miércoles, 5 de agosto de 2009

El CIRCO del DESALIENTO

Guión: David Rubín

Dibujo: David Rubín

Editorial: Astiberri

Formato: Libro Rústica. 172 Páginas

Precio: 16€

Calificación: 8.5/10

Y por fin llegaba el momento de hincarle el diente a la primera obra de David Rubín publicada en España. Como ya hemos hablado por activa y por pasiva del autor gallego por estos lares en las recomicdaciones dedicadas a Cuaderno de Tormentas y La Tetería del Oso Malayo, no abundaremos mucho más en los muchos y soberbios epítetos que definen a este insigne y joven artista, baste decir que en cuanto a narrativa y acabado visual, todas las historias contenidas en este volumen están a la misma altura que aquellas contenidas en las otras dos obras citadas.

El primer pero a El Circo del Desaliento viene de la mano de la diferencia de nivel dentro de las diferentes historias que componen este particular tomo y, sobre todo, del orden de las mismas. Me explico, si en lugar de empezar con la magistral Donde Nadie Puede Llegar, se hubiese decidido arrancar con cualquiera de los otros relatos, dejando este para el final, el rasero que dicha historia plantea no habría servido de medida para el resto; cosa que si pasa, mermando, aunque no considerablemente, el impacto que relatos tan sólidos como La Sombra Gigante que me Ahoga o El Fulgor Blanco habrían tenido si de ellos no se hubiera esperado lo mismo que del primero.

El segundo (y último) pero es el que se deriva de la exploración por parte de Rubín de los límites en los que un relato de poca longitud puede resultar atractivo y contar una historia con cierto empaque. Reduciéndolo casi a la mínima expresión (no es que llegue a una viñeta como Hank Ketcham con Daniel el Travieso), con una página para contar lo que pretende, Rubín pierde en el experimento la indudable fuerza con la que sí están caracterizadas el resto de las historias, quedando el puñado de relatos así montados como meras anécdotas dentro del conjunto del tomo.

Trascendidos estos dos escollos, es necesario apuntar que tanto el comienzo como el final de El Circo del Desaliento no dejarán a nadie indiferente: Donde Nadie Puede Llegar, narrada a través de flashbacks y con una suerte de héroe vigilante como protagonista, vuelve a poner de relieve la enorme capacidad de Rubín para darle un giro a los "hombres con mallas", y el final de la historia es uno de esos que te deja el corazón en un puño. De la misma manera, pero encerrando cierto hálito de esperanza, Las Sinfonías Congeladas resulta una lectura de lo más entrañable y, como diría mi compañero de blog Mario, muy bonita; una preciosidad que orbita, como muchas veces en el autor, alrededor del amor.

Lo que me sigue resultando sorprendente, una vez terminada la lectura, es la febril imaginación que Rubín demuestra en lo visual y, aún más, las muchas y diversas maneras a través de las que el artista ha contado historias de amor de todo talante, tanto feliz como amargo. Era algo que ya había inferido con las otras dos lecturas. Es algo que El Circo del Desaliento no ha hecho más que confirmar. David Rubín ya es una referencia incuestionable a la hora de hablar de tebeo español actual y, ya a título personal, se ha convertido en poco más de un año, y con sólo tres lecturas, en uno de mis autores patrios favoritos. ¿Quién lo habría dicho?.

Sergio Benítez (228)

6 comentarios:

. . dijo...

Para ahorrarme escribir, copio un fragmento del comentario que puse en La Tetería del oso malayo:

"Si bien la Tetería del Oso Malayo me parece un tomo muy bueno y merecedor de un nueve sin duda alguna, el resultado final se ve ligeramente empañado por la lectura unos meses antes de El Circo del Desaliento, que en mi humilde opinión sí que merece el 10 redondo y un once si fuese posible. Sobre todo por ésa historia que cierra el volumen..."

Y veo que te ha gustado ésa última historia, y que te ha pasado lo mismo que a mí pero a la inversa, pues has valorado éste tomo por debajo del otro y no sé si será por los mismos motivos que yo esgrimo aunque lo supongo.

Saludos desde las islas Maldivas!

Ali dijo...

Lo primero, gracias a todos los asiduos del blog por recomicdarme a Rubín en su día.
Lo segundo. Concuerdo en que la primera historia, buenísima, hubiera quedado mejor cerrando el tomo. Pone el listón muy alto.

Saludos

Unknown dijo...

"Donde nadie puede llegar" y "Las sinfonías congeladas" son para enmarcarlas. Aunque si podría decirse que este es el menos bueno de sus obras publicadas pero la verdad, casi que da igual, se disfruta muchisimo y ya esta.

sebelo2 dijo...

Eso podría llamarse un comentario de oblimigismo, ¿no Nacho? ;P.
Y de nada Ali, aunque no recuerdo si fui yo quien te recomicdó a Rubín. En cualquier caso me alegro de que hayas caído en sus redes.
Y sí Goku, quizás sea su obra menor, pero es que las tres que ha editado tienen tal nivelazo que poco importa.
Saludetes a los tres,
Sergio

Toni dijo...

tengo que leer lo que ha hecho ultimamente Rubin. Cual me recomendais primero La teteria o el cuaderno de tormentas? este circo del desaliento ya me lo lei hace unos años.
Saludos.

sebelo2 dijo...

La Tetería de todas, todas Toni.
Saludetes,
Sergio