viernes, 22 de agosto de 2008

JIMMY CORRIGAN EL CHICO MAS LISTO DEL MUNDO

Guión y dibujo: Chris Ware

Editorial: Planeta DeAgostini

Formato: Cartoné. 384 Páginas

Precio: 30 €

Calificación: 10/10

Los que hayan leído alguna de mis anteriores reseñas sabrán que gusto de meter algún chascarrillo gracioso con el único fin de distraer al lector e intentar enmascarar mi falta de pericia a la hora de la redacción del texto. Pues bien, hoy no habrá chiste fácil, hoy toca retratarse y dar mi opinión “a palo seco” sobre uno de los comics más tristes y más difícil de leer que he tenido el gusto de echarme a la cara.

Tenía este Jimmy Corrigan El Chico Más Listo Del Mundo en la pila de tebeos para leer desde hacía ya unos meses pero fue hace una semana cuando me interesé por la obra de su autor, Chris Ware. Empecé a rebuscar por internet hasta empaparme bien de todo el trasfondo que envolvía a su ACME Novelty Library. Ni que decir tiene que quedé totalmente fascinado a la vez que obsesionado con todo lo relacionado con este autor.

Por fin me sentí preparado para abordar la que han llamado La Primera Novela Gráfica, haciendo memoria recordé que dicho título recaía sobre Contrato Con Dios de Eisner. Mmmmm, habrá que sacar conclusiones. Y vaya si las saqué. Jimmy Corrigan es una obra monumental, totalmente innovadora en su campo, su autor demuestra tener una inteligencia, un sentido de la ironía y un dominio de la narración que pocas veces se pueden ver en un medio como éste, la delicadeza y detallismo de las ilustraciones de Ware son casi enfermizas, resumiendo, ¡¡OBRA MAESTRA TOTAL Y ABSOLUTA!!

Hasta el más mínimo detalle tiene su razón de ser en esta obra: una viñeta de tamaño microscópico, una onomatopeya, un tono de color más oscuro que otro, la mueca que hace un personaje, los silencios, ohhh los silencios, tan importante es saber qué decir en cada momento como el saber cuándo estar callado, un manejo impresionante de esta técnica.

En cuanto a la dificultad apuntada en el primer párrafo, no solo se refiere a la narración utilizada por Ware, sino también al malestar que pueda causar la lectura de la obra. Jimmy Corrigan es, sin miedo a equivocarme, el tebeo más triste, gris, frio, no en sentido peyorativo, y nostálgico que me he leído nunca. La historia es bien sencilla, Jimmy es un joven de 30 años que ha crecido bajo la sombra de su controladora madre y sin una figura paterna en la que apoyarse, ya que éste los abandonó hace tiempo. Años más tarde el protagonista recibirá una carta de su padre invitándolo a conocerse. Lo que sigue a continuación es un viaje desolador hasta los sentimientos más humanos en este tipo de situaciones: ¿cómo será mi padre?, ¿le caeré bien?, ¿tendré más hermanos?, ¿cómo será su casa?, y un largo etcétera que nos hará sentir una empatía brutal con el personaje a la vez que haremos nuestras todas esas inseguridades y fobias.

La narración de Ware es original como pocas. Desde la sobrecubierta que envuelve al comic, el cual es un desplegable con un árbol genealógico de los Corrigan, nos damos cuenta que lo que tenemos entre manos es algo visto pocas veces. Hay que hacer un esfuerzo brutal para entender ciertos gráficos que nos encontraremos a lo largo del libro. La narración exige un nivel de concentración bastante alto, un mínimo detalle que se nos pase puede pasar factura en la comprensión total de la obra. Ware hará que nos sintamos mal, utiliza una serie de recursos que van encaminados a hacer la lectura totalmente incomoda, plúmbea, lenta, meticulosa. Con un uso de los silencios sencillamente magistrales, haciendo que el paso del tiempo sea un personaje más en esta obra. Unos flasbacks con los que conoceremos a los antepasados de Jimmy en los que los colores nos ayudarán a no perdernos en uno de esos viajes temporales.

Como ya habrán deducido, Jimmy Corrigan me ha gustado bastante, hasta tal punto que desde ya, forma parte de ese grupo de tebeos que tengo que releer todos los años, al menos una vez. No me cabe duda que con cada nueva lectura irán apareciendo nuevos detalles y nuevos matices que ese genio-dios que es Chris Ware ha ido desperdigando por las páginas. Las ilustraciones de Ware, cuyas influencias más claras son Winsor McCay y Frank King, son de una belleza y un detalle paroxística. Unos colores planos pero elegidos con precisión de relojero.

Y es que todo encaja a la perfección en esta obra. Lo dicho anteriormente, quizás la lectura exija un mínimo de atención y compromiso por parte del lector, pero la recompensa que obtendremos será desproporcionada. No entiendo como una obra tan sumamente deprimente puede proporcionarnos un estado de felicidad tan exacerbado como en el que estoy ahora mismo. Bueno, sí que lo entiendo, lo repetiré por si hay alguien durillo de oído: ¡¡OBRA MAESTRA TOTAL Y ABSOLUTA!! Ahora sí, que bien me he quedao oigan.
Marione (13)

3 comentarios:

sebelo2 dijo...

Un 10 tuyo es garantía más que suficiente para que vaya a ir de cabeza a por ella.

El Hombre de la Pústula dijo...

Yo también aluciné, desde luego.

Y no sé qué más puedo decir.

Marione dijo...

Es que poco más se puede añadir cuandos una obra es tan redonda como ésta. Gracia por tu comentario.