serie, la segunda un interludio antes de meterse en todo el fregado. El principio de la serie es típicamente ennisiano: tres personajes en un local charrando y tomando algo. Ya puede ser un restaurante, un pub, un puesto de perritos en la calle, un local de striptease o en la cola del super, pero me faltan dedos en las manos para contar las veces que Ennis recurre al diálogo entre sus personajes de ésta forma. Bueno, pues resulta que están hablando entre ellos y poquito a poco, a base de flasbacks narrados por cada uno, se nos presenta una breve historia de ellos hasta que llegan al punto en el que los estamos leyendo.
Ennis nos escribe sus típicos diálogos reales como la vida misma, plagados de palabras malsonantes y coloquiales a más no poder. Y poquete a poco, nos enteramos de quienes son Jesse, Tulip y Cass. No nos lo cuenta todo de ellos (que todavía quedan más de sesenta números y varios especiales por delante), pero sí que logra que simpaticemos con ellos y nos interesemos lo suficiente para seguir con la serie.
La segunda historia nos plantea un punto de inicio en el que comenzar a buscarlo, a través de un amigo de Cass. Se adereza la cosa con un caso policial de un asesino en serie en New York, un poli con mala pata, otro con un curioso secreto y un amigacho de Cass casi tan peculiar como él y... ¡tachán! tenemos un pequeño descanso antes de la tormenta. ¡Y menuda tormenta! Aunque de éso ya hablaremos, pero tranquilos que meteremos el acelerador en el siguiente párrafo, porque como alargue ésto a más de diez entradas entre recopilatorios y especiales variados seguro que Sergio me manda de paseo...
Así que resulta que el trío protagonista se ve enfrascado en la búsqueda de Dios por todo el mundo, que es el motor principal de la serie. Ya sea New York, Francia o el mismísimo Alamo (recordemos que ésto es un semi-western). Durante su periplo descubrimos cosillas como el linaje de Jesucristo con María Magdalena, la historia de Proinsas Cassidy en la que sabremos cómo y por qué es lo que es, a una organización mala malosa que pretende controlar al mundo con un nuevo Salvador religioso, la importancia de John Wayne en la vida de Custer, y un sin fín de personajes a cada cual más estrambótico. Sobre el destino de Jesse y la resolución de la serie un servidor no va a decir absolutamente nada, no sea que se lo destripe a cualquier posible lector que todavía no se haya acercado a ella.
Y ahora vamos a rascar un poquete la superficie. Porque debajo del cafrismo al que Ennis nos tiene acostumbrado, en ésta obra tenemos un pequeño tironcillo de orejas a la sociedad americaniense. Temas como la droga, prostitución, fanatismo religioso, el fenomeno fan llevado al extremo, las secuelas de la guerra del Vietnam, la inmigración, la verdad, la integridad y resto de "valores americanos". Y es que no hay nada mejor como no ser americano para poder burlarse de las creencias de éstos.
Graficamente tenemos en todos y cada uno de sus números a Steve Dillon. Con si dibujo claro y limpio éste artista es capaz, curiosamente, de plasmar las más horribles y desagradables escenas de masacre, mutilación y destripamiento que Ennis escribe. Es de agradecer que no haya baile de dibujantes en la serie, dando una coherencia especial a la misma.
Pues eso, que si os gusta Ennis, las pelis de vaqueros, las series de Vertigo, una buena historia con su principio-nudo-desenlace, bien escrita y dibujada... ¿qué haces que no te pones a leer o releer el Preacher?
Saludos!
Nacho (45)
4 comentarios:
Preacher es una de las cosas más grandes que ha parido el tebeo yanqui. He dicho :P
Saludetes,
Sergio
Perdona Sergio. Es lo mas grande que ha parido el comic USA.
Y sintiendolo mucho no voy a seguir comentando nada mas en esta entrada. No puedo. Es superior a mi.
Saludazos
De no ser por esta serie, hubiera dejado definitivamente de leer tebeos "gracias" a todos los personajes hipermusculados y con pistolones que reinaban allá por los 90's.
Una serie de culto.
Saludos
Está la segunda en mi lista de DEBE SER LEÍDO... :p
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