Editorial: Ediciones de Ponent
Formato: Álbum Cartoné. 64 Páginas
Precio: 18€
Calificación: 7/10
Año y medio y nueve números hicieron falta para que Solo se convirtiera en una auténtica sorpresa del cómic nacional sobre todo por obra y gracia de su principal artífice, el barcelonés Oscar Martín. Aparecido su primer número (autoeditado por el dibujante) en 1998, el pasado 2007 veía todo el material creado por Martín para la serie, más gran cantidad de extras, recogidos en un único tomo ya bajo el sello de Ediciones de Ponent. Y en las últimas páginas del mismo, lo que muchos aficionados llevábamos esperando bastantes años, unas primeras páginas de la continuación de las aventuras de la rata mutante más salvaje que se haya visto.
Echando un rápido vistazo a las páginas de cualquiera de los tebeos del catalán (o visitando su estupenda web) queda claro que el haber dibujado tebeos tanto para Tom y Jerry como para Disney ha marcado a fuego el trazo de Martín tanto como podemos observar en Guarnido. La antropomorfización de diversos animales, la composición de página, esa forma de narrar tan clara y dinámica al mismo tiempo...todas estas virtudes son claras herencias del mundo de la animación traspasadas a una forma de hacer cómic que durante años ha tenido que atender a los más pequeños. Ello no es impedimento para que Solo se disfrute, al menos en lo que al dibujo concierne, de principio a fin, ya sea en las "secuencias" de peleas, magníficamente planificadas; como en las ajustadas splash-pages, puestas por completo al servicio de la historia y no al revés. Rematando el conjunto no puedo dejar de alabar la elección de la paleta de colores, grisáceos y térreos casi monocromáticos que transmiten una inmejorable sensación de opresión.
El problema llega cuando uno tiene que valorar lo que Martín consigue desarrollar en el guión. A ver, Solo, Mundo Canibal, el tomo que recogía las primeras historias de la rata, no era ninguna maravilla en cuanto a guión ya que de una manera u otra recorría lugares comunes muy vistos en el cine y el cómic post-apocalíptico. Teniendo en cuenta que el universo es el mismo, Martín plantea con Solo, los supervivientes del caos un juego conocido pero no por ello desmerecedor de un agradecimiento, contar los orígenes del personaje en una serie que abarcará, al menos en principio, cuatro tomos. Tal idea, que hemos visto muchas veces literalmente ejecutada en cualquiera de las majors americanas, es aprovechada por Martín con brío pero sin mucha originalidad ya que, a grandes rasgos, este primer volumen parece calcado del Gladiator de Ridley Scott.
Aún con el (pequeño) tropiezo que supone un guión efectivo pero sin garra, Solo, los supervivientes del caos es una lectura recomicdable tanto para aquellos que nos enganchamos al personaje hace ya una década, como para los que no hayan tenido la oportunidad de acercarse a él hasta ahora. Muy superior a lo que La Hermandad (el otro proyecto que Martín se trae entre manos y del que Norma ya ha editado dos volúmenes) llega a ofrecer, esperaremos impacientes el segundo tomo de esta entretenidísima serie.
Echando un rápido vistazo a las páginas de cualquiera de los tebeos del catalán (o visitando su estupenda web) queda claro que el haber dibujado tebeos tanto para Tom y Jerry como para Disney ha marcado a fuego el trazo de Martín tanto como podemos observar en Guarnido. La antropomorfización de diversos animales, la composición de página, esa forma de narrar tan clara y dinámica al mismo tiempo...todas estas virtudes son claras herencias del mundo de la animación traspasadas a una forma de hacer cómic que durante años ha tenido que atender a los más pequeños. Ello no es impedimento para que Solo se disfrute, al menos en lo que al dibujo concierne, de principio a fin, ya sea en las "secuencias" de peleas, magníficamente planificadas; como en las ajustadas splash-pages, puestas por completo al servicio de la historia y no al revés. Rematando el conjunto no puedo dejar de alabar la elección de la paleta de colores, grisáceos y térreos casi monocromáticos que transmiten una inmejorable sensación de opresión.
El problema llega cuando uno tiene que valorar lo que Martín consigue desarrollar en el guión. A ver, Solo, Mundo Canibal, el tomo que recogía las primeras historias de la rata, no era ninguna maravilla en cuanto a guión ya que de una manera u otra recorría lugares comunes muy vistos en el cine y el cómic post-apocalíptico. Teniendo en cuenta que el universo es el mismo, Martín plantea con Solo, los supervivientes del caos un juego conocido pero no por ello desmerecedor de un agradecimiento, contar los orígenes del personaje en una serie que abarcará, al menos en principio, cuatro tomos. Tal idea, que hemos visto muchas veces literalmente ejecutada en cualquiera de las majors americanas, es aprovechada por Martín con brío pero sin mucha originalidad ya que, a grandes rasgos, este primer volumen parece calcado del Gladiator de Ridley Scott.
Aún con el (pequeño) tropiezo que supone un guión efectivo pero sin garra, Solo, los supervivientes del caos es una lectura recomicdable tanto para aquellos que nos enganchamos al personaje hace ya una década, como para los que no hayan tenido la oportunidad de acercarse a él hasta ahora. Muy superior a lo que La Hermandad (el otro proyecto que Martín se trae entre manos y del que Norma ya ha editado dos volúmenes) llega a ofrecer, esperaremos impacientes el segundo tomo de esta entretenidísima serie.
Sergio Benítez (65)
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