Dibujo: Alex Robinson
Editorial: Astiberri
Formato: Cartoné. 352 Páginas
Precio: 24€
Calificación: 8/10
Aunque tanto este tomo como el de Malas Ventas habían pasado ya por mis manos varias veces en diferentes visitas a dispares tiendas de cómics, nunca me había planteado su compra por un motivo muy claro: las evidentes carencias como dibujante (que no narrador) de Alex Robinson. El ser independiente no es óbice para que sólo tu vena de escritor sea la que cautive al potencial público que se acerca a tus obras, pero en el caso de Robinson, tal afirmación es muy cierta. El problema que ello plantea a un primer acercamiento a la obra del artista es que si no es por algún tipo de recomicdación será difícil aproximarse a ella. En mi caso dicha recomicdación llegaba, en el recuerdo, por parte de un Mario al que Malas Ventas había gustado bastante.
Sin la solidez suficiente como para que la acción causa (recomicdación) efecto (compra del tomo) fuera directa, indagué un poco por la red, encontrándome con que todas las reacciones apuntaban hacia la genialidad de Estafados. Decidido a probar, compré el tomo y presto me puse a la lectura. Lo primero que detecté, y que ya sabía, es que el dibujo de Robinson estaba lejos de agradarme. No se si es la extrema caricaturización de la figura humana, o sus acusadas carencias a la hora de controlar la anatomía de sus personajes, pero el caso es que el de Robinson es uno de esos dibujos que uno se atrevería a decir (aunque fuera en voz baja) que es feo. ¿Porqué entonces una calificación tan elevada?. Sencillo. Lo que Robinson carece como dibujante lo suple con creces como narrador y en exceso como escritor.
Como narrador, Robinson experimenta con la composición de página y el tempo de la acción a placer, siendo un ejemplo brillante de la conjunción de ambos factores esas últimas páginas que intentan mostrar visualmente esa frase hecha de que "cuando vas a morir tu vida pasa por delante de tus ojos en pocos segundos". Como escritor, descubro a un artista hábil en todo aquello que a uno pueda antojársele necesario para hacer avanzar una historia de vidas cruzadas con personajes tan dispares como una estrella del rock, un obsesivo y repulsivo gusano de oficina o un falsificador de artículos deportivos. La facilidad de Robinson para ir haciendo que estos dispares personajes formen parte de un crisol coherente sólo está reñida por su asombrosa capacidad para convertir hasta el más mínimo detalle en pieza fundamental del lienzo que es Estafados.
Dos detalles son los que no terminan de elevar a esta novela gráfica a la categoría de sobresaliente. Uno ya lo hemos comentado, su dibujo; el segundo es que el giro final se antoje demasiado forzado, como si Robinson quisiera endulzar el tono gris de todo el relato, aunque para hacerlo use sacarina en lugar de azúcar. Tal rotura con el discurrir de la historia provoca que su coda no entronque con las sensaciones que van transmitiendo esos capítulos en cuenta atrás (genial recurso, por cierto). Aún así, esas ocho páginas no tienen tanto peso específico en la valoración global como para arruinar una lectura que, ante todo, consigue difuminar de forma brillante la barrera entre cómic y novela.
Sin la solidez suficiente como para que la acción causa (recomicdación) efecto (compra del tomo) fuera directa, indagué un poco por la red, encontrándome con que todas las reacciones apuntaban hacia la genialidad de Estafados. Decidido a probar, compré el tomo y presto me puse a la lectura. Lo primero que detecté, y que ya sabía, es que el dibujo de Robinson estaba lejos de agradarme. No se si es la extrema caricaturización de la figura humana, o sus acusadas carencias a la hora de controlar la anatomía de sus personajes, pero el caso es que el de Robinson es uno de esos dibujos que uno se atrevería a decir (aunque fuera en voz baja) que es feo. ¿Porqué entonces una calificación tan elevada?. Sencillo. Lo que Robinson carece como dibujante lo suple con creces como narrador y en exceso como escritor.
Como narrador, Robinson experimenta con la composición de página y el tempo de la acción a placer, siendo un ejemplo brillante de la conjunción de ambos factores esas últimas páginas que intentan mostrar visualmente esa frase hecha de que "cuando vas a morir tu vida pasa por delante de tus ojos en pocos segundos". Como escritor, descubro a un artista hábil en todo aquello que a uno pueda antojársele necesario para hacer avanzar una historia de vidas cruzadas con personajes tan dispares como una estrella del rock, un obsesivo y repulsivo gusano de oficina o un falsificador de artículos deportivos. La facilidad de Robinson para ir haciendo que estos dispares personajes formen parte de un crisol coherente sólo está reñida por su asombrosa capacidad para convertir hasta el más mínimo detalle en pieza fundamental del lienzo que es Estafados.
Dos detalles son los que no terminan de elevar a esta novela gráfica a la categoría de sobresaliente. Uno ya lo hemos comentado, su dibujo; el segundo es que el giro final se antoje demasiado forzado, como si Robinson quisiera endulzar el tono gris de todo el relato, aunque para hacerlo use sacarina en lugar de azúcar. Tal rotura con el discurrir de la historia provoca que su coda no entronque con las sensaciones que van transmitiendo esos capítulos en cuenta atrás (genial recurso, por cierto). Aún así, esas ocho páginas no tienen tanto peso específico en la valoración global como para arruinar una lectura que, ante todo, consigue difuminar de forma brillante la barrera entre cómic y novela.
Sergio Benítez (167)
8 comentarios:
No puedo hablar mucho de éste estafados, pero lo que sí te puedo decir es que adquirí Malas ventas en su primera edición desglosado en ¿cinco? tomos y que, al igual que Mario, me gustó bastante.
En cambio no he llegado a picar con ninguna de las demás obras suyas publicadas. Curioso.
Saludos!
Pues sí, curioso, yo después de este Estafados piqué con Inolvidable. Malas Ventas está esperando a ser adquirido en un futuro indefinido.
Saludetes Nacho,
Sergio
P.D: por cierto, genial la tira de hoy con el disfraz de Havok ;).
'Chas gracias. Me alegro que te guste.
MODO PUBLICIDAD RASTRERA ON.
Y mañana recuerda que hay sesión doble de tiras, el enlace está a la derecha del blog.
MODO PUBLICIDAD RASTRERA OFF.
¿Y qué tal Inolvidable?
Saludos!
Vete a las entradas de Diciembre y lo averiguarás.....espera....¡pero si ya lo hiciste!, ¡si hasta hay un comentario tuyo coñe! ;P.
Y no me olvido de la doble ración de mañana, despreocupate.
Saludetes Nacho,
Sergio
Que mayor estoy, y que malito del cerebro. Eso deben de ser una combinación entre los berridos del crío cuando está de malas y el ponerme a su nivel intelectual para jugar con él cuando está de buenas.
Y encima al final dejé pasar el tomo...
Saludos
Jejejeje, lo que hace la paternidad ;).
Saludetes Nacho,
Sergio
leñe, como aprovechais que curro por las mañanas (sin internete claro esta) para apropiaros de los comentarios.....sois unos malvados!!
A mi me dejaron Malas Ventas hace tiempo(lo mismo si no me lo dejan tampoco habria conocido tan pronto a Robinson) y cai subyugado por la narración de este hombre, tanto que le quite importancia al dibujo.
Aparte de su narración, ese trenzado de serie americana hizo que me gustara mucho y me comprara todo lo que ha sacado como Estafados e Inolvidable, que aunque estan bien, los situo por debajo de Malas Ventas.
Pues eso.
Otra razón más para pillarme Malas Ventas...en cuanto pueda cae, aunque sea un tocho de impresión ;).
Saludetes Toni,
Sergio
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