Dibujo: Robert Segura
Editorial: RBA
Formato: Libro Cartoné. Aprox. 200 Páginas
Precio: 9.95€
Calificación: 8/10
Nos solemos estremecer ante la idea de un niño jugando con un cuchillo o unas tijeras pero a ver quien es el guapo que no se echa a temblar cuando alguna editorial descubre algo con lo que sacar los cuartos a los sufridos coleccionistas. No hace mucho que a algún lumbreras de RBA se le encendió la lucecita que decía “negocio”. Y no hace falta que diga que la nostalgia es muy mala, sobre todo cuando de tebeos estamos hablando.
El coleccionable Clásicos del Humor ha significado una revolución respecto a un material que ha permanecido inédito en nuestro país desde hace muuuuucho tiempo. Y eso que a la gente se le iluminaba la cara como si se le hubiera aparecido el Altísimo cada vez que se publicaba un Super Humor que no fuera de Mortadelo o de Zipi y Zape.
Vázquez, los hermanos Fresno, Schmidt, Peñarroya o Cifré son solo algunos ejemplos de los que esta colección ha rescatado. Algo impensable hace algunos años pero, como se ha dicho un poco más arriba, la nostalgia, aquello con lo que crecimos, está de moda y alguien se ha dado cuenta.
El tomo recomicdado en esta ocasión quizás no sea el mejor de la colección, ni siquiera el mejor de los publicados de Segura pero como es el último que me he leído… Grande. Muy grande Segura. Si anteriormente las entregas de Los Señores de Alcorcón y el Holgazán de Pepón o Rigoberto Picaporte, Solterón de mucho Porte dejaron el nivel muy alto, especialmente el segundo, esta Panda continúa el Segura style aunque con ciertas modificaciones.
La primera parte del tomo recoge historias cortas de una o dos páginas, de chiste fácil e inmediato, con las expresiones faciales y vocabulario marca de la casa. El tomo se completa con tres historias largas en las que Segura cede los guiones a Andreu Martín. ¿Supone esto un problema? Sí y no. Sigue siendo Segura y su humor tan característico pero ahora nos encontramos con más personajes y una trama bastante más elaborada. Quien se haya acostumbrado a los gags de resolución rápida e inmediata se encontrará un poco desubicado pero nada a lo que el cuerpo no se haga en un santiamén.
Todo un acierto este coleccionable que ha hecho las delicias de mucha gente. Gente que ha acudido al quiosco semanalmente, una visita que en ocasiones ha supuesto un quebradero de cabeza a la hora de encontrar algún que otro tomo, señal de la buena salud de la que ha gozado la colección. Pero la gente quiere más. Muchos han sido los autores que se han quedado fuera del listado y que quizás vean la luz en una deseada segunda parte. Volverá a tocar seguir preguntando si ha llegado tal o cual entrega y que el quiosquero nos eche una mirada que lo dice todo: “Diez eurillos asegurados a la semana. Otro que pica”.
El coleccionable Clásicos del Humor ha significado una revolución respecto a un material que ha permanecido inédito en nuestro país desde hace muuuuucho tiempo. Y eso que a la gente se le iluminaba la cara como si se le hubiera aparecido el Altísimo cada vez que se publicaba un Super Humor que no fuera de Mortadelo o de Zipi y Zape.
Vázquez, los hermanos Fresno, Schmidt, Peñarroya o Cifré son solo algunos ejemplos de los que esta colección ha rescatado. Algo impensable hace algunos años pero, como se ha dicho un poco más arriba, la nostalgia, aquello con lo que crecimos, está de moda y alguien se ha dado cuenta.
El tomo recomicdado en esta ocasión quizás no sea el mejor de la colección, ni siquiera el mejor de los publicados de Segura pero como es el último que me he leído… Grande. Muy grande Segura. Si anteriormente las entregas de Los Señores de Alcorcón y el Holgazán de Pepón o Rigoberto Picaporte, Solterón de mucho Porte dejaron el nivel muy alto, especialmente el segundo, esta Panda continúa el Segura style aunque con ciertas modificaciones.
La primera parte del tomo recoge historias cortas de una o dos páginas, de chiste fácil e inmediato, con las expresiones faciales y vocabulario marca de la casa. El tomo se completa con tres historias largas en las que Segura cede los guiones a Andreu Martín. ¿Supone esto un problema? Sí y no. Sigue siendo Segura y su humor tan característico pero ahora nos encontramos con más personajes y una trama bastante más elaborada. Quien se haya acostumbrado a los gags de resolución rápida e inmediata se encontrará un poco desubicado pero nada a lo que el cuerpo no se haga en un santiamén.
Todo un acierto este coleccionable que ha hecho las delicias de mucha gente. Gente que ha acudido al quiosco semanalmente, una visita que en ocasiones ha supuesto un quebradero de cabeza a la hora de encontrar algún que otro tomo, señal de la buena salud de la que ha gozado la colección. Pero la gente quiere más. Muchos han sido los autores que se han quedado fuera del listado y que quizás vean la luz en una deseada segunda parte. Volverá a tocar seguir preguntando si ha llegado tal o cual entrega y que el quiosquero nos eche una mirada que lo dice todo: “Diez eurillos asegurados a la semana. Otro que pica”.
Marione (2ª Época#11)
3 comentarios:
Gran reseña, Mario.
Y como dices, gran colección tirando de nostalgia... Este tomo en particular decidí dejarlo pasar, pero lo mismo se lo encargo a mi kioskero, después de leer tu reseña...
Coñe, que facil es picarnos...
Eso sí, aquí te espero cuando recomiende pulgarcito, Anacleto y demás, eh?
Un abrazo
la verdad que esta muy de moda lo de la nostalgia de los clasicos españoles de humor de la postguerra.
Yo reconozco que nunca he sido mucho de ella, exceptuando los clasicos zipi y zape, anacleto, rompetechos y dos cosillas más de ese estilo.
Saludos.
Por favor Jose, ni que decir tiene que por aqui andare cuando caigan esos clasicos y aunque no lo fueran, tambien.
Y fijate Toni, que cuando salio esta serie y se anunciaron las entregas, intente hacerme un listado de compras en los que no estuvieran los de siempre. Mas que na por probar cosas nuevas.
Saludazos a ambos dos.
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