domingo, 14 de diciembre de 2008

4 FANTÁSTICOS: ENEMIGOS

Guión: Robert Kirkman

Dibujo: Cliff Rathburn

Editorial: Panini

Formato: TPB 144 Páginas

Precio: 9 €

Calificación: 6/10

Hablaba hace unos días con mi compañero de blog y comentábamos que hay algunas reseñas que salen más fácil que otras. Cuando la opinión sobre algo que nos hemos leído está cerca de algún extremo, las palabras salen solas ( véase Batman RIP o Jimmy Corrigan, por poner un par de ejemplos). La cosa cambia enteros cuando se trata de un cómic que ni fu ni fa.

Eso ocurre con la recomicdación de hoy, 4 Fantásticos: Enemigos. Una lectura que no pasa de ser agradable, algo muy difícil de encontrar hoy en día entre tanto tebeo publicado, pero claro, cuando uno se acostumbra a comer jamón, el chopped no lo quiere ver ni en pintura.

Enemigos tenía, a priori, todo los boletos para ser una lectura correcta: aventura familiar, guionista de lujo y dibujo sencillo, limpio y bastante vistoso. Y en ese aspecto no defrauda, pero claro, uno siempre quiere más.

La historia creada por Robert Kirkman se aleja bastante de lo que nos tiene acostumbrado en Walking Dead. Aparca las sorpresas y la atmósfera thrilleriana para tejer un guión muy correcto en el que abundan por igual los tics típicos de la primera familia Marvel, con cada uno de los roles perfectamente definidos y desarrollados, y altas dosis de humor. Sin ser el colmo de la originalidad, se deja leer con una sonrisa en todo momento: un par de enemigos clásicos se hacen con el ADN de todos los malosos que de una manera u otra se la tienen jurada al cuarteto. A partir de aquí se sucederán multitud de situaciones jocosas y divertidas en las que se mezclan empleados del edificio Baxter, mujeres alienígenas, la Zona Negativa y problemas de espacio a la hora de encarcelar a los malos de turno.

Cliff Rathburn, el que pone los grises en las aventuras de nuestros zombies favoritos, es el encargado de plasmar todas estas idas de olla. ¿Un tipo que lo único que hace es dibujar sombras estará a la altura? Sí… pero claro, no es el copón padre ni mucho menos. Se defiende bastante bien. Yo lo definiría como un Scott Kollins un poco más torpe. Cumple, y su trazo caricaturesco se adapta bastante bien al tono general de la historia.

Agradable y poco más. No pidan peras al olmo porque aquí no las van a encontrar. Uno no se puede acostumbrar a lo bueno, hay que guardar para cuando las vacas flacas. Y mira tú por donde que a lo tonto, a lo tonto ya me he zampado la reseña entera. Pues sí que había para hablar del tebeo, no mucho pero algo había.

Marione (40)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

vale,que este cómic no aporta nada de nada,vamos.Para leer sin más (avisados estamos).Tendría que estar prohibido sacar cómics malos,al final somos l@s lectores los perjudicados.
Gracias de nuevo

sebelo2 dijo...

Hombre Ali, yo no iría tan lejos. Al final son las lecturas "malignas" las que hacen valorar a las que son mejores, ¿no crees?.
Saludetes
Sergio