Editorial: Astiberri
Formato: Rústica con solapas. 168 Páginas
Precio: 16€
Calificación: 7/10
Llega un momento en que cualquier justificación que se le quiera hacer a un conflicto armado resulta vacua, sin sentido y estúpida. Aplicando esta máxima a la lucha que judíos y musulmanes mantienen desde hace casi seis décadas nos encontramos con un ejemplo de lo absurda que puede llegar a ser la raza humana. Esta última afirmación es precisamente la conclusión a la que nos quiere conducir Alfonso Zapico con su nueva obra, Café Budapest.
Relato bien construido y documentado con exhaustividad, Café Budapest sigue las andanzas de Yechezkel, un joven judío húngaro que, tras sobrevivir los horrores de la Segunda Guerra Mundial, decide marchar de Hungría para reencontrarse con su tío Josef en Jerusalén. Con su madre (superviviente de Auschwitz) Chaskel, que es como lo llaman sus familiares, huye de un país que ha pasado de ser controlado por los Nazis a ser subyugado por los Comunistas, para encontrarse otro en el que musulmanes y judíos viven en una soliviantada calma a la espera de que las Naciones Unidas tomen una decisión con respecto al futuro estado de Israel.
En esta tesitura Zapico hace evolucionar el relato en torno a la contraposición de dos personajes, cuyas diatribas quedan encuadradas en el marco intercultural del café que da nombre al cómic y perfectamente complementadas por un reparto coral que sirve al autor para completar un magnífico fresco histórico. Chaskel, joven e idealista (y por tanto, inocente) no comprende por qué las diferencias de raza son óbice para el conflicto. Josef, un veterano de conflictos anarquistas que entiende demasiado bien lo que a su sobrino se le escapa, huye de cualquier implicación política o violenta ante el asombro de compatriotas judíos que lo tachan de traidor por variopintos motivos. El principal, regentar un café en el que judíos, musulmanes, egipcios e ingleses olvidan sus diferencias (que por más que nos obstinemos en pensar lo contrario, son INEXISTENTES) para pasar un buen rato.
El discurso del autor pasa con agilidad de la sonrisa al drama, apoyándose en un personal grafismo que define a la perfección a los personajes y juega con la composición narrativa a placer, regalándonos momentazos como esa visualización en paralelo de sendos atentados. La carga intelectual de lo que se desgrana en las poco menos de doscientas páginas, tan idealista como la del protagonista, se agradece (y mucho) en estos absurdos tiempos en los que nos ha tocado vivir. Aunque centrado en un conflicto que ha demostrado todo lo contrario a lo que él expone, la validez de las ideas expuestas por la lectura, resulta quizás de mayor empaque si cabe por oponerse firmemente a la sinrazón humana. Que además tan profunda reflexión provenga de alguien relativamente joven (el autor tiene veintisiete años) es una señal estupenda de que la juventud no esta "tan perdida" como la sociedad quiere hacernos creer. Una lectura muy recomicdable.
Relato bien construido y documentado con exhaustividad, Café Budapest sigue las andanzas de Yechezkel, un joven judío húngaro que, tras sobrevivir los horrores de la Segunda Guerra Mundial, decide marchar de Hungría para reencontrarse con su tío Josef en Jerusalén. Con su madre (superviviente de Auschwitz) Chaskel, que es como lo llaman sus familiares, huye de un país que ha pasado de ser controlado por los Nazis a ser subyugado por los Comunistas, para encontrarse otro en el que musulmanes y judíos viven en una soliviantada calma a la espera de que las Naciones Unidas tomen una decisión con respecto al futuro estado de Israel.
En esta tesitura Zapico hace evolucionar el relato en torno a la contraposición de dos personajes, cuyas diatribas quedan encuadradas en el marco intercultural del café que da nombre al cómic y perfectamente complementadas por un reparto coral que sirve al autor para completar un magnífico fresco histórico. Chaskel, joven e idealista (y por tanto, inocente) no comprende por qué las diferencias de raza son óbice para el conflicto. Josef, un veterano de conflictos anarquistas que entiende demasiado bien lo que a su sobrino se le escapa, huye de cualquier implicación política o violenta ante el asombro de compatriotas judíos que lo tachan de traidor por variopintos motivos. El principal, regentar un café en el que judíos, musulmanes, egipcios e ingleses olvidan sus diferencias (que por más que nos obstinemos en pensar lo contrario, son INEXISTENTES) para pasar un buen rato.
El discurso del autor pasa con agilidad de la sonrisa al drama, apoyándose en un personal grafismo que define a la perfección a los personajes y juega con la composición narrativa a placer, regalándonos momentazos como esa visualización en paralelo de sendos atentados. La carga intelectual de lo que se desgrana en las poco menos de doscientas páginas, tan idealista como la del protagonista, se agradece (y mucho) en estos absurdos tiempos en los que nos ha tocado vivir. Aunque centrado en un conflicto que ha demostrado todo lo contrario a lo que él expone, la validez de las ideas expuestas por la lectura, resulta quizás de mayor empaque si cabe por oponerse firmemente a la sinrazón humana. Que además tan profunda reflexión provenga de alguien relativamente joven (el autor tiene veintisiete años) es una señal estupenda de que la juventud no esta "tan perdida" como la sociedad quiere hacernos creer. Una lectura muy recomicdable.
Sergio Benítez (89)
6 comentarios:
Coincido plenamente contigo, Sergio, una gran lectura, de un tema tan candente y apasionante como es la sinrazón de oriente medio, con un dibujo que a mí personalmente me encanta y de un autor español y tan joven....que habrá que seguirle la pista...
Interesante blog. Imagino que mi ultimo descubrimiento para el 2008!
Un saludo
Pues sí, habrá que seguirle la pista muy de cerca Toni.
En cuanto a tí, Marcos, bienvenido seas. Me ha dejado de piedra que seas animador de una de mis películas de "dibujitos" favorita, The Prince of Egypt. Que sepas que en general adoro la animación, y que vuestro Kung Fu Panda (digo vuestro por aquello de que es de la Dreamworks) me parece una de las cinco mejores películas del año.
Saludetes,
Sergio
Este es uno de los tomos que con menos tiempo en mi casa, por mas manos ha pasado. Y de momento nadie ha dicho nada malo de él. Por algo será...
Y Marcos, éste no debe ser tu último descubrimiento para el 2008. Aún te queda un día y pico y... MODO AUTOPUBLICITARIO RASTRERO Y APROVECHADO ON ¿te has pasado alguna vez por mi blog 'Tebeos y algo más...'? Aquí a la izquierda tienes el enlace... MODO AUTOPUBLICITARIO RASTRERO Y APROVECHADO OFF.
Lo cierto es que desde la limpieza pijamera realizada en mis estantes, lo único que no está entrando en ellos es pijamismo. ¿Me estará contagiando el Sr. Sergio?
Saludos!
Ahí, ahí Nachete, aprovechando los trenes baratos ;P.
Te digo desde ya que mi influencia es muy ladina...cuando menos te lo esperes habrás dejado por completo de comprarte "pijamitas"...bwahahahahaha.
Saludetes y por si no nos leemos antes, Feliz entrada de Año.
Sergio
Hola:
el comic esta muy bien, realmente uno de los mejores que he leido e incluso ha hecho que se me saltaran las lagrimas en algunos pasajes.
Sin embargo, tiene un fallo de documentacion tremendo: pagina 46, se habla del 19 de noviembre de 1947. Siguiente viñeta: el edificio de las Naciones Unidas en New York.
Sin embargo... ese edificio empezo a construirse en 1949 :-(
Saludos
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