Los COMBATES COTIDIANOS vol.3

Guión: Manu Larcenet

Dibujo: Manu Larcenet

Editorial: Norma

Formato: Álbum Cartoné. 64 Páginas

Precio: 16€

Calificación: 9.5/10

¿Pero el tipo éste no había dicho que ésta semana cambiabámos de serie? Vamos a ver, piltrafillas míos: en verdad yo no estoy aquí. En el caluroso momento en que estáis leyendo esta reseña un servidor se encuentra de vacaciones con la familia en la mansión de lujo californiana que me he costeado gracias a los generosos cheques que recibo por compartir con vosotros mi sabiduría viñetera semana a semana. Por lo tanto, ¿creéis que va a cortarme la siesta babeante que me estoy pegando, en la que sueño que todo lo que os he contado es cierto, el zumbido de oídos que debo de tener ahora mismo porque os consideráis estafados? Poco me conocéis...

Bueno, al finalizar el tomo anterior el señor Lacernet nos había dejado echos una caquita, con la moral por los suelos. Este tercer tomo se podría considerar como una lección magistral de como aprender a seguir adelante, a aceptar lo que te viene y pasar página. Utilizando una frase que le dice a Marco su vecino Mesribes (que una vez más nos da algunaque otra sorpresilla): "Cuando uno no se muere está obligado a seguir viviendo". Y ésto resume perfectamente lo que a un servidor le ha parecido la esencia del tomo.

Lacernet plasma perfectamente la situación por la que pasa Marco. Incluso al comienzo del tomo parece más mayor, más desgastado. En cambio en las últimas páginas en las que la cosa se ve superada apreciamos cómo se parece más al personaje alegre y jovial del primer tomo.Y no sólo logramos superar los problemas y avanzamos con él. El final del tomo es un punto de alegría y esperanza de cara al último de la saga.

No sería justo cerrar la reseña de éste tercer libro sin hacer una mención especial a la madre de Marco, que es capaz de hacernos pensar en más de una ocasión y nos sorprende muchas veces durante la historia.

Lo cierto es que cuando reseñas una obra tomo a tomo, y con tan poco espacio de tiempo entre ellos, se hace complicada la labor. ¿Qué pongo ahora? ¿De qué forma puede uno atraeros hasta la pegajosa tela de araña que he tejido en mi mente sin llegar al punto de destripar completamente lo que sucede? Son problemillas con los que, sin duda, no habría dado en el caso de haber agrupado Los Combates Cotidianos en una sola reseña. Pero ¿cómo iba yo a irme de vacaciones y dejaros huerfanitos? Espero que me podáis perdonar ésta pequeña jugarreta que os he gastado.

Y a todo ésto ¿sabe alguien de qué vamos a hablar la semana que viene? En efecto, de otra obra diferente...

Saludos!

Nacho (9)