Dibujo: Nick Abadzis
Editorial: Glénat
Formato: Libro Rústica. 208 Páginas
Precio: 19.95€
Calificación: 7.5/10
Para aquellos que crecimos en la década de los ochenta escuchando Los 40 Principales a todas horas del día, el nombre de Laika tiene una connotación muy particular e irrepetible (al menos en el contexto en el que para nosotros se dió) asociada a otro nombre propio, Mecano. Y que levanten ahora la mano aquellos que se hicieron adolescentes a ritmo de las rimas del grupo formado por Ana Torroja y los hermanos Cano y que no recuerden la letra de Laika. ¿Nadie verdad?. ¿Cómo olvidar aquél "Era rusa y se llamaba Laika....Ella era una perra muy normal....Paso de ser un corriente animal, a ser una estrella mundiaaaaaal"?...olvidarlo, eso es lo que yo querría, pero en fin, sigamos...
Con el anuncio del lanzamiento de esta novela gráfica por parte de Glénat, me comentaba nuestro compañero Mario que en el Comics Bulletin era una de esas obras que calificaban de imprescindibles, y aunque una vez leída yo no llegaría a tanto, si que es cierto que resultan muy evidentes la muchas bondades que encierra este entrañable trabajo del inglés Nick Abadzis.
Para empezar, y dejando a un lado su vocación juvenil (no eran uno sino varios chavales los que la leían hace un varios días en la Fnac de Sevilla con muchísimo interés) lo interesante de Laika es como el autor mezcla realidad y ficción para componer un relato emotivo, que se agarra con fuerza al corazón del lector y que, aún a sabiendas de cómo finalizará - y el que no lo sepa que repase un poquito la historia o en su defecto escuche la canción de Mecano - provoca en él un continuo sentimiento de angustia por el destino final que correrá la perrita. Para ello, Abadzis echa mano de una narrativa que no escatima en recursos para avanzar con decisión, ya sea en su planteamiento, con algún que otro flashback muy bien injertado; ya sea en sus personajes, siendo imposible distinguir cuáles son reales y cuáles inventados por el artista para potenciar la cualidad dramática del relato; ya sea, sobre todo, en su potente componente visual, arma fundamental para poder llegar con la cercanía que lo hace. Es en ésta donde el artista vuelca todos sus esfuerzos, tanto a la hora de estructurar las páginas (no hay dos iguales, y si las hay están muy bien escondidas), profusas en viñetas y recursos estilísticos, como en el uso de ese trazo suelto, ligero y poco definido que ayuda sobremanera a no recargar las formas y a dejar que la historia respire con el espacio que necesita. La conjunción de estos tres aspectos provoca que Laika llegue con tan inusitada intensidad al lector, que no deberá extrañarnos nuestra incapacidad para contener alguna que otra lágrima conforme se acerque el final.
Con el anuncio del lanzamiento de esta novela gráfica por parte de Glénat, me comentaba nuestro compañero Mario que en el Comics Bulletin era una de esas obras que calificaban de imprescindibles, y aunque una vez leída yo no llegaría a tanto, si que es cierto que resultan muy evidentes la muchas bondades que encierra este entrañable trabajo del inglés Nick Abadzis.
Para empezar, y dejando a un lado su vocación juvenil (no eran uno sino varios chavales los que la leían hace un varios días en la Fnac de Sevilla con muchísimo interés) lo interesante de Laika es como el autor mezcla realidad y ficción para componer un relato emotivo, que se agarra con fuerza al corazón del lector y que, aún a sabiendas de cómo finalizará - y el que no lo sepa que repase un poquito la historia o en su defecto escuche la canción de Mecano - provoca en él un continuo sentimiento de angustia por el destino final que correrá la perrita. Para ello, Abadzis echa mano de una narrativa que no escatima en recursos para avanzar con decisión, ya sea en su planteamiento, con algún que otro flashback muy bien injertado; ya sea en sus personajes, siendo imposible distinguir cuáles son reales y cuáles inventados por el artista para potenciar la cualidad dramática del relato; ya sea, sobre todo, en su potente componente visual, arma fundamental para poder llegar con la cercanía que lo hace. Es en ésta donde el artista vuelca todos sus esfuerzos, tanto a la hora de estructurar las páginas (no hay dos iguales, y si las hay están muy bien escondidas), profusas en viñetas y recursos estilísticos, como en el uso de ese trazo suelto, ligero y poco definido que ayuda sobremanera a no recargar las formas y a dejar que la historia respire con el espacio que necesita. La conjunción de estos tres aspectos provoca que Laika llegue con tan inusitada intensidad al lector, que no deberá extrañarnos nuestra incapacidad para contener alguna que otra lágrima conforme se acerque el final.
Sergio Benítez (310)
5 comentarios:
Jo, que bonito. Te quieres creer que de lo de Mecano no tenia ni maldita idea. Yo es que en esa epoca era mas de pantalones vaqueros de pitillo y mucho Metallica e Iron Maiden.
Sorpreson el que me lleve cuando Glenat anuncio la publcacion de esta obra. Como muy bien has comentado me entere de su existencia por el Comics Bulletin y la ponian muy bien. Eso sí, creo que en esa pagina se reparten mas dieces y obras maestras que en este blog. Que ya es decir, macho.
No me extraña que la gente este medio arruiná comprando todo lo que se recomicda por aqui. Si no bajamos de 8.5
RUINA TOTAL
Saludazos
Pues yo ni idea tampoco de lo de laika de mecano, yo era más de tupe, chupa de cuero y rockabilly.
Y es lo que yo digo, le apetece a uno cocinar algo que le asquea? apetece recomicdar algo que no te gusto?
Saludos.
Uno heavy y el otro rockabilly...menuda variedad tenemos en el blog, y no sólo en cuanto a gustos comiqueros ;)
Y estoy con Toni: el propio nombre del blog lo dice, son cómics que recomendamos, aunque también es cierto que podríamos abrir un ANTI-lecturas reCOMICdadas, y poner ahí todo lo que no nos gusta, ¿no?.
Saludetes,
Sergio
Ese blog se llamaria "Loebforever" xD.
Me sonaba la historia de Laika pero no la conocía bien. Que cosa más triste, yo con esto no puedo, si me puse malo con el capitulo de Futurama dedicado al perro de Fry, ya con una historia real no te digo ná xD.
Hehehehe, por ese mismo motivo he evitado ir a ver Hachiko, la última de Lasse Hallstrom. Por más que me encante el director, no puedo ver una peli con perros de por medio. Y este cómic, aún sabiendo el tema, toca la fibra sensible muy de pleno.
Así que sí, haces bien no leyéndolo si sufres con lo de los animales.
Saludetes Sebas,
Sergio
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