Dibujo: Javier Pulido
Editorial: Norma
Formato: 64 Páginas
Precio: 7,50 €
Calificación: 8/10
El buen sabor de boca que la primera miniserie de Blanco Humano dejó a crítica y público, fue motivo mas que suficiente para que Vertigo volviera a confiar en Peter Milligan y le diera la oportunidad de seguir contando la historia del atormentado Christopher Chance, esta vez como novela gráfica, y sustituyendo al malogrado Edvan Biukovicz (sí, lo he tenido que copiar…) por nuestro Javier Pulido.
Y aunque esta novela gráfica diera lugar, a su vez, a una serie regular, de la que hablaremos otro día, estas 96 páginas suponen, para quien esto escribe, la mejor historia del personaje. La acción arranca donde terminaba la anterior, con ese cartel de Hollywood, que viene como anillo al dedo a los clientes que nuestro enigmático Señor Chance tendrá en este volumen.
Para los no iniciados con el personaje, que por cierto, ha contado este año con su propia serie de TV (cuyo resultado final no es para tirar cohetes), decirles que Christopher Chance es capaz de metamorfosearse, con ayuda de maquillaje y algo de látex, en cualquier persona, y así protegerlos de cualquier amenaza, hasta el punto de que sus seres mas cercanos son incapaces de darse cuenta de que están siendo suplantados. El problema, y para mi el gran acierto del personaje, y por tanto de la serie, es que se mete tanto en las personas que debe proteger, que no está seguro de donde empieza el personaje y donde termina Christopher Chance, e incluso dudar de cuál de entre todas las personalidades que se agolpan en su cabeza es la verdadera (si es que todavía queda algún rastro de su personalidad original).
En esta ocasión, y tras haberse producido el chantaje y posterior asesinato de varias estrellas de Hollywood, le tocará suplantar y proteger a Dai Thomas, una estrella en horas bajas que busca desesperadamente un nuevo éxito, y que no dudará en utilizar incluso las amenazas para volver a la cima. Aprovechando la ocasión, Milligan hace un cruel retrato de la meca del cine, dominada por estrellas obsesionadas con envejecer, niños actores obligados a ser adultos demasiado pronto, y guionistas dispuestos a cualquier cosa por ver su guión trasladado a la gran pantalla. Como de costumbre, se tratará de un peligroso juego donde nada es lo que parece, y donde Christopher pasará de una personalidad a otra intentando descifrar la clave para que un niño estrella pueda volver a reunirse con sus padres.
En el apartado gráfico, Javier Pulido comenzaba a demostrar (la obra es de 2004) que era un artista muy a tener en cuenta, y es que su dibujo de alargados rostros y figuras, tan personal y característico encaja a la perfección en la serie, y los que hemos seguido su trayectoria hemos comprobado que no hace sino mejorar en cada nuevo proyecto. En resumen, un guión complejo y fascinante, cuyas piezas van encajando poco a poco a lo largo del relato, un dibujo soberbio, y un personaje al que se le coge cariño con facilidad: un hombre que, a fuerza de suplantar a otras personas, ya ni siquiera recuerda quien es realmente.
1 comentario:
Una auténtica lástima que esta serie no contara con la continuidad que merecía. De todas formas, tanto este gran volumen, como los dos que formaron la serie "regular" tienen un lugar privilegiado en mi tebeoteca.
Saludetes,
Sergio
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