Editorial: El Patito Editorial
Formato: Álbum Rústica. 48 Páginas
Precio: 15€
Calificación: 7/10
Varios fueron los motivos que me llevaron a la adquisición de este Doctor Mortis. Por una parte mi enorme filia por el humor negro (cuanto más negro, mejor). Por otra el hecho de que me recordara tantísimo, aunque después no tenga casi nada que ver, al Ideas Negras de Franquin. Y, por último, el venir recomicdado por Álvaro Pons, el redactor de La Cárcel de Papel, y alguien de quien te puedes fiar casi a ciegas a la hora de seguir sus consejos de lectura. A la vista de lo entretenida y divertida que ha resultado la obra me sorprende como en ocasiones se conjugan las circunstancias para que un tebeo termine formando parte de tu colección.
Hasta la compra del presente tomo he de admitir que no había oído hablar nunca de Alfons Figueras (todavía soy un neófito en lo que a tebeo español se refiere....pero todo se andará). Y el caso es que una vez leído este Doctor Mortis, desearía que hubiera más trabajos editados del autor español. Su sentido de la narrativa, enmarcado en viñetas que parecen capturas de pantallas de televisión (como si de un serial de terror de los años sesenta se tratara), es prodigioso, aunque más que de lo que quizás deberíamos hablar es de su capacidad para la elipsis, para poder contar una historia sin palabras y reducirla a 10 ó 12 viñetas por página y que en ningún momento sintamos que el dibujante se está guardando algo.
A este talento para la elipsis hay que unir la mala baba que Figueras refleja, con ese trazo simple tan expresionista en su ejecución, en la práctica totalidad de las tiras; unas páginas en las que se nos presenta a un sanguinario sosias del Doctor Frankenstein y a su inepto ayudante, tanto o más sanguinario que él. Junto a ellos, toda una galería de secundarios de cine sacados de los clásicos de la Universal: la Momia, Frankenstein, Drácula o la Criatura del Lago Negro. Entre ambos grupos, toda suerte de chistes en los que desmembramientos, visitas intempestivas a cementerios y maltrato a los citados monstruos se suceden sin dar un respiro a un lector que a poco que se descuide se encontrará riendo a pierna suelta.
La cuidada edición de El Patito Editorial en papel de gran calidad, unido a su asequible precio, hacen de este Doctor Mortis una compra casi obligada para aquellos que busquen algo diferente ( y para los que no, también). Si aquí no son capaces de encontrarlo, mejor dedíquense a hobbies más edificantes como la cría del escarabajo pelotero. No, en serio.
Guión y Dibujo: Alfons Figueras
Editorial: El Patito Editorial
Formato: Libro Rústica. 120 Páginas
Precio: 15€
Califiación:7.5/10
Hasta la compra del presente tomo he de admitir que no había oído hablar nunca de Alfons Figueras (todavía soy un neófito en lo que a tebeo español se refiere....pero todo se andará). Y el caso es que una vez leído este Doctor Mortis, desearía que hubiera más trabajos editados del autor español. Su sentido de la narrativa, enmarcado en viñetas que parecen capturas de pantallas de televisión (como si de un serial de terror de los años sesenta se tratara), es prodigioso, aunque más que de lo que quizás deberíamos hablar es de su capacidad para la elipsis, para poder contar una historia sin palabras y reducirla a 10 ó 12 viñetas por página y que en ningún momento sintamos que el dibujante se está guardando algo.
A este talento para la elipsis hay que unir la mala baba que Figueras refleja, con ese trazo simple tan expresionista en su ejecución, en la práctica totalidad de las tiras; unas páginas en las que se nos presenta a un sanguinario sosias del Doctor Frankenstein y a su inepto ayudante, tanto o más sanguinario que él. Junto a ellos, toda una galería de secundarios de cine sacados de los clásicos de la Universal: la Momia, Frankenstein, Drácula o la Criatura del Lago Negro. Entre ambos grupos, toda suerte de chistes en los que desmembramientos, visitas intempestivas a cementerios y maltrato a los citados monstruos se suceden sin dar un respiro a un lector que a poco que se descuide se encontrará riendo a pierna suelta.
La cuidada edición de El Patito Editorial en papel de gran calidad, unido a su asequible precio, hacen de este Doctor Mortis una compra casi obligada para aquellos que busquen algo diferente ( y para los que no, también). Si aquí no son capaces de encontrarlo, mejor dedíquense a hobbies más edificantes como la cría del escarabajo pelotero. No, en serio.
Guión y Dibujo: Alfons Figueras
Editorial: El Patito Editorial
Formato: Libro Rústica. 120 Páginas
Precio: 15€
Califiación:7.5/10
A lo comentado más arriba en cuanto a la calidad de la edición de El Patito poco habría que añadir salvo la variación del tamaño de la edición, que pasa de formato álbum a libro, conservando en todos los demás aspectos el mismo cariño y mimo puesto en la fidedigna reproducción de los materiales originales de Figueras.
Dicho esto, en lo que sí hay que detenerse de forma pausada es en el material recogido por la editorial gallega y en la asombrosa capacidad de síntesis que el artista catalán hace con respecto a Doctor Mortis. Si la elipsis era la principal virtud en aquél, en Estampas Malignas es la maestría a la hora de escatimar desde el punto de vista narrativo lo que prima sobre el resto de consideraciones. En cierto modo, las casi ciento veinte páginas que Figueras vuelve a poblar por unos personajes que ya conocíamos de la anterior obra, son dignas herederas de lo que Hank Ketcham desarrolló durante años en Dennis the Mennace: condensando al máximo la información sobre lo que se quiere transmitir al público, tan dispares autores consiguen que sea la imaginación del lector la que juegue a su favor, completando nosotros lo que pasó antes y lo que pasará después de la viñeta sin necesidad de recurrir a páginas y más páginas de inncesaria verborrea. Especialmente memorables resultan, una vez pasado el ecuador de la lectura, todas aquellas páginas dedicadas a explorar los límites de dicha forma narrativa mediante chistes que no aluden ya a los monstruos de la Universal, sino a médicos, esqueletos vistos desde una nueva perspectiva o personas normales envueltas en circunstancias hilarantes.
Y todo ello aderezado con el mismo humor negro y cáustico que se le observaba en Doctor Mortis, aderezado, cuando el autor así lo quiere, con un dibujo más trabajado de lo que normalmente da de si (que no es poco), recordando desde cierto punto de vista lo que años más tarde llevaría a cabo el Quino más mordaz en sus detallados dibujos al margen de Mafalda. Muy recomicdado para amantes de la risa inteligente, el humor más achicharrante y aquellos que, en definitiva, disfruten con un tebeo muy bien confeccionado...por más que se lea en un suspiro.
Dicho esto, en lo que sí hay que detenerse de forma pausada es en el material recogido por la editorial gallega y en la asombrosa capacidad de síntesis que el artista catalán hace con respecto a Doctor Mortis. Si la elipsis era la principal virtud en aquél, en Estampas Malignas es la maestría a la hora de escatimar desde el punto de vista narrativo lo que prima sobre el resto de consideraciones. En cierto modo, las casi ciento veinte páginas que Figueras vuelve a poblar por unos personajes que ya conocíamos de la anterior obra, son dignas herederas de lo que Hank Ketcham desarrolló durante años en Dennis the Mennace: condensando al máximo la información sobre lo que se quiere transmitir al público, tan dispares autores consiguen que sea la imaginación del lector la que juegue a su favor, completando nosotros lo que pasó antes y lo que pasará después de la viñeta sin necesidad de recurrir a páginas y más páginas de inncesaria verborrea. Especialmente memorables resultan, una vez pasado el ecuador de la lectura, todas aquellas páginas dedicadas a explorar los límites de dicha forma narrativa mediante chistes que no aluden ya a los monstruos de la Universal, sino a médicos, esqueletos vistos desde una nueva perspectiva o personas normales envueltas en circunstancias hilarantes.
Y todo ello aderezado con el mismo humor negro y cáustico que se le observaba en Doctor Mortis, aderezado, cuando el autor así lo quiere, con un dibujo más trabajado de lo que normalmente da de si (que no es poco), recordando desde cierto punto de vista lo que años más tarde llevaría a cabo el Quino más mordaz en sus detallados dibujos al margen de Mafalda. Muy recomicdado para amantes de la risa inteligente, el humor más achicharrante y aquellos que, en definitiva, disfruten con un tebeo muy bien confeccionado...por más que se lea en un suspiro.
Sergio Benítez (106)
2 comentarios:
El viernes pasado adquirí el Estampas Malignas, siguiendo el consejo de vaya usted a saber qué descerebrado, y la verdad es que coincido al 110 por ciento con la reseña. Sobre todo con la última frase.
Sabe a poco.
Saludos!
Menos mal que el descerebrado no soy yo ;).
A ver si los del Patito sacan más cosillas de Figueras, porque seguro que caen todas.
Saludetes Nacho,
Sergio
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