Dibujo: Duncan Fegredo
Editorial: Norma
Formato: Cartoné. 200 Páginas
Precio: 20€
Calificación: 5/10
Más o menos a la mitad de la lectura de este La Oscuridad Llama (octavo volumen dentro de la saga de Hellboy) recordé por qué había dejado de leer al personaje hacía unos cuantos años. La razón no era otra que los agotadores guiones de Mignola. A simple vista, pues sólo hace falta arañar la superficie para darse cuenta de ello, es más que evidente que lo que le sobra al dibujante en su faceta puramente visual, le falta en la que necesita a la hora de controlar las historias en las que aquella se desarrolla. Pero no siempre fue así...
Corría 1994 cuando Mignola creaba a Hellboy, un demonio venido a la Tierra y criado como un humano para luchar contra toda clase de criaturas malignas. Original en su planteamiento y excepcional en su desarrollo, Hellboy: Semillas de Destrucción, que el dibujante escribía con la inestimable ayuda de John Byrne, era un ejemplar arranque para una colección que prometía muchísimo, sobre todo en lo que se refería al verdadero papel del personaje en ese temido Ragnarok.
Durante los catorce años que separan a ese primer volumen del que nos ocupa, Mignola ha conseguido lo que está al alcance de muy pocos. No sólo ha seguido desarrollando a placer la historia del personaje, sino que ha creado casi toda una línea editorial en la que hay cabida para novelas ilustradas e incluso un spin-off de la serie matriz. Y por si ello fuera poco, el dibujante ha visto como su creación era adaptada a la gran pantalla en dos películas dirigidas por Guillermo del Toro. Lo que todos estos datos tan conocidos ocultan es que tanta parafernalia ha ido provocando una progresiva despersonalización de la serie principal hasta el punto de que la lectura de este La Oscuridad Llama consiga desesperar en no pocas ocasiones.
¿Que en qué se traduce esa despersonalización?. Pues básicamente en un guión que no tiene ni pies ni cabeza, algo que el artista ya venía apuntando desde El Gusano Vencedor. Y es que tras el arranque de la serie, y la publicación de su mejor entrega, Despierta al Demonio, Mignola comenzó a demostrar que, si bien tenía más o menos claro hacía donde quería llevar al personaje, no se podía decir lo mismo del camino que tenía que seguir para la consecución de dicho objetivo. Esta alarmante ausencia de claridad de planteamientos es la que durante todos estos años se ha venido traduciendo en historias que sí, tendrían su hilo de continuidad, pero lo sabían esconder muy bien.
Trasladando estos conceptos al volumen que nos ocupa encontramos a un Mignola que para la ocasión cede los lápices a un perfecto emulador, Duncan Fegredo. Vaaale, la historia de La Oscuridad Llama supone un paso más en ese camino que llevará a Hellboy a asumir su principal rol dentro del apocalípsis final. Vaaaale, Mignola retoma a muchos de los personajes que han ido apareciendo a lo largo de los años y forman ya parte imperturbable de la iconografía del personaje. Vaaaale, la venganza de la Baba Yaga es algo que se veía venir desde hacía tiempo pero, ¿de verdad eran necesarias tantísimas e interminables páginas para contar lo que se podría haber resumido en la mitad?. Es más, ¿no se os ha quedado una frustrante sensación de coitus interruptus al finalizar la lectura?.
Parece como si, por querer abarcar demasiado, a Mignola le hubiera venido grande una historia en la que más que narrar, desbarra, sacándose personajes y situaciones de la manga y resolviéndolos de la forma más absurda, convencional y abrupta posible. De hecho, lo que supone la parte más destacable de la lectura, el dibujo de Fegredo, sirve tan bien de reflejo de las carencias del guión, que en más de una ocasión hay que releer las páginas para darse cuenta de lo qué demonios está pasando.
A la postre queda claro que los años que he estado sin leer Hellboy no han sido suficientes; lo que lleva a una inexorable conclusión: la lectura de esta La Oscuridad Llama supone un punto y final en mis intentos por seguir a un personaje cuya vida se ha prolongado más allá de cualquier límite lógico. Así que sin más; a más ver, Hellboy.
Corría 1994 cuando Mignola creaba a Hellboy, un demonio venido a la Tierra y criado como un humano para luchar contra toda clase de criaturas malignas. Original en su planteamiento y excepcional en su desarrollo, Hellboy: Semillas de Destrucción, que el dibujante escribía con la inestimable ayuda de John Byrne, era un ejemplar arranque para una colección que prometía muchísimo, sobre todo en lo que se refería al verdadero papel del personaje en ese temido Ragnarok.
Durante los catorce años que separan a ese primer volumen del que nos ocupa, Mignola ha conseguido lo que está al alcance de muy pocos. No sólo ha seguido desarrollando a placer la historia del personaje, sino que ha creado casi toda una línea editorial en la que hay cabida para novelas ilustradas e incluso un spin-off de la serie matriz. Y por si ello fuera poco, el dibujante ha visto como su creación era adaptada a la gran pantalla en dos películas dirigidas por Guillermo del Toro. Lo que todos estos datos tan conocidos ocultan es que tanta parafernalia ha ido provocando una progresiva despersonalización de la serie principal hasta el punto de que la lectura de este La Oscuridad Llama consiga desesperar en no pocas ocasiones.
¿Que en qué se traduce esa despersonalización?. Pues básicamente en un guión que no tiene ni pies ni cabeza, algo que el artista ya venía apuntando desde El Gusano Vencedor. Y es que tras el arranque de la serie, y la publicación de su mejor entrega, Despierta al Demonio, Mignola comenzó a demostrar que, si bien tenía más o menos claro hacía donde quería llevar al personaje, no se podía decir lo mismo del camino que tenía que seguir para la consecución de dicho objetivo. Esta alarmante ausencia de claridad de planteamientos es la que durante todos estos años se ha venido traduciendo en historias que sí, tendrían su hilo de continuidad, pero lo sabían esconder muy bien.
Trasladando estos conceptos al volumen que nos ocupa encontramos a un Mignola que para la ocasión cede los lápices a un perfecto emulador, Duncan Fegredo. Vaaale, la historia de La Oscuridad Llama supone un paso más en ese camino que llevará a Hellboy a asumir su principal rol dentro del apocalípsis final. Vaaaale, Mignola retoma a muchos de los personajes que han ido apareciendo a lo largo de los años y forman ya parte imperturbable de la iconografía del personaje. Vaaaale, la venganza de la Baba Yaga es algo que se veía venir desde hacía tiempo pero, ¿de verdad eran necesarias tantísimas e interminables páginas para contar lo que se podría haber resumido en la mitad?. Es más, ¿no se os ha quedado una frustrante sensación de coitus interruptus al finalizar la lectura?.
Parece como si, por querer abarcar demasiado, a Mignola le hubiera venido grande una historia en la que más que narrar, desbarra, sacándose personajes y situaciones de la manga y resolviéndolos de la forma más absurda, convencional y abrupta posible. De hecho, lo que supone la parte más destacable de la lectura, el dibujo de Fegredo, sirve tan bien de reflejo de las carencias del guión, que en más de una ocasión hay que releer las páginas para darse cuenta de lo qué demonios está pasando.
A la postre queda claro que los años que he estado sin leer Hellboy no han sido suficientes; lo que lleva a una inexorable conclusión: la lectura de esta La Oscuridad Llama supone un punto y final en mis intentos por seguir a un personaje cuya vida se ha prolongado más allá de cualquier límite lógico. Así que sin más; a más ver, Hellboy.
Sergio Benítez (132)
6 comentarios:
Creo recordar haber leído en alguna parte que Mignola tenía claro a dónde llegar con el personaje, pero que todavía estaba a mitad camino. Quizás debería acelerar el ritmo, publicar ése desenlace que se supone que ya sabe cómo será y si quiere seguir viviendo del personaje realizar miniseries ambientadas en su pasado anterior a ése final.
De hecho me resulta mucho más interesante y leo con más ansian las miniseries del AIDP que las del demonio rojo.
Saludos!
Pues joder, que se de prisa, aunque, lo que es a mi, ya me ha perdido como lector...si es que...Spawn ha hecho mucho daño....pero mucho, mucho...
Saludetes Nacho,
Sergio
Hey, no te metas con Spawn. Que el Absolute Oversized Slipcased Platium Collerter's Edition de los tres primeros números con un porrón de extras por 450$ es una compra obligada por todo amante del noveno arte que se precie ;D
Saludos!
Bufffff, lo que me has dicho, a mí, Zas en toda la boca. Todo sobre Mike DIOS Mignola, no tengo palabras.
Bueno, ya en la introducción se aprecia que soy fan incondicional de Mignola, así que mi réplica no creo que fuese nada objetiva. Sólo apuntar que en la mayoría de las cosas no estoy de acuerdo con la reseña y que en algún punto sí que coincido.
A mí sí que me parece una gran serie y he disfrutado cada uno de los volúmenes que he leido y releido (de hecho es en la relectura donde más los disfruté). Que el que más flojo me parece es "semilla de destrucción" donde podía haber prescindido de Byrne cuya frase "la parte de mi cerebro que aún funciona..." es realmente cansina.
Estoy de acuerdo en que, siempre a mi parecer, Mignola funciona mejor en los relatos cortos más que en la historia central y que creo debería ir cerrando y centrarse más en las cortas (eso si es cierto que ya tiene planeado todo el desarrollo). Para terminar y no enrollarme más hacer notar que Fegredo hace un pedazo de trabajo aunque en principio era reacio dado lo purista que yo era en cuanto a la obra de Mignola, pero el estilo cuadra muy bien en el espíritu del personaje.
Nada más por no dar la brasa jajajaja. Se agradece que mantengas este ritmo de posteo.
P.D: Hellboy y AIDP son de las pocas series que sigo porque me parecen enormemente entretenidas.
Saludos!
A mi me paso un poco lo mismo. Empeze a leerlo y a gustarme cuando aparecio atraido por el canto del cisne de este rompedor y peculiar autor, pero con el tiempo le he ido dejando y saber que sigue dandole vueltas al Hellboy hace que no me llame mucho la atención.
Pues nada que añadir a lo que has dicho Alberto (¿es ese tu nombre?) más que nada porque difiere bastante de lo que opino en la recomicdación, y los gustos de cada uno son un universo en si mismos. Si te puedo decir que con otros trabajos de Mignola (como el Gotham by Gaslight o el Fahrd) sí disfruté de lo lindo en su momento. Y de nada por lo del ritmo de actualización, se seguirá manteniendo mientras se pueda ;).
Y sí, Toni, le sigue dando vueltas a lo mismo, a ver si acaba ya ..jejeje.
Saludetes
Sergio
P.D: Nachete, no me olvido de ti. En tu honor ya he pedido el Absolute Oversized Slipcased Platium Collerter's Edition por Previews ;P
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