Dibujo: Jiro Taniguchi
Editorial: Ponent Mon
Formato: Libro Rústica. 224 Páginas
Precio: 14€
Calificación: 8/10
Después de las geniales y, por qué no, magistrales, Barrio Lejano y El Almanaque de Mi Padre (y en menor medida La Montaña Mágica), la verdad es que lo que me esperaba de esta colección de relatos cortos era algo cortado por el mismo patrón que las dos primeras obras, esto es, una mirada nostálgica a la infancia a través de de algún artificio fantástico (el viaje al pasado de Barrio Lejano) o real (el diario de El Almanaque de Mi Padre). Lo que me encontraba, no obstante, no tenía nada que ver con mis expectativas, algo que, a la postre, redunda si cabe en una mejor valoración de tan curiosa lectura.
Aunque los relatos de Utsumi están preñados de una melancolía en muchos momentos extrema, se nota en ellos que la mano de Taniguchi se ha limitado al dibujo, dejando el artista que sea la voz del escritor nipón la que vaya describiendo esos personajes en los que la nostalgia cruje como las hojas de ese olmo del capítulo que abre la lectura que cada otoño muda sus hojas para disgusto del vecindario. La grandeza del trabajo del autor de Barrio Lejano es adaptarse como lo hace a lo que cada historia le va dictando sin perder en ningún momento la limpieza y claridad que le caracterizan.
Observador sagaz de la realidad que le rodea, Taniguchi siempre ha demostrado un gusto desmesurado por el detalle, algo que se observa en cada página, y que le lleva a dibujar unas delicadas viñetas que parecen sacadas directamente de la realidad del país del sol naciente. A través de momentos tan emotivos como ese padre reencontrándose con su hija a través de un cuadro, la hermana que de repente descubre el gran amor fraternal que le une a su alejado hermano, los ancianos que descubren el amor en el otoño de sus vidas o la mujer que recupera el recuerdo de su desaparecido marido mediante un simbólico cuadro, casi logramos descubrir de nuevo a un artista que sabe de sobra cómo no caer en la monotonía al tiempo que demuestra un conocimiento perfecto de los senderos hacia el corazón de los lectores.
Con esta cuarta lectura que le he hecho al autor nipón podría afirmar con rotundidad que junto a Otomo y Toriyama, Taniguchi es, fuera de dudas, mi mangaka favorito. Tal afirmación tiene una consecuencia inmediata, y es que obras como La Cumbre de los Dioses, El Viajero de la Tundra, El Rastreador o El Caminante han pasado ya a esa lista negra que tanto ha visto aumentada su longitud en los últimos tiempos gracias a vosotros nuestros lectores. ¿Quién me mandaría montar un blog?.
Aunque los relatos de Utsumi están preñados de una melancolía en muchos momentos extrema, se nota en ellos que la mano de Taniguchi se ha limitado al dibujo, dejando el artista que sea la voz del escritor nipón la que vaya describiendo esos personajes en los que la nostalgia cruje como las hojas de ese olmo del capítulo que abre la lectura que cada otoño muda sus hojas para disgusto del vecindario. La grandeza del trabajo del autor de Barrio Lejano es adaptarse como lo hace a lo que cada historia le va dictando sin perder en ningún momento la limpieza y claridad que le caracterizan.
Observador sagaz de la realidad que le rodea, Taniguchi siempre ha demostrado un gusto desmesurado por el detalle, algo que se observa en cada página, y que le lleva a dibujar unas delicadas viñetas que parecen sacadas directamente de la realidad del país del sol naciente. A través de momentos tan emotivos como ese padre reencontrándose con su hija a través de un cuadro, la hermana que de repente descubre el gran amor fraternal que le une a su alejado hermano, los ancianos que descubren el amor en el otoño de sus vidas o la mujer que recupera el recuerdo de su desaparecido marido mediante un simbólico cuadro, casi logramos descubrir de nuevo a un artista que sabe de sobra cómo no caer en la monotonía al tiempo que demuestra un conocimiento perfecto de los senderos hacia el corazón de los lectores.
Con esta cuarta lectura que le he hecho al autor nipón podría afirmar con rotundidad que junto a Otomo y Toriyama, Taniguchi es, fuera de dudas, mi mangaka favorito. Tal afirmación tiene una consecuencia inmediata, y es que obras como La Cumbre de los Dioses, El Viajero de la Tundra, El Rastreador o El Caminante han pasado ya a esa lista negra que tanto ha visto aumentada su longitud en los últimos tiempos gracias a vosotros nuestros lectores. ¿Quién me mandaría montar un blog?.
Sergio Benítez (215)
11 comentarios:
Es un crack y las que citas excepto la cumbre de los dioses que no he leído, todas son recomendables. Un acierto la variedad de títulos que manejas y la falta de prejuicios del blog.
Miguel
Vaya, dos reseñas seguidas con dos de mis artistas preferidos.
No he leido tanto de Taniguchi como me gustaría (unos de estos dias caerá la nueva edición de "El almanaque de mi padre"), pero lo que he leido me ha parecido expectacular, precioso y muy, muy emotivo.
Nacho! Otro mangaka que tienes que empezar a leer, hombre ya xD.
¿Otro? ¿Pero éste es de lo que se leen como aquí o como allí? Porque si añadimos a los prejuicios el sentido inverso de lectura, ya la hemos cagao...
Saludos!
"La cumbre de los dioses" es una pasada (para mí nota de 9 por lo menos) y es que Taniguchi es un genio. Quizás lo más flojo que he leido y sin ser suyo el guión, haya sido "la epoca del Botcham", con un dibujo como siempre espectacular, pero una historia más dirigida a un público japonés. Pero vamos no por ello es mala obra.
P.D: Sebelo, te envidio porque podrás gozar por primera vez de esas obras que tienes pendientes ;). ahhhh, la primera vez...
A ver, por partes:
.Miguel, muchas gracias por el halago, seguiremos trabajando para no cambiar.
.Goku, El Almanaque es una pasada, y por lo que le he leído por ahora, lo mejor junto a Barrio Lejano.
.Nacho, se lee como aquí, así que sólo tienes media excusa.
.Alberthor...jejeje....eso mismo me pasa a mi cuando doy con alguien que no ha leído ciertas obras seminales...que envidia.
Saludetes a todos,
Sergio
Taniguchi también es de mis mangakas favoritos. Lo conocí por Barrio Lejano y me quedé muy sorprendido. Descubí una forma de hacer tebeos que me llegó al alma: fino, elegante, límpio, tan sentimental, tan bonito y, sin embargo, no me parece ñoño o demasiado sensiblero. Es un autor que recomendaria por igual a mi madre o a mi sobrino de 13 años.
O a tu mujer. La mía se está leyendo ahora Barrio Lejano y está encantada.
Saludetes,
Sergio
O a mi mujer, exacto. De hecho junto con Pildoras Azules y Maus fueron los ganchos... ahora en su mesilla siempre hay algún tebeo.
¡Qué casualidad!. En mi caso el gancho fue Maus ;).
Saludetes,
Sergio
Podría ser una entrada interesante para vuestro blog: "Tebeos que recomendarias a alguien que no lee tebeos" ¿O esto ya se ha hecho?
Pues no, no se ha hecho...me quedo con la idea para un futuro.
Saludetes,
Sergio
Publicar un comentario