miércoles, 12 de agosto de 2009

DRÁCULA de Fernando Fernández

Guión: Fernando Fernández adaptando a Bram Stoker

Dibujo: Fernando Fernández

Editorial: Glénat

Formato: Álbum Cartoné. 96 Páginas

Precio: 20€

Calificación: 9/10

Desde que Stoker publicara su mítica novela en 1897, la fascinación por el mundo de los vampiros no ha hecho más que acrecentarse con el paso de las décadas. Una fascinación que comenzó, cómo no, en el cine, un arte en el que ha habido incursiones en los chupasangres casi desde su nacimiento. Tanto es así que el propio Méliès daba el pistoletazo de salida a todo un sub-género dentro del cine de terror rodando un filme al respecto un año antes de la publicación de la obra del irlandés. Ya en el siglo XX, y solo ciñéndonos al cine, han sido incontables las veces que hemos podido ver a las temibles criaturas en la gran pantalla: desde el legendario Nosferatu de Murnau a la fascinante Déjame Entrar, filmes como los Dráculas de Browning/Lugosi, Fisher/Lee o Coppola/Oldman, 30 Días de Oscuridad, Entrevista con el Vampiro, Jóvenes Ocultos o la hilarante El Baile de los Vampiros nos han ido ofreciendo variopintas miradas acerca de los vampiros.

Como primo segundo por parte de madre que es del cine, el noveno arte tampoco se ha librado de que muchos guionistas y dibujantes se hayan visto atraídos por relatar historias en las que las fascinantes criaturas nocturnas fueran protagonistas. Mítico es el Tomb of Dracula de Colan y Palmer, y muy conocidos el 30 Days of Night de Niles y Templesmith, el Blade de Marvel, el Hellsing de Hirano Kohta o, sobre todo en yanquilandia, la serie de Buffy. Pues bien, mejor que la gran mayoría de ellos, tanto por lo fidedigno de su adhesión al texto de Stoker, que respira con libertad inusitada por sus páginas, como por la impresionante labor en el terreno visual, es este Drácula de Fernando Fernández.

Con el poco material que se puede encontrar del autor español hoy en día (ya podría alguna editorial avispada hacerse con los derechos de todo el material que publicó en su momento Warren) resulta un gustazo que Glénat se decidiera a publicar un trabajo del que cada página merecería estar en un museo. El arte de Fernández, expuesto tanto en su asombroso storytelling, cuya aparente simpleza es de un genialidad sin par, como en el realismo de sus viñetas pintadas (que ya quisiera Alex Ross, y mira que me gusta el americano) es digno de admirar una y otra vez. De elegancia majestuosa, por las páginas de Drácula asoman las claras influencias de Turner, Friedrich y la gran mayoría de los románticos europeos, añadiendo el español a la mezcla toques del impresionismo de Van Gogh. Tood ello constituye una lectura apasionante que se beneficia de la magnífica adaptación que Fernández hace sobre el texto original, resultando mucho más adecuados los fragmentos que el artista se ve obligado a eliminar por el cambio de medio, que las adiciones que Coppola incluyó y que transformaron al Conde en un romántico empedernido que en el fondo mataba para sobrevivir en lugar de la fuerza de la naturaleza que describía Stoker en su novela.Sencillamente magistral y una auténtica delicía a disfrutar una, otra y otra vez.

Sergio Benítez (235)

4 comentarios:

Marione dijo...

¡Niño! Echa a andar el contador.

Esta obra, claramente de 10 u OM, me dejó completamente flipado. No tanto por la historia, que ya conocia, y que esa sí que es una obra maestra, como por las pinturas. Madre mia, que nivel gráfico. Una auténtica delicia.

By the way, Generation Toutain again. Y van...

Saludazos

sebelo2 dijo...

¿A mi me vas a poner un contador?. ¿A mi?. Anda y que te....
Lo de Toutain es mu grande. De hecho ayer acabé de leerme otra cosa del sello que me ha dejado flipado. Ya te diré cuál ;P
Saludetes,
Sergio

Caracrater dijo...

me has puesto los dientes que me arrastran por el suelo. Si tuviera tiempo podría buscar en las colecciones de gloriosas revistas la obra de este autor del que recuerdo algo.
Pero saber que Glenat la ha sacado entero es la mejor noticia del día, por ahora.

sebelo2 dijo...

Pues me alegra haber dado una buena noticia a un buen amigo. Me acuesto un poco más feliz ;)
Saludetes,
Sergio