jueves, 19 de noviembre de 2009

EXTERIOR NOCHE

Guión: Gipi

Dibujo: Gipi


Editorial: sins entido


Formato: Álbum Rústica. 96 Páginas


Precio: 15€


Calificación: 9.5/10


Tanto si eres de los que lleva cierto tiempo pasándose por este blog de forma más o menos asidua como si te encuentras en ese reducido grupo que ya no puede vivir sin su ración de recomicdaciones diarias, es muy probable que hayas tenido la oportunidad de observar qué bien hemos tratado por estos lares en cuestiones de calificación a los tomos recopilatorios de historias cortas. Llaménse El Circo del Desaliento o La Tetería del Oso Malayo de David Rubín, o responda al nombre de Dándole Vueltas con Peeters como autor. Sea El Ólmo del Cáucaso de Taniguchi o el En Pocas Palabras de Jason, lo cierto es que ningún volumen de los citados ha bajado del notable, encontrándose de hecho la mayoría de en la acomodada posición del sobresaliente. El que todos los títulos citados formen parte de tan selecto grupo de cómics parece que debiera ser óbice para que, al menos a priori, este Exterior Noche de Gipi, que supone la cuarta lectura que le hacemos al italiano en esta bitácora, tuviera que entrar en la misma categoría que los demás por el mero hecho de recoger varias historias de diverso talante del autor. Pero, aunque esto fuera cierto, no lo sería menos que si el volumen mete la cabeza como lo hace en el grupo de elegidos es por que se lo gana a pulso, y de qué manera.

Con el común denominador que supone un estilo artístico único, en el que Gipi explora las posibilidades del óleo en tonos azulados y grises mezclado con tintas, algo de aguadas y su característico trazo, Exterior Noche es un compendio de lo mejor que le he podido leer al artista desde que lo descubriera en S. Y aunque no me suele gustar ser muy explícito en mis comentarios sobre un cómic, y menos aún desglosar una por una las historias de un volumen para comentarlas, aunque sea brevemente, en este caso me veo obligado por la enorme calidad de cada una de ellas a si quiera apuntar una suerte de serie de mini-recomicdaciones que traten de capturar (dentro de mis limitaciones) su magnificencia.

La Historia de Cara: de una parte el narrador, que puede ser el propio Gipi, u otra persona. De la otra, un personaje muy peculiar que responde al nombre de Cara. En medio, la historia que el primero quiere contar con un tono poético que se aleje del realismo que siempre le caracteriza, pero que el segundo no permite que se eleve por encima de la altura del gris asfalto y la dura vida de la calle. El encuentro entre uno y otro da como resultado una narración brillantemente entrecortada en la que una voz pisa a la otra cuando así le conviene para tomar las riendas de lo que se nos cuenta.

Calle de las Adelfas: a los que hayan leído Mi Vida Mal Dibujada les debería sonar el recuerdo que Gipi pone aquí en viñetas. Como si de una buena historia de terror se tratara (y en realidad lo es, no sabéis hasta que punto) la narración comienza de forma casual, con el autor recordando las calles donde pasaba su infancia, los vecinos que tenía y con quién jugaba y no. Y así, con ese azaroso sentido que tiene la vida cuando uno es pequeño, es como el italiano nos da el mazazo final, tan abrupto como necesariamente inconcluso para que sea nuestra imaginación la que ponga conclusión a tan terrible hecho.

Las Caras Bajo el Agua: aún ostentando un cierto carácter fantástico, sobre todo en su resolución, Las Caras bajo el Agua se acerca mucho a los postulados de lo que Gipi desarrollaría después en Apuntes para una Historia de Guerra, esto es, una historia de corte realista enmarcada en el ámbito de un conlficto armado desconocido. A través de tres personajes, que el autor consigue definir de forma brillante en muy pocas líneas de diálogo, se nos acerca a un sesgo de la crudeza que cualquier guerra encierra, suavizado, qué duda cabe, por ese giro final que, lejos de chirríar con respecto al resto de la narración, la concluye con un esperanzador tono.

Coche Bajo la Lluvia: experimento narrativo prodigioso, el autor comienza articulando la rotura del cuarto muro de una forma bastante peculiar. Sí, uno de los protagonistas es consciente de que no es él quien mueve los hilos de su destino, sino una fuerza superior llamada guionista. Pero no, no lo expresa hablando directamente al lector, sino contándoselo a su compañero de vehículo. En paralelo, Gipi desarrolla una anécdota argumental que, condensada por lo escueto del desarrollo del relato, no ve alterada la ironía de su trasfondo en ningún momento.

Las Cinco Curvas: indignado y cabreado por la inconsciencia de los jóvenes de su pueblo, que se matan en las cinco peligrosas curvas que hay por la carretera por culpa de unas arriesgadas carreras de ciclomotores. Haciendo gala de una conciencia social que ya quisieran para si muchos políticos de tres al cuarto, Gipi da toda una lección de humanidad y preocupación hacia lo que le rodea, demostrando además en cuatro viñetas que, aún atado a la triste realidad que narra, tiene la capacidad de mostrarse tremendamente poético.

Muttererde: tierra madre en alemán. Así es como se llama el carguero en el que el italiano sitúa la historia más larga de todo el volumen. Una en la que Gipi es capaz de saltar del intimismo que le otorga el que el narrador sea la voz anónima del diario de uno de los tripulantes, hasta el desgarrador brutalismo con el que unos militares a los que él llama nazis, no sabemos si porque lo son en realidad -el relato huye de temporalidades - o por las connotaciones que ello conllevan, tratarán una situación de polizontes. Situación cuyos dramáticos resultados llevarán al autor a convertirse en digno heredero de Gabriel García Márquez para, emulando al escritor en Relato de un Náufrago, llevar el final de la historia a terrenos muy diferentes de aquellos donde arrancó.

Pocas conclusiones son necesarias que no redunden en alabar las muchas virtudes del magnífico trabajo que despliega el italiano, algo que resultaría reiterativo a estas alturas de la recomicdación, así que mejor cortamos y les invitamos a que se hagan con este excelente volumen que, por si fuera poco, es una ganga en cuanto a relación calidad (y no he comentado la estupenda edición de sins entido, con un papel e impresión de aquí te espero) precio.

Sergio Benítez (316)

7 comentarios:

neufert dijo...

este comic es un espectáculo visual y encima los guiones no se quedan atrás, creo que este hombre funciona mejor en el relato corto, su mejor obra seguida muy de cercaj por S, una auténtica gozada de tomo, totalmente de acuerdo contigo en todo Sergio.

neufert dijo...

se que no viene a cuento pero el otro día vi en la librería el David Boring de Daniel Clowes y como nunca he visto una reseña tuya sobre su obra, me gustaría saber si me lo aconcejas o no, es que me leí ghost world y me gustó pero ese no se..y como mis gustos coinciden mucho con tus recomicdaciones...un saludo!!

sebelo2 dijo...

¿Será porque ambos somos arquitectos? ;P
De Clowes poco te puedo decir. Si bien es cierto que el David Boring lo tengo apuntado en la lista negra para una futura compra, no es menos cierto que lo único que he leído del autor fue Pussey! y tampoco me hizo mucha gracia.
Lamento no servirte de ayuda en esta ocasión.
Saludetes,
Sergio

neufert dijo...

me da que es 1 señal que los dos tengamos pereza a lanzarnos.. ayer casi lo compro pero me llevé el dándole vueltas de peeters, que tu lo recomendastes y me fio jejej, un saludo y muchas gracias de todas formas!!!

Toni dijo...

A mi David Boring por la mitad me empezo a dejar de gustar. Creo recordar que no lo acabe. Soy más de Como un guante de seda forjado en hierro, ese es mi preferido de Clowes. Aunque ahora me costaria mucho leer algo de este autor. Me entra una pereza de solo pensarlo.

Del comic de Gipi, lo que me ha valido la recomicdación es para decirme que toca releerme tan buen comic.
Saludos.

sebelo2 dijo...

Pues la del Guante de Seda la tuve en la mano hace poco y la dejé. A ver si va a resultar que es la eterna maldición de este autor no encontrar nunca sitio en nuestras estanterías ;P
Saludetes,
Sergio

neufert dijo...

uffff si toni también dice que ni acabó el david boring lo dejamos aparcado..además con lo que tengo pendiente en la estantería...un saludo