Guión: Ed Brubaker & Greg Rucka Dibujo: Lark, Gaudiano & VVAA
Editorial: Marvel
Formato: TPB. 120-152 Páginas
Precio: $14.99 - $17.99
Calificación: 8/10
Varios meses han pasado desde que habláramos por aquí por última vez de la serie regular del superhéroe ciego. Y si por aquél entonces dedicábamos nuestras líneas a hacer un repaso más o menos exhaustivo de lo que la serie había ofrecido desde que Brubaker tomara el mando de los guiones, parece justo que ahora que el guionista ya no está, hagamos lo propio con la recta final de su corta pero intensa estancia en la serie del cuernecitos, una estancia en la que, sin llegar a las cotas de Bendis, el guionista ha marcado una vez más estilo y ha sabido finalizar por todo lo grande, con un clímax que a más de uno dejará con la boca abierta. Pero no nos adelantemos...
Después de los acontecimientos que se desgranaban en el arco argumental previo (Hell to Pay), en el que Matt/Daredevil era arrastrado al borde de un precipio anímico por obra y gracia de Mr.Fear, Brubaker comienza con el primer volumen, ese Cruel and Unusual, a sembrar el terreno para lo que será el número 500, en el que la serie recuperará su numeración original (¿en serio hacía falta?). Como arco de transición, los seis números que componen el volumen funcionan a la perfección, tanto a nivel visual, con un Lark sobresaliente, como narrativo, planteando Brubaker y Rucka una excusa argumental que les servirá a la perfección para lograr un simple objetivo, que Matt vuelva a enfocar sus iras y deje de dar palos de ciego emocionales.
Trascendida esta primera fase, el número 110, primero de los incluidos en Lady Bullseye, no presenta a esta violenta y aguerrida mujer oriental que tiene como modelo al carismático y eterno villano de Daredevil. Pero, al contrario que este, que siempre ha sido definido como un psicópata con pocos objetivos más allá de acabar con la vida de nuestro héroe, Lady Bullseye, miembro de la temida Mano, si que guarda más de un as en la manga a la hora de provocar al protagonista. Al tiempo que el héroe ciego intenta esclarecer lo que está ocurriendo (tanto en su vida de superhéroe como en su vida normal, vapuleada constantemente) otros personajes comienzan a hacer su aparición, algunos conocidos por los más veteranos (Lady Tiger o Black Tarantula), otros de nuevo acuño como el Maestro Izo, un vejete ciego y borrachín experto en artes marciales (¿alguien ha dicho Stick?), que jugará un papel fundamental en el tramo final de la estancia de Brubaker.
Con Lark alternándose con Gaudiano (ambos de estilo y resultados parecidos), llegamos a los últimos seis números de la etapa, recogidos bajo el título Return of the King. Pocas explicaciones hacen falta a tan explícito encabezado: Wilson Fisk está de vuelta y viene con un arriesgado plan bajo el brazo, acabar con la Mano. Tan ambicioso proyecto necesitará de la ayuda de un Daredevil que se acerca vertiginosamente a un destino que dejará a todos los lectores del personaje patidifusos. Nunca antes un guionista se había atrevido a un giro tan arriesgado con el vigilante invidente, y la verdad es que es una pena que no vaya a ser el propio Brubaker el que nos narre cómo se desarrolla ese finalazo con el que cierra un prolongado número 500. Mirando atrás, su etapa ha sido de lo mejor que se ha podido leer en Marvel en los últimos años. Sí, ha habido cierta descompresión narrativa, pero para nada tan acusada como la que el escritor ha venido demostrando en la serie del Capi.
Ahora se plantea un futuro incierto: cansado como estoy de tanto pijamismo sin rumbo, sin orden y con muy poco concierto, la duda que me queda es si le daré una oportunidad al nuevo equipo creativo formado por Andy Diggle y Billy Tan, o si por el contrario permaneceré firme en mi posición y dejaré de comprar una serie que me ha acompañado de forma continua desde hace once años.
Sólo el tiempo tiene la respuesta...
Después de los acontecimientos que se desgranaban en el arco argumental previo (Hell to Pay), en el que Matt/Daredevil era arrastrado al borde de un precipio anímico por obra y gracia de Mr.Fear, Brubaker comienza con el primer volumen, ese Cruel and Unusual, a sembrar el terreno para lo que será el número 500, en el que la serie recuperará su numeración original (¿en serio hacía falta?). Como arco de transición, los seis números que componen el volumen funcionan a la perfección, tanto a nivel visual, con un Lark sobresaliente, como narrativo, planteando Brubaker y Rucka una excusa argumental que les servirá a la perfección para lograr un simple objetivo, que Matt vuelva a enfocar sus iras y deje de dar palos de ciego emocionales.
Trascendida esta primera fase, el número 110, primero de los incluidos en Lady Bullseye, no presenta a esta violenta y aguerrida mujer oriental que tiene como modelo al carismático y eterno villano de Daredevil. Pero, al contrario que este, que siempre ha sido definido como un psicópata con pocos objetivos más allá de acabar con la vida de nuestro héroe, Lady Bullseye, miembro de la temida Mano, si que guarda más de un as en la manga a la hora de provocar al protagonista. Al tiempo que el héroe ciego intenta esclarecer lo que está ocurriendo (tanto en su vida de superhéroe como en su vida normal, vapuleada constantemente) otros personajes comienzan a hacer su aparición, algunos conocidos por los más veteranos (Lady Tiger o Black Tarantula), otros de nuevo acuño como el Maestro Izo, un vejete ciego y borrachín experto en artes marciales (¿alguien ha dicho Stick?), que jugará un papel fundamental en el tramo final de la estancia de Brubaker.
Con Lark alternándose con Gaudiano (ambos de estilo y resultados parecidos), llegamos a los últimos seis números de la etapa, recogidos bajo el título Return of the King. Pocas explicaciones hacen falta a tan explícito encabezado: Wilson Fisk está de vuelta y viene con un arriesgado plan bajo el brazo, acabar con la Mano. Tan ambicioso proyecto necesitará de la ayuda de un Daredevil que se acerca vertiginosamente a un destino que dejará a todos los lectores del personaje patidifusos. Nunca antes un guionista se había atrevido a un giro tan arriesgado con el vigilante invidente, y la verdad es que es una pena que no vaya a ser el propio Brubaker el que nos narre cómo se desarrolla ese finalazo con el que cierra un prolongado número 500. Mirando atrás, su etapa ha sido de lo mejor que se ha podido leer en Marvel en los últimos años. Sí, ha habido cierta descompresión narrativa, pero para nada tan acusada como la que el escritor ha venido demostrando en la serie del Capi.
Ahora se plantea un futuro incierto: cansado como estoy de tanto pijamismo sin rumbo, sin orden y con muy poco concierto, la duda que me queda es si le daré una oportunidad al nuevo equipo creativo formado por Andy Diggle y Billy Tan, o si por el contrario permaneceré firme en mi posición y dejaré de comprar una serie que me ha acompañado de forma continua desde hace once años.
Sólo el tiempo tiene la respuesta...
Sergio Benítez (336)
5 comentarios:
Buena reseña Jose, aunque yo me apeé... ¡UN MOMENTO! ¿Una reseña pijamista y no la hace Jose? ¡¡Me voy a chivar al jefe!! ¡¡OTTIA!! Pero si el que la ha hecho es el jefe...
Pues, como iba diciendo, yo me apeé a mitad temporada y al final le metí un repasito de golpe y porrazo cuando se finalizó.
Creo yo que después de ver sus etapas en Batman, los mutantes, el Capi y éste Daredevil cada vez me convenzo más de que los pijamismos no son cosa para éste caballero.
Tanto a él como a su compañero escritor de Gotham Central, el señor Rucka, una vez los sacas de argumentos policíacos y similares tienen unos buenos comienzos pero al poco terminan cual pulpo en un garaje...
Saludos!
Si es que ya no se respeta nada...
El día que me de por reseñar un integral de esos, sus vais a enterar!!!!
Yo tb dejé la etapa brubaker a medias, Jefe, y es que a este hombre le dan un superhéroe vestido con colorines y no sabe que hacer con él... Sí, tb incluyo al capi... Eso sí, hay gente a la que le ha venido bien mi desidia de brubaker, eh, Mario?
Pero bueno, lo mismo, si lo encuentro baratillo, me la leo pa ver como termina.
Un abrazo
Esteeeee....¿y yo que digo ahora?.
Pues sí, la recomicdación es mía, aunque sea de pijamismo, que siempre os digo que uno tiene un pasado, por muy oscuro que este resulte a la luz de lo que actualmente me tira como lectura.
Y coincido contigo Nacho (aunque no al cien por cien) en que tanto a Rucka como a Brubaker, lo que le van son las conspiraciones y los tebeos con tufo policíaco.
Saludetes,
Sergio
Cuanta buena gente por aquí. Lo que dice Nacho es completamente cierto, volvemos a pisarnos las mangueras. Y el apunte del amigo Jose es un acierto total.
Jose, vamos a reseñar todas las obras de Tardi, Juillard y Marini. A ver como se lo toma la faccion europeista. Bueno, mejor no. Y si los beneficios de la desidia a terceros es una maravilla. ¡Ese Jose, oe!
Sergio, un pequeño apunte. El dibujante de la nueva etapa de Diggle creo que es Roberto de la Torre. Bastante mejor que Tan. Por lo demas es una alegria que aun te guste algo pijamista.
Saludazos a todos
Que gran repaso a los últimos numeros de Brubaker con el cuernecitos! Quedan dos números para que acabe su estancia (en España) y estoy con una ansia de leer de que va eso de la nueva situación de daredevil.
Nacho! Jose! ¿Como vais y avandonais a Daredevil? Seguro que luego me leeis un masacre o un Hulk de loeb... insensatos! AINSSS
p.d. yo tambien he flipado cuando he visto quien ha hecho la reseña...
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