Dibujos: Kyle Hotz
Editorial: Panini
Formato: Tomo 144 Páginas
Precio: 12 €
Calificación: 7/10
A estas alturas decir que Brian Michael Bendis es un maldito genio y uno de los mejores guionistas del momento sería como decir que la próxima entrega cinematográfica de Batman va a ser la bomba en cuanto a hacer taquilla se refiere, una auténtica obviedad. Y todo esto, ¿para qué? Pues para decir que el amigo Bendis ha rescatado del limbo Marveliano a un personaje creado hace ya algunos años, en el 2002, por otro grandísimo guionista, Brian K. Vaughan. Un personaje que reaparece en las páginas de la última saga publicada en nuestro país de Los Nuevos Vengadores: el Encapuchado.
La versión que nos vamos a encontrar en la miniserie original difiere un tanto de la de Bendis. Mientras que en la actual se nos muestra a un Parker Robbins bastante frío, calculador y algo psicópata, para que negarlo, la paliza que le propina a una heroína Marvel es bastante cafre; en su versión Vaughan está algo más suavizada. Ninguna es mejor o peor, tan solo son diferentes porque al tono de la historia le pega más una versión u otra.
Si antes alababa la capacidad de Bendis para crear una historia de proporciones cataclísmicas con un par de muertos de hambre y tres héroes no utilizados en siglos, Vaughan no le va a la zaga en absoluto. En este tomo editado por Panini nos vamos a encontrar la historia de un raterillo y su colega borrachín, una capa y unas botas que proporcionan poderes y unos malos con una capa de polvo de dos dedos encima: Constrictor, Jack O´Lantern (creo que este era su nombre, es el tipo que tiene una calabaza ardiendo por cabeza) y Conmocionador. Villanos con un regusto añejo, algo que le viene que ni pintado al tono de la historia. Y es que Vaughan se maneja bastante bien con este tipo de personajes, consigue que mostremos cierta simpatía por un ladrón que engaña a su novia embarazada y que no duda en quitar de en medio a quién se ponga en su camino.
La lectura del tomo es bastante rápida y fluida, muy amena, y gran parte de culpa la tiene su dibujante Kyle Hotz. Su estilo sombrío es perfecto para narrar las aventuras de este Encapuchado. Retrata de manera perfecta los bajos fondos y ese ambiente underground superheroico. De sus trabajos anteriores conocía su Ghost Rider 2099, su Hulk junto a Paul Jenkins o su Agency también junto a Jenkins, pero he de reconocer que es este trabajo para Marvel en el que se desata en cuanto a expresiones faciales, ambientes sórdidos, escena de acción y una muy buena narrativa. El hecho de estar entintado por Eric Powell, autor del Bruto, ayuda a que el dibujo de Hotz tenga un estilo aun más personal si cabe, yo lo definiría como un Kelley Jones Bachalizado y con ciertas pinceladas caricaturescas made in Powell.
Toda una sorpresa por partida doble. La primera es la agradable lectura que ha resultado de algo que en un principio se antojaba un cómic entretenido, con un dibujo simpático y poco más (¿poco más? ¿Si ésa no es la idea de un buen cómic, no sé cual será?) pero que se ha convertido en un tebeo bastante sólido y de futuras relecturas. Tan solo un pequeño pero a la trama, y es que ésta queda abierta. El final de la lectura provoca una ligera sensación de ¿y ahora qué?. El segundo punto sorpresivo es que Panini se haya atrevido a publicar esta miniserie de culto después de seis años ¡¡SEIS AÑOS!! Jo macho, como hagan la secuela, aplicando una regla de tres simple, la veremos por aquí a eso del 2014. Y yo que lo vea.
La versión que nos vamos a encontrar en la miniserie original difiere un tanto de la de Bendis. Mientras que en la actual se nos muestra a un Parker Robbins bastante frío, calculador y algo psicópata, para que negarlo, la paliza que le propina a una heroína Marvel es bastante cafre; en su versión Vaughan está algo más suavizada. Ninguna es mejor o peor, tan solo son diferentes porque al tono de la historia le pega más una versión u otra.
Si antes alababa la capacidad de Bendis para crear una historia de proporciones cataclísmicas con un par de muertos de hambre y tres héroes no utilizados en siglos, Vaughan no le va a la zaga en absoluto. En este tomo editado por Panini nos vamos a encontrar la historia de un raterillo y su colega borrachín, una capa y unas botas que proporcionan poderes y unos malos con una capa de polvo de dos dedos encima: Constrictor, Jack O´Lantern (creo que este era su nombre, es el tipo que tiene una calabaza ardiendo por cabeza) y Conmocionador. Villanos con un regusto añejo, algo que le viene que ni pintado al tono de la historia. Y es que Vaughan se maneja bastante bien con este tipo de personajes, consigue que mostremos cierta simpatía por un ladrón que engaña a su novia embarazada y que no duda en quitar de en medio a quién se ponga en su camino.
La lectura del tomo es bastante rápida y fluida, muy amena, y gran parte de culpa la tiene su dibujante Kyle Hotz. Su estilo sombrío es perfecto para narrar las aventuras de este Encapuchado. Retrata de manera perfecta los bajos fondos y ese ambiente underground superheroico. De sus trabajos anteriores conocía su Ghost Rider 2099, su Hulk junto a Paul Jenkins o su Agency también junto a Jenkins, pero he de reconocer que es este trabajo para Marvel en el que se desata en cuanto a expresiones faciales, ambientes sórdidos, escena de acción y una muy buena narrativa. El hecho de estar entintado por Eric Powell, autor del Bruto, ayuda a que el dibujo de Hotz tenga un estilo aun más personal si cabe, yo lo definiría como un Kelley Jones Bachalizado y con ciertas pinceladas caricaturescas made in Powell.
Toda una sorpresa por partida doble. La primera es la agradable lectura que ha resultado de algo que en un principio se antojaba un cómic entretenido, con un dibujo simpático y poco más (¿poco más? ¿Si ésa no es la idea de un buen cómic, no sé cual será?) pero que se ha convertido en un tebeo bastante sólido y de futuras relecturas. Tan solo un pequeño pero a la trama, y es que ésta queda abierta. El final de la lectura provoca una ligera sensación de ¿y ahora qué?. El segundo punto sorpresivo es que Panini se haya atrevido a publicar esta miniserie de culto después de seis años ¡¡SEIS AÑOS!! Jo macho, como hagan la secuela, aplicando una regla de tres simple, la veremos por aquí a eso del 2014. Y yo que lo vea.
Marione (8)
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