Dibujo: Ethan Van Sciver
Editorial: Planeta DeAgostini
Formato: TPB 176 Páginas
Precio: 12,95 €
Calificación: 8.5/10
Si hay una palabra clave en el mundo del comic mainstream actual esa es reseteo. No importa el personaje o grupo, ni tampoco que cuente con quinientos números a las espaldas. Si algo huele a baúl viejo y muestra claros síntomas de haberse vuelto manido, ¿cual es la solución? Exacto, reseteo. En los últimos años hemos asistido a una serie de renovaciones en las colecciones de las dos grandes editoriales americanas. Los resultados, como suele ocurrir en estos casos, son de lo más variados. Desde los “clásicos” Heroes Reborn a los actuales Vengadores o Capitán América, pasando por los mutantes de Marvel hasta llegar a ciertos héroes franquicia como son Flash o Green Lantern.
Si algo llama la atención respecto a los lavados de cara que proporciona DC a sus creaciones es la expectación que se crea alrededor del evento en cuestión, en gran parte por los autores involucrados en dichos proyectos. Cuando Morrison se hizo cargo de la JLA fue todo un acontecimiento, colocándose el título en la cabeza de la lista de los más vendidos. Más recientemente Geoff Johns hizo lo propio, primero con la JSA, más tarde con Flash para terminar con el personaje del que hoy nos ocupamos, Green Lantern.
Tras ser recomicdado por activa y por pasiva por mi compañero de blog decidí darle una oportunidad, más por sus palabras que por el personaje en si, al fin y al cabo, algo en lo que esté involucrado Johns no puede ser muy malo. Green Lantern es uno de esos super-héroes que no me acaban de convencer: un tipo que usa un anillo parecido a los que tocan en los roscones de Reyes cuyo punto débil son las cosas amarillas (¿Ein?) y está a las ordenes de unos enanos cabezones de color azul (Te echamos de menos Peyo) pueeees… ustedes dirán.
Tras informarme un poco de la vida y gracia de Hal Jordan, Kyle Rayner, Guy Gardner, Sinestro, Ganthet, Parallax y un largo etcétera de detalles y nombres me puse manos a la obra. No solo no defraudó sino que, como no podía ser menos, era un grandísimo comic. Con una historia de corte clásico y una épica super-heroica como las de antaño. Cada pieza del puzzle construido por el guionista cae en el sitio adecuado. El tratamiento de personajes es al que nos tiene acostumbrados Mr Johns y las situaciones son de las que te dejan con la boca abierta. Menudos finales se marca en cada uno de los números.
Un evento de tal magnitud debía tener un dibujante que estuviera a la altura de las circunstancias. Ethan Van Sciver, odiado de forma visceral por Sergio, fue el elegido, y menudo trabajo realiza el amigo. Impresionante. Detallista, minusioso, espectacular, buen narrador, deudor de Brian Bolland,… vamos, un trabajo de los que se recuerdan.
Resumiendo, notable punto de inicio para una etapa que promete ser de antología, y que nos trae de vuelta situaciones y personajes que creíamos perdidos pero sin arrasar lo que ya existía, lo antiguo y lo nuevo pueden convivir, y para eso Geoff Johns se pinta solo. Tan solo puedo frotarme las manos pensando en lo que me queda por descubrir: Pacheco a los lápices, la Sinestro Corps War, que promete emociones fuertes, Ivan Reis y por supuesto lo mejor de todo, un Geoff Johns al que parece que no se le acaban las buenas ideas, eso sí, bien podría buscar otros Guardianes del Universo, parece que de un momento a otro vaya a aparecer Gargamel gritando: ¡Malditos suspiritos azules! Y a ése ni con anillo de poder. Ummm, ¿posible crossover? ¡Naaaaa!
Brrrrrr (escalofrío recorriéndome la espalda al acordarme de Superman vs Bugs Bunny)
Marione (25)
No hay comentarios:
Publicar un comentario