miércoles, 17 de junio de 2009

ROMANCE KILLER

Guión: Doha Kang

Dibujo: Doha Kang

Editorial: Planeta DeAgostini

Formato: Libro Cartoné. 872 Páginas

Precio: 35€

Calificación: 7/10

Sentado delante del ordenador mirando de forma intermitente al teclado y a la pantalla en blanco del Blogger.

Bloqueo creativo de narices unido a un sueño descomunal.

Medio cerebro me grita para que no me ponga a escribir nada.

El otro medio me dice que me tumbe en el sofá y cierre los ojos al menos durante quince minutos.

No le hago caso a ninguno de los dos y arranco a escribir sin un rumbo definido.

De repente, un amago de idea que pasa por poneros a continuación el enlace de la recomicdación que hace unos meses hice por aquí de El Gran Catsby, primera obra de Doha publicada en España por Glénat que guarda muchos parecidos tanto en la historia como, sobre todo, en los aspectos gráficos con este Romance Killer. Ahí va:

El Gran Catsby

Os dejo unos minutos para que os la leáis de nuevo (o por primera vez, da igual).

Sigo con el bloqueo.

Mis neuronas sólo me dan para comentar que, en cuanto a dibujo, este nuevo trabajo del autor coreano está completamente protagonizado por humanos y dibujado, según se desprende de una estupenda entrevista recogida al final del tomo, por completo en el ordenador, usando Sketchup (curioso detalle ya que es un programa que yo, como arquitecto, uso bastante) para la generación de los edificios y entornos, de nuevo un punto muy cuidado de la narración.

Demasiadas palabras juntas.

Mi lóbulo frontal se resiente.

Habrá que usar párrafos más cortos.

Doha mantiene la descompresión narrativa que se le apreciara en su anterior obra, siendo más llamativa quizás aquí por el hecho de...

Llaman por teléfono.

"¿Señor Fernández?"

Se han equivocado.

¿Por dónde iba?

¡Ah!...por el hecho de estar toda la historia editada en un único volumen cuyas cerca de novecientas páginas ponen en serio peligro la integridad de nuestras muñecas. Pero si no molestaba en El Gran Catsby, tampoco lo hace aquí, sirviendo a la historia de forma brillante el espacio infinito que le otorgan las viñetas para poder respirar entre ellas.

Ufff, esa última frase me ha costado.

Demasiada carga metafórica.

Hay que simplificar.

En cuanto al guión, el manhwaka (¿se dice así?), nos ofrece de nuevo un complejo pentágono amoroso con vértice principal en el protagonista, un antiguo asesino a sueldo. Y secundarios en su mujer (a la que conoció pues era el objeto de un "encargo"). La hija de esta de un matrimonio anterior. La amiga íntima de su hijastra, y oscuro objeto de deseo. Y un joven aprendiz de asesino con demasiadas ganas de demostrar su valía.

Los ojos se me enrojecen.

Me quito las lentes de contacto.

Mejor.

A ver si ahora puedo hilar más de cinco frases seguidas.

Entre los cinco personajes, Doha va creando una espiral en la que hay cabida para todo, desde la pederastia, hasta el incesto, pasando por las relaciones lésbicas o los embarazos indeseados. Temas todos que, menos el motor inicial de la historia, la atracción del cuarentón protagonista por una adolescente, son empujados hacia un final al que le es imposible causar indiferencia: por mucho que parezca atribulado, o demasiado precipitado dado el relajado ritmo del resto de la narración, la intención de Doha para con el clímax se mantiene intacta en toda su brutalidad, dejándose llevar el autor por una poderosa temporización cinematográfica que otorga al conjunto un enorme empaque.

Dos frases (bueno, tres si contamos con los dos puntos).

Esta visto que no es mi tarde.

Podrá acusársele de cierto carácter folletinesco (y no andarán muy desencaminados los que así lo hagan). Y habrá quien no pueda soportar que durante veinte páginas sólo haya veinte viñetas y ni un sólo bocadillo de diálogo. Pero ese es Doha. Un autor diferente con una visión muy particular de cómo hacer un cómic que resulta fascinante (al menos para el que esto suscribe) si uno se deja atrapar por su personal juego.

Lo dejo.

Una ducha fría y a ver si me despejo.

A más ver.

Sergio Benítez (186)

6 comentarios:

. . dijo...

OOOOOooooaaaahhh!! Si es que éso del sueño se pega. Y da igual a qué hora leas la reseña. Da sueño.

Y si lo unimos a mi nulo interés en la obra, pues más sueño aún.

Voy a ver si logro echar una cabezadita ahora que el jefe no mira...

Saludos!

sebelo2 dijo...

Jejeje, hazlo con disimulo, para que no te pille, que no está la cosa para perder el trabajo ;P.
Saludetes Nacho,
Sergio

Jose dijo...

Muy buenas, Sergio. Ya sabemos quien sigue siendo el jefe...

Te hago yo una reseña de estas, y me voy a la calle corriendo...

Mira que dormirte con un comic...

Saludos.

sebelo2 dijo...

Ey,ey,ey, que yo no he afirmado en ningún momento haberme dormido con el cómic, sino tener un sueño de narices cuando me iba a poner a escribir, que son cosas diferentes.
Y de todas formas, si me quiero dormir leyendo un tebeo, pues estoy en mi derecho....que para eso soy el jefe como muy bien has apuntado ;P.
Saludetes Pepito,
Sergio

Jose dijo...

Señor, sí Señor!!!!

Psssst, Nacho, vaya como se ha puesto el jefe. Que no se entere, eh? pero está un poco creidillo.

Saludos

sebelo2 dijo...

Jajajajaja.
¡¡Señor Pérez, a la pizarra y me copia cien veces: No hablaré con otros niños cuando el profesor esté en la clase!! ;P
Saludetes Jose,
Sergio