martes, 22 de septiembre de 2009

BATMAN. WHATEVER HAPPENED to the CAPED CRUSADER? HC

Guión: Neil Gaiman

Dibujo: Andy Kubert

Editorial: DC

Formato: Oversized HC. 128 Páginas

Precio: $24.99

Calificación: 9/10

Supongo que a estas alturas a ninguno de nuestros lectores habituales les va a sorprender lo que voy a afirmar en breves momentos, pero como uno no sabe quién se incorporará hoy a este espacio virtual, pues allá va: hace EONES que no me acercó a ninguna de las series regulares de Batman. Huyendo como siempre hago de (casi) todo lo que lleve implicito la palabra continuidad, creo que la última vez que me aproximé al personaje por un período largo de tiempo fue cuando la saga de Knightfall, hace más de una década. Ello no quita para que, de un modo u otro, haya estado medio informado de todo lo que en ese tiempo le ha ido pasando al personaje, ya sea con todo lo que se montó en Gotham, con las consecuencias del Hush (que sí me compre, y es que Jim Lee tira mucho) o con ese R.I.P que tanto gustaba a Mario y que responde a los manidos parámetros de maniobra comercial que tanto DC como Marvel han usado ya incontables veces, ¿o es que hay alguien que se crea que Bruce está muerto?...pues eso.

Pero como hasta de la bazofia argumental más grande siempre hay alguien capaz de sacar provecho, decidí que los dos numerillos que se recogen en este tomo de DC (que se completa con varias cosas más escritas por Gaiman para así justificar el gasto de veinticinco dólares/euros) bien podían valer el pequeño esfuerzo económico, un desembolso del que pocas veces en los últimos tiempos me he alegrado tanto de hacer tratándose de un cómic pijamero. Así de grande es lo creado por el escritor y Andy Kubert. La primera pregunta y por lo tanto la más obvia (que diría un supuesto arquitecto en cierta película de ciencia-ficción) es, ¿de qué va Whatever Happened to the Caped Crusader?. Pues muy sencillo. Huyendo de lo que hubiera sido esperable en un tebeo de estas características, llamado a servir de cierre a todo el embrollo que Morrison se montaba con R.I.P, Gaiman se saca de la chistera un truco digno del mejor prestidigitador del mundo, escribiendo dos números que son muestra viva de lo mejor que se ha dicho sobre el hombre murciélago en al menos dos décadas, las que han transcurrido desde la terna de los mejores títulos a él dedicados.

Para ello, el guionista escocés se plantea la imposible situación de un velatorio al que van apareciendo todos los personajes que le han secundado en sus muchos años de continuidad, ya sean estos los que están de su lado (como Gordon, los detectives de la Gotham Central, o sus inseparables Alfred, Dick o Jason), como todos sus archienemigos desde el Joker hasta Catwoman, pasando por cualquiera de la enorme galería que los diferentes equipos creativos han ido aportando a lo largo de las décadas. Una vez allí, y en un golpe que sólo puede ser calificar de genio, lo que Gaiman hace es poner en boca de todos y a través de varias historias, diferentes episodios de la vida de Batman que nunca tuvieron lugar pero que manifiestan en cierto modo el sentir de todos aquellos a los que la "muerte" del personaje toca de muy cerca. Y no, no me estoy refiriendo a los personajes de la página impresa, sino a nosotros los lectores.

Con la ayuda de un Kubert al que las tintas de Scott Williams sientan a las mil maravillas, Gaiman escribe no sólo uno de los mejores relatos cortos que recuerdo haber leído del personaje (el que pone en boca de Alfred), sino que además destila como muy pocos han sabido hacer antes la verdadera esencia del personaje adentrándose cuál preciso cirujano en la compleja personalidad de Batman (que no Bruce Wayne, cuidado) para arrojar novedosa luz sobre por qué hace lo que hace. Para cuando la historia va tocando a su fin, el tándem de autores se guarda un as en la manga en forma de varias páginas dobles de las que sólo puedo decir que son de esas que llegan a tocar la fibra sensible de cualquiera que alguna vez haya pasado por las páginas del tebeo queriendo llegar a ser el cruzado con capa. Como un ciclo que nunca tendrá fin, Gaiman y Kubert cierran con la última página el que debería ser reconocido como uno de los puntales de la historia del personaje en los años por venir al igual que hoy lo es ese fantástico análisis que Moore hiciera con Superman en Whatever Happened to the Man of Tomorrow?. Que llegue a serlo o no sólo el tiempo lo dirá. Que lo merezca es algo indiscutible.

Sergio Benítez (271)

5 comentarios:

Jose dijo...

Gran reseña, jefe. Y eso que el comic se las trae a la hora de contar de que va sin terminar de destriparlo...

Efestivamente, Gaiman sabe hacer maravillas con el personaje, y las útlimas páginas del tomo (bueno, de la grapa, en mi caso, que la cosa está my malita...)merecen y mucho, la pena.

PD. Dos reseñas pijamistas seguidas.... yupi!!!!

. . dijo...

Yo tengo una bonita anécdota con éste tomo...

Pero por el asunto de los trenes baratos lo contaré dentro de un ratito por mi blog.

Y en cuanto al tomo en sí... ¿Te puedes creer Sergio que aún no lo he leído?

Saludos!

Lamasthu dijo...

Tengo ganas de leer esta historia de Neil Gaiman. Todo el mundo habla muy bien de ella y reseñas así sólo hacen que acrecentar mis ganas.

Unknown dijo...

Lo leí hace unos meses y la verdad es que no está nada mal, aunque a veces creo que la gente lo flipa un poco con estas cosas. Será por Gaiman o será por que la colección regular de Batman es un mojon (bueno los últimos números me han parecido entretenidos aunque lo del hijo de batman me parece una gran chorrada...pero bueno para grandisima chorrada "batman rip").

sebelo2 dijo...

Contestando a todos:
.Jose, no van a ser dos sino tres, que queda la tuya de esta tarde ;)
. Nachete, lo tuyo no tiene perdón...el que no te lo hayas leído todavía, quiero decir.
. Mythos, no te resistas más y hazte con él, es muy, muy bueno.
. Y sí Goku, quizás es que el nivel pijamero general es tan exigüo que cualquier cosa que sobresale (mucho, como es el caso) se valora aún mejor.
Saludetes a todos,
Sergio