Dibujo: Alex Ross
Editorial: DC
Formato: Oversized HC. 128 Páginas
Precio: $19.99
Calificación: 7/10
Seguir a un determinado autor, ya sea guionista o dibujante, en el cambiante mundo del cómic es una ardua tarea que pasa por dejar series inconclusas, familiarizarte con personajes o editoriales desconocidas, e incluso comprar series que, de estar firmadas por otra persona, jamás incluirías en tu lista de compra.
Esto fue básicamente lo que me pasó con Alex Ross, y lo que llevó a adquirir Uncle Sam bastante tiempo después de su publicación, y aprovechando que una de esas ediciones “definitivas” veía la luz. El estilo de Alex Ross siempre me ha llamado la atención. Cualquiera que haya visto sus dibujos, conocerá su grado de detallismo, y su particular intento de que cada viñeta sea como un pequeño cuadro, repleto de detalles, y de luces y sombras.
Su relación con el mundo del cómic se ha caracterizado por una visión “realista” de los superhéroes, donde podemos disfrutar de un Superman más humanizado que nunca en su obra mas famosa, Kingdom Come, junto a Mark Waid, de la serie de especiales que ilustró junto a Paul Dini, o de la mas reciente Justice, ejemplo paradigmático de su forma de ilustrar héroes y villanos con total acierto.
Por eso seguía llamando mi atención aquel pequeño proyecto de tan solo dos números que publicaba en 1997 bajo el sello Vertigo, junto al para mi desconocido Steve Darnall, aunque en este caso, y como viene haciendo en sus ultimos proyectos, también parte del guión estaba firmado por Ross.
La historia de Uncle Sam es tan sencilla o complicada como queramos verla. Un vagabundo deambula por las calles con la apariencia del tío Sam, esa figura simbólica que define los Estados Unidos de América, y que se popularizara en aquellos carteles donde nos increpaba con el dedo índice: “I want YOU for the US Army”. Este símbolo de todo lo bueno que representa el sueño americano, las barras y estrellas y la tarta de manzana, es aquí utilizado por los autores para todo lo contrario, para reconstruir los mas famosos pasajes de la historia americana, y comprobar la verguenza que suponen algunas de las acciones de sus politicos y gobiernos.
Así, mientras nuestro protagonista va saltando en el tiempo, envuelto en una neblina histórica, que le devuelve ocasionalmente a la realidad actual, podemos verlo transfigurado en JFK, en Dallas, justo tiempo para recibir el fatal disparo que acabaría con su vida, comprobar los sangrientos orígenes del país sobre los cadáveres de Pieles Rojas, su incursión en recientes conflictos armados, o su visita a épocas donde los hombres eran asesinados por el color de su piel.
Este viaje Dickensiano, donde se enseña al protagonista todos los errores cometidos, pero aquí sin posibilidad de enmendarlos, sirve hacer una realista y salvaje radiografía de los oríegenes de este sueño americano, del que resulta imposible permanecer inalterable, y de esto último tiene mucha culpa el dibujo de Ross.
Sin embargo, la lectura para ojos españoles de este Uncle Sam puede resultar agotadora, y es que cada página está salpicada de mil y una referencias históricas, de imágenes y de textos, incluso de párrafos de la declaración de independencia, muchas de las cuales no son fácilmente identificables, lo que desluce el conjunto para aquellos no abonados al canal de historia.
En resumen, una obra visualmente impecable, como no podía ser de otra forma, brillante a la hora de retratar de forma despiada al continente americano, como un país incapaz de reconocer sus propios errores, idiotizado por la televisión, pero que hace aguas en cuanto al guión, que más allá de la sucesión de épocas e imágenes no parece tener una estructura o desenlace claro, o incluso mucha coherencia en determinadas partes de la obra.
Jose (39)
4 comentarios:
Coincido contigo Jose en que esta obra puede ser bastante críptica para cualquiera que no haya nacido en yanquilandia o sea ajeno a su historia. De hecho la primera vez que lo leí me quedé a cuadros y me perdí la mitad de las referencias, algo que no pasó (al menos no de forma tan evidente) cuando volví a hacerlo hace unos meses al llegarme esta edición Deluxe. Un gran trabajo de Ross y una lectura muy rara hasta para los estándares de Vertigo.
Saludetes,
Sergio
Mi idilio con Ross es de sobra conocido, y si le añadimos que de historia americana no es que este demasiado puesto, pues como que va a ser que no...
Saludos!
Le intenté hincar el diente hace un buen puñado de años, y posiblemente por eso que comentais la cosa no funcionó muy bien.
Ahora con algo mas de conocimientos sobre la historia americana intentare la segunda acometida.
De todas formas, si el guion es mas pallá que pacá siempre nos podremos entretener mirando los dibujillos del buenazo de Ross.
Saludazos
Pinta interesante aunque el orgullo americano y simbolos como el viejo tio sam me saben a rancio. Será por que aquí no existe orgullo Español (o más bien poco).
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