Dibujo: Marcos Martín
Editorial: Marvel
Formato: TPB 128 Páginas
Precio: 13,99 $
Calificación: 8.5/10
Existe una máxima por ahí que dice algo así como que no hay malos personajes sino malos autores, ya sean guionistas o dibujantes. Esto tiene más verdad que un Santo y creo que con el personaje que nos ocupa hoy se cumple a rajatabla. De las vivencias de Stephen Strange, aquí vuestro humilde servidor, tenía poca tirando a nula idea. No es un personaje que me haya llamado la atención, ustedes me dirán, una suerte de Magic Andreu en un universo plagado de super-villanos ataviado con una capa que no se pondría ni Paco Clavel, la cual tiene unas solapas que parecen vayan a saltarle un ojo, de la cara o de Agamotto, al buen doctor.
Es ahí donde radica la calidad del equipo encargado de la serie. Como consiguen que un lector, para el que el personaje es un total desconocido, se ponga al día en tan solo cinco números. Un trabajo mayúsculo, sí señor. De Brian K. Vaughan poco que decir a estas alturas, el guionista de Y: El Último Hombre hace un soberbio trabajo en el que recupera de manera magistral elementos del pasado del doctor a la vez que avanza una historia adaptada al presente creando una telaraña de personajes, situaciones y giros de guión que no dará la oportunidad ni de parpadear.
Una historia en la que no faltarán hechizos imposibles, monstruos traídos de otras dimensiones, organizaciones en la sombra, un ratero que consigue lo impensable, pistolas que guardan secretos increíbles y una cuenta atrás al más puro estilo 24, la cual imprime un ritmo trepidante a la acción. Todo esto, bañado con el estilo de las mejores novelas negras, hace que el resultado final esté muy por encima de la media.
Ni que decir tiene que gran parte de culpa la tiene el dibujante. Un Marcos Martín en estado de gracia que plasma en las páginas lo que se le ponga por delante. Un detalle a tener en cuenta es que en las historias del doctor no nos vamos a encontrar con super-héroes atrofiados por los músculos, ni heroínas de curvas vertiginosas, ni mandíbulas desencajadas por el dolor. No, lo que vamos a encontrarnos son héroes de físico corriente, escenas más o menos cotidianas y enemigos que transmiten más con las expresiones de sus caras que con sus actos de mala baba. No todo el mundo sabe llevar eso al papel pero Martín sabe, y cómo. Para quitarse el sombrero.
Una lectura, la de este Doctor Strange: The Oath, que me ha abierto el apetito para saber más acerca del personaje, tanto, que tras investigar un poco he descubierto un par de Essentials de Marvel con las primeras aventuras del doctor escritas por Stan Lee y dibujadas por Steve Ditko, o lo que es lo mismo, lo máximo en frikeza. Viendo el buen resultado de esta miniserie no me extrañaría ver como Mr Vaughan se cuelga una medalla de grandes proporciones en la solapa de su chaqueta, y mientras ésta se desenrolla tapándole gran parte del pecho, Martín se coloca un sombrero y le anima haciendo como que toca el violín: ¡Chaarararaaaá! Todo un clásico.
Es ahí donde radica la calidad del equipo encargado de la serie. Como consiguen que un lector, para el que el personaje es un total desconocido, se ponga al día en tan solo cinco números. Un trabajo mayúsculo, sí señor. De Brian K. Vaughan poco que decir a estas alturas, el guionista de Y: El Último Hombre hace un soberbio trabajo en el que recupera de manera magistral elementos del pasado del doctor a la vez que avanza una historia adaptada al presente creando una telaraña de personajes, situaciones y giros de guión que no dará la oportunidad ni de parpadear.
Una historia en la que no faltarán hechizos imposibles, monstruos traídos de otras dimensiones, organizaciones en la sombra, un ratero que consigue lo impensable, pistolas que guardan secretos increíbles y una cuenta atrás al más puro estilo 24, la cual imprime un ritmo trepidante a la acción. Todo esto, bañado con el estilo de las mejores novelas negras, hace que el resultado final esté muy por encima de la media.
Ni que decir tiene que gran parte de culpa la tiene el dibujante. Un Marcos Martín en estado de gracia que plasma en las páginas lo que se le ponga por delante. Un detalle a tener en cuenta es que en las historias del doctor no nos vamos a encontrar con super-héroes atrofiados por los músculos, ni heroínas de curvas vertiginosas, ni mandíbulas desencajadas por el dolor. No, lo que vamos a encontrarnos son héroes de físico corriente, escenas más o menos cotidianas y enemigos que transmiten más con las expresiones de sus caras que con sus actos de mala baba. No todo el mundo sabe llevar eso al papel pero Martín sabe, y cómo. Para quitarse el sombrero.
Una lectura, la de este Doctor Strange: The Oath, que me ha abierto el apetito para saber más acerca del personaje, tanto, que tras investigar un poco he descubierto un par de Essentials de Marvel con las primeras aventuras del doctor escritas por Stan Lee y dibujadas por Steve Ditko, o lo que es lo mismo, lo máximo en frikeza. Viendo el buen resultado de esta miniserie no me extrañaría ver como Mr Vaughan se cuelga una medalla de grandes proporciones en la solapa de su chaqueta, y mientras ésta se desenrolla tapándole gran parte del pecho, Martín se coloca un sombrero y le anima haciendo como que toca el violín: ¡Chaarararaaaá! Todo un clásico.
Marione (24)
6 comentarios:
Perdonad que os interrumpa en vuestras labores comiqueras, pero es que tenía que enseñaros esto...
LA PEOR CRÍTICA DE LA HISTORIA:
http://fantasymundo.com/articulos/1668/reflexiones_caballero_oscuro
¡¡Todavía estoy descojonándome!!
Jejeje, tiene que haber de todo en este mundo, Kike. Sobre gustos, ya se sabe.
Saludetes
Sergio
A mi, que a este tio le haya gustado la peli, me la repanfinfla. Pero para escribir así hace falta ser un ridículo y un pedante del copón.
Jajajajaja, y que lo digas Kike, y que lo digas.
Nosotros a lo nuestro.
Saludetes
Sergio
Para mi la idiosincrasia del personaje muestra como...
Ah, no, que me he vuelto a liar.
Esta vez coincido del todo contigo mario, ya puede coger el personaje mas tonto del mundo (para mi entra en esta categoría el doctor extraño), que Vaughan sabe hacer creible y entretenido cada uno de los números.
El dinujo tb es una maravilla, pero es que esos finales (alguien que trabaja en Lost tiene que saber de Cliffhangers), hasta el resumencillo de cada número...
Una verdadera gozada, y la típica lectura que puedes dejar a esos amigos que, hartos de continuidades imposibles y de no enterarse de lo que leen, preguntan: "pero este empieza y termina?"
Un saludo y seguid así.
Yo no lo habría dicho mejor. Mira que tengo cómics, pues este sería uno de esos pocos que se los puedes dejar a quien quieras que se lo va a pasar pipa con él.
Saludetes
Sergio
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