Dibujo: Parlov, Larosa, Braithwaite, Fernández & Medina
Editorial: Panini
Formato: 10 Libros Rústica. 136-160 Páginas
Precio: 10-13€
Calificación: 9.5/10
Cuando ha transcurrido algo más de un año desde que inauguráramos este blog, retomo en cierta manera el testigo que me dejé con la primera recomicdación que aquí publicamos, la correspondiente al tomo de Barracuda, para dar un completo repaso a la serie de la que se derivaba el irreverente y cachondo volumen, el Punisher MAX de Garth Ennis. Muchos meses han tenido que pasar para que pudiera completar una serie de la que varios tomos estaban descatalogados, algo que la gentileza de Panini ha tenido a bien corregir con segundas ediciones, permitiéndome, por fin, dar completa lectura a una serie que, de partida, se coloca en los primeros puestos de mi escala personal en cuanto a los muchos cómics que a lo largo de los años he podido disfrutar de La Casa de las Ideas.
Dejando de un lado el tono de humor pasado de vueltas y bestia con el que había iniciado su andadura con el personaje junto a su inseparable Steve Dillon, Ennis se plantea esta nueva encarnación de Frank Castle de una forma mucho más seria, algo así como el equivalente a su obra magna (y si tengo que decir cuál es no merecéis estar leyendo esto) pero sin el tono de comedia que desprendían algunas de las "secuencias" de la misma: el resultado son sesenta números (los mismos que tenía esa otra serie, ¿casualidad o no?) en los que el irlandés tiene tiempo para redefinir al personaje, dotarlo de una nueva personalidad mucho mejor definida que cualquiera de sus numerosas versiones anteriores y, como ya es marca de la casa, crear a su alrededor una galería de secundarios a la que no se puede calificar de otra manera que no sea genial.
Como cualquiera puede comprobar si repasa alguna de mis recomicdaciones para este blog, no soy muy dado a hacer reseñas exhaustivas que desgranen todos y cada uno de los detalles de la obra en cuestión, pero la enorme extensión de lo que acaece durante los diez volúmenes y el hecho añadido de reunir la crítica de todos en un mismo espacio creo que es óbice suficiente como para tener que detenerme, aunque sea mínimamente, en ir dando pinceladas de lo que la serie llega a dar de si.
El arranque del primer volumen no deja lugar a dudas de lo muy en serio que va Ennis con el personaje: con objeto de acabar de una vez por todas con la mayoría de miembros de la mafia italiana que operan en su ciudad Frank asalta la celebración del centenario del Don y mata de un plumazo (y en una escena magistral puntualizada por los pensamientos de nuestro protagonista) a la práctica totalidad de los criminales que de una manera u otra marcan la pauta de la vida de muchos civiles. A partir de ahí, y a lo largo de los seis números aquí recogidos, Ennis envuelve a Castle en una operación gubernamental secreta que pretende captar sus exclusivos servicios usando para ello a Micro (un antiguo colaborador). Con un Lewis Larosa efectivo pero deudor en exceso de las sombras y colores infográficos, El Principio (que así se llama el arco argumental) va in crescendo en cuanto a tensión se refiere hasta terminar en una página demoledora.
Para el segundo tomo, cuyo título, Cocina Irlandesa, no deja lugar a dudas acerca de lo que nos vamos a encontrar, Ennis echa mano de toda la mala uva que le caracteriza para narrar el enfrentamiento de Punisher con una banda de antiguos miembros del I.R.A y chalados varios con ansias de poder. A los lápices, un Leandro Fernández resultón pero que no hace más que recordarnos las muchas deudas que sigue manteniendo para con sus maestros Marcelo Frusin y Eduardo Risso. De la lectura de este arco, al igual que la del volumen que le sigue (en la que Castle incursionará terreno ruso para rescatar a una niña y se enfrentará, aunque no directamente, a un rival a su altura, un general ruso llamado el Hombre de Piedra), ilustrado de forma más cercana a lo que necesita el personaje por Dougie Braithwaite, se podría inferir que los intereses del guionista no van más allá de plantear historias cerradas y autoconclusivas que no tengan mayor repercusión, pero nos estaríamos equivocando de cabo a rabo.
Con el material de secundarios que le reportan los primeros dieciocho números, más algunos personajes que irán apareciendo en los siguientes (Barracuda y alguno que otro más) Ennis tiene suficiente para comenzar a introducir una semblanza de continuidad que irá desarrollando muy lentamente a lo largo de sus cinco años de estancia en la serie. Y así comienza Arriba es Abajo y Negro es Blanco, trayendo a varios de los personajes del primer volumen para montarse un arco argumental que reincide otra vez en ser calificado como brillante, y en el que el dibujo de Fernández, que también se encarga del siguiente (Los Esclavistas) va variando hacia terrenos más apropiados.
Llegados al sexto volumen necesitamos hacer una parada obligatoria por dos motivos. El primero es la aparición de Barracuda, el mejor hallazgo de reparto de toda la estancia de Ennis en Punisher. El segundo corresponde a la parte visual del cómic, que recae en las hábiles manos de Goran Parlov, dibujante croata (que ya viéramos en la recomicdación de la miniserie del enorme negro con dientes de oro) con un estilo claramente influenciado por Joe Kubert y ciertas deudas a José Luis García López que, al margen de narrar a placer, es el mejor artista de cuantos se pasean por la serie.
Séptimo, octavo y noveno volumen (con la adición en el segundo de Lan Medina a los lápices, correcto y nada más) no hacen más que constatar una, dos y tres veces que Ennis es un guionista que conoce muy pocos iguales a la hora de imaginar situaciones realistas con personajes extremos: lo demuestra con de nuevo con el Hombre de Piedra (casi parece que fuera amigo de algún ex-militar ruso), lo demuestra con esa mujer que aparece en Las Viudas, y lo vuelve a hacer con la segunda aparición de Barracuda en el noveno.
Pero nada, y cuando digo nada quiero decir NADA, nos puede preparar para lo que el irlandés nos reserva como traca final. Tengo mis dudas, pero creo que no sería muy descabellado afirmar que, no sólo Valley Forge, Valley Forge está a la altura de cualquiera de los números de esa serie que no quiero citar de Ennis, sino que es una de las mejores lecturas anti-belicistas que he tenido el gustazo de disfrutar en mi vida. Alternando la narrativa secuencial con textos sacados de un libro ficticio sobre un oscuro episodio imaginario de la Guerra de Vietnam, el irlandés consigue agarrar por las gónadas al lector y no soltarlas hasta el final de un tomo intenso, emocionante, vibrante y magistral que se lee de una sentada, dejando al lector sin respiración y con la clara impresión de haber acabado, como decía al principio, uno de los mejores (sino el mejor) cómics que Marvel ha publicado en todos sus puñeteros años de existencia.
Dejando de un lado el tono de humor pasado de vueltas y bestia con el que había iniciado su andadura con el personaje junto a su inseparable Steve Dillon, Ennis se plantea esta nueva encarnación de Frank Castle de una forma mucho más seria, algo así como el equivalente a su obra magna (y si tengo que decir cuál es no merecéis estar leyendo esto) pero sin el tono de comedia que desprendían algunas de las "secuencias" de la misma: el resultado son sesenta números (los mismos que tenía esa otra serie, ¿casualidad o no?) en los que el irlandés tiene tiempo para redefinir al personaje, dotarlo de una nueva personalidad mucho mejor definida que cualquiera de sus numerosas versiones anteriores y, como ya es marca de la casa, crear a su alrededor una galería de secundarios a la que no se puede calificar de otra manera que no sea genial.
Como cualquiera puede comprobar si repasa alguna de mis recomicdaciones para este blog, no soy muy dado a hacer reseñas exhaustivas que desgranen todos y cada uno de los detalles de la obra en cuestión, pero la enorme extensión de lo que acaece durante los diez volúmenes y el hecho añadido de reunir la crítica de todos en un mismo espacio creo que es óbice suficiente como para tener que detenerme, aunque sea mínimamente, en ir dando pinceladas de lo que la serie llega a dar de si.
El arranque del primer volumen no deja lugar a dudas de lo muy en serio que va Ennis con el personaje: con objeto de acabar de una vez por todas con la mayoría de miembros de la mafia italiana que operan en su ciudad Frank asalta la celebración del centenario del Don y mata de un plumazo (y en una escena magistral puntualizada por los pensamientos de nuestro protagonista) a la práctica totalidad de los criminales que de una manera u otra marcan la pauta de la vida de muchos civiles. A partir de ahí, y a lo largo de los seis números aquí recogidos, Ennis envuelve a Castle en una operación gubernamental secreta que pretende captar sus exclusivos servicios usando para ello a Micro (un antiguo colaborador). Con un Lewis Larosa efectivo pero deudor en exceso de las sombras y colores infográficos, El Principio (que así se llama el arco argumental) va in crescendo en cuanto a tensión se refiere hasta terminar en una página demoledora.
Para el segundo tomo, cuyo título, Cocina Irlandesa, no deja lugar a dudas acerca de lo que nos vamos a encontrar, Ennis echa mano de toda la mala uva que le caracteriza para narrar el enfrentamiento de Punisher con una banda de antiguos miembros del I.R.A y chalados varios con ansias de poder. A los lápices, un Leandro Fernández resultón pero que no hace más que recordarnos las muchas deudas que sigue manteniendo para con sus maestros Marcelo Frusin y Eduardo Risso. De la lectura de este arco, al igual que la del volumen que le sigue (en la que Castle incursionará terreno ruso para rescatar a una niña y se enfrentará, aunque no directamente, a un rival a su altura, un general ruso llamado el Hombre de Piedra), ilustrado de forma más cercana a lo que necesita el personaje por Dougie Braithwaite, se podría inferir que los intereses del guionista no van más allá de plantear historias cerradas y autoconclusivas que no tengan mayor repercusión, pero nos estaríamos equivocando de cabo a rabo.
Con el material de secundarios que le reportan los primeros dieciocho números, más algunos personajes que irán apareciendo en los siguientes (Barracuda y alguno que otro más) Ennis tiene suficiente para comenzar a introducir una semblanza de continuidad que irá desarrollando muy lentamente a lo largo de sus cinco años de estancia en la serie. Y así comienza Arriba es Abajo y Negro es Blanco, trayendo a varios de los personajes del primer volumen para montarse un arco argumental que reincide otra vez en ser calificado como brillante, y en el que el dibujo de Fernández, que también se encarga del siguiente (Los Esclavistas) va variando hacia terrenos más apropiados.
Llegados al sexto volumen necesitamos hacer una parada obligatoria por dos motivos. El primero es la aparición de Barracuda, el mejor hallazgo de reparto de toda la estancia de Ennis en Punisher. El segundo corresponde a la parte visual del cómic, que recae en las hábiles manos de Goran Parlov, dibujante croata (que ya viéramos en la recomicdación de la miniserie del enorme negro con dientes de oro) con un estilo claramente influenciado por Joe Kubert y ciertas deudas a José Luis García López que, al margen de narrar a placer, es el mejor artista de cuantos se pasean por la serie.
Séptimo, octavo y noveno volumen (con la adición en el segundo de Lan Medina a los lápices, correcto y nada más) no hacen más que constatar una, dos y tres veces que Ennis es un guionista que conoce muy pocos iguales a la hora de imaginar situaciones realistas con personajes extremos: lo demuestra con de nuevo con el Hombre de Piedra (casi parece que fuera amigo de algún ex-militar ruso), lo demuestra con esa mujer que aparece en Las Viudas, y lo vuelve a hacer con la segunda aparición de Barracuda en el noveno.
Pero nada, y cuando digo nada quiero decir NADA, nos puede preparar para lo que el irlandés nos reserva como traca final. Tengo mis dudas, pero creo que no sería muy descabellado afirmar que, no sólo Valley Forge, Valley Forge está a la altura de cualquiera de los números de esa serie que no quiero citar de Ennis, sino que es una de las mejores lecturas anti-belicistas que he tenido el gustazo de disfrutar en mi vida. Alternando la narrativa secuencial con textos sacados de un libro ficticio sobre un oscuro episodio imaginario de la Guerra de Vietnam, el irlandés consigue agarrar por las gónadas al lector y no soltarlas hasta el final de un tomo intenso, emocionante, vibrante y magistral que se lee de una sentada, dejando al lector sin respiración y con la clara impresión de haber acabado, como decía al principio, uno de los mejores (sino el mejor) cómics que Marvel ha publicado en todos sus puñeteros años de existencia.
Sergio Benítez (259)
10 comentarios:
Es que Ennis y yo llevamos un tiempo peleados. Y el castigante marveliano tampoco es que me haga perder el sentido. Y va a ser que he pasado de éste material. Y que de paso os recuerdo que al mismo tiempo que salía ésta entrada he colgado por mi parte lo que os prometí ayer. Y es que según algunos hay que aprovechar los trenes baratos. Y que aquí termina el comentario.
Y Saludos!
Clap, clap, clap. Pedazo de reseña y no sólo por la nota, que se la merece, si no por eso que dejas entrever que se desarrolla en la serie; algo que no podrá notar alguien que no se halla leído el material, pero espero que baste para animarlo a leer.
Pedaso obra muy recomicdable del Señor Ennis, claro que dicho por mí quizás no tenga valor objetivo alguno, pero es así.
En cuanto a su obra magna... En uno de los comentarios hice una confesión algo vergonzosa, así que si D. Sergio tiene a bien borrar aquel comentario, que por otro lado pasó desapercibido (creo), me haría un hombre feliz y pleno ;).
Saludos!
Pues sí, pedazo de reseña... y nada más y nada menos que de 10 tomos...!!!!
Esto te lo coje Nacho y te hace reseñas hasta el 2010... je, je, je.
De la etapa de Ennis me quedé en la miniserie de 12 números, la de Dillon, y del resto me he quedado con ganas, la verdad... Y hay un absolute por ahí rulando...
No te digo na, y te lo digo to.
Un abrazo,
Al final el compañero de la reseña se dejó llevar por el entusiasmo y en un momento de euforia afirma que es "uno de los mejores (sino el mejor) cómics que Marvel ha publicado en todos sus puñeteros años de existencia" xDDDD
La verdad que no lo he leído por lo poco que me gusta Ennis y porque ya pillé la serie con unos cuantos tomitos publicados en España. Aunque con recomicdaciones como ésta da ganas de echar la vista atras e ir a la tienda (o a otros sitios inconfesables) a por punisher.
Solo pasaba por aquí a deciros que me gusta mucho este blogg: directamente a la chicha, a hablar de cómix... Os seguiré.
Que pintaza y nada más y nada menos que 10 tomos, pues me da que me los voy a tener que comprar, ya con la portada me ha enganchado.
Sau2
Peazo reseña, Sergio. Y bien por Garth.
Después de 2 series de Punisher en plan humor neeeegro negrísimo pasado de vueltas que tanto le gusta(menuda payasada "La conjura de los necios", la de "Queridos vecinos" es más pasable), se pone serio y nos trae al Punisher definitivo. Un chalado sin excusa ni escrúpulos. Junto con "Círculo de sangre", las mejores historias de este ¿superhéroe?.
Saludetes
A ver, por partes:
. Nachete: pelearte con Ennis no tiene perdón de Dios. Aprovechar los trenes baratos no importa, pero pelearte con Ennis sí. Reconcilíate y dale una oportunidad a Paco Castillo, que bien vale la pena.
. Alberto: seamos francos, como no te leas Predicador.....¡¡¡¡mierda, se me ha escapado!!!!....te voy a prohibir la entrada en el blog ;P
. Jose: te digo lo que a Nacho, estos diez tomos son la repera. Y sabiendo que tu no estás peleado con el irlandés, pues mucho más.
. Leox: bienvenido. Espero leerte mucho por estos lares.
. Ali: yo estoy deseando que se distribuya ya el último tomo del Punisher de Ennis, con esa nueva historia dibujada por Dillon y que trae a la palestra a Ma Gnucci.
Saludetes a todos,
Sergio
Bien. Así sí. Cuando quieres sabes valorar en su justa medida lo que tienes entre manos. Y eso que de estos tomos solo me he leido los dos primeros cuando estuve en tu house. Pero supongo que seguirá esa linea.
Que facil es hacer una recomicdación cuando el tebeo lo ha escrito ese genio irlandes que es Dios Ennis.
Además, muy bien pensado el ponerle un 9.5. Ya sabemos que obra suya se llevará el O.M. absoluta.
Saludazos
Pues en mi libreria habitual he visto tomos, pero no les he prestado mucha antención, cosa que hare mñana, viendo la recomicdación del jefe.
Saludos
Buena Reseña!!
Yo también considero parte de esta serie los tomos “serios” de Ennis en Punisher, como son:
“Barracuda: el Regreso”, “Nacimiento” (pedazo de historia, necesario para disfrutar de Valley Forge, Valley Forge) y el tomo “El Tigre”, con esas 2 magníficas historias de Ennis (las otras como sino estuvieran).
En general, con Punisher Max, Ennis deshizo la parodia que era la serie antes (divertida pero intrascendente), y la convirtió en una pequeña joya, violenta, descorazonada y cínica.
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