jueves, 24 de septiembre de 2009

EPICURO el SABIO

Guión: William Messner-Loebs

Dibujo: Sam Kieth


Editorial: Norma


Formato: Libro Cartoné. 160 Páginas


Precio: 24€


Calificación: 6.5/10


No se si alguna vez lo habré comentado, pero sino, creo que esta es tan buena ocasión como cualquier otra: si hoy en día mi colección constara de todo aquello que he ido adquiriendo durante los últimos quince años, dudo mucho que cupiera en mi casa. La explicación es muy sencilla. Como coleccionista de cómics he ido pasando por muchas (muchísimas) fases que han ido desde comprar cómics sin ton ni son a ver que me iba encontrando, a adquirir de forma compulsiva todo aquel manga que se me ponía a tiro o llevarme a casa tebeos por el mero hecho de tener una portada molona (sí, yo era uno de esos que me quedaba con la portada y tiraba el resto). Agotando una por una, la conclusión de cada una de ellas siempre solía ser la misma: tenía que vender todo el material que pudiera para poder seguir comprando y entrando en nuevas fases. Así, durante bastante tiempo, un par de tiendas de Sevilla fueron receptoras de abultadas cajas cada dos o tres meses, cajas que me malpagaban (o yo malvendía, para que vamos a engañarnos) pero que liberaban espacio de mis comprimidas estanterías. Con el tiempo decidí que en lugar de vender era mucho mejor regalar a mis amigos; y aquí que hable Mario, porque sinceramente he perdido la cuenta de lo que se ha podido llevar a su casa.

Y toda esta historia que, lo sé, podría haber resumido un pelín (por una vez os aguantáis, diantres) lleva obviamente a intentar justificar que en alguna de esas ventas multitudinarias los dos tomos de Epicuro el Sabio que Zinco editó en su día fueran introducidos por equivocación. Como quiera que me di cuenta mucho tiempo después de haberlos vendido, recuperarlos se hizo imposible hasta que a finales del mes pasado Norma tuvo a bien volver a publicarlos, esta vez en un sólo tomo en tapa dura que además incluye las historias cortas que salieron en aquellos prestigios de Piranha Press (también editados por Zinco y que nunca llegué a leer).

De esta relectura efectuada tantos años después resultan sorprendentes un par de cosas. La primera es lo bien que ha envejecido el material, manteniendo Epicuro toda la frescura que ostentara hace más de una década, primero en los guiones de Messner-Loebs y la forma en la que mete a todos los filósofos y fabulistas de la Grecia clásica haciendo mofa de sus elucubraciones (atención a como se ensaña con Platón y sus obras, tanto el mito de la caverna como La República) al tiempo que hace lo propio con la mitología de la civilización y su panteón de divinidades, explotando sobre todo la líbido de Zeus y los eternos celos de Hera; después en los dibujos de un Kieth detallista y caricaturesco que cuaja unas composiciones de páginas brillantes de las que si una conclusión puede sacarse es que el artista nunca tuvo miedo de jugar con unos encuadres y ángulos imposibles por un lado y viñetas de múltiples formas por otro.

La segunda, derivada directamente de esta, es que muy buena impresión tuvieron que dejar los volúmenes editados por Zinco cuando leyendo este que hoy recomicdamos podía recordar todo aquello que iba a ir sucediendo. Cierto es que la primera lectura de Epicuro fue una gratísima sorpresa. Y que además se hizo en una época en la que uno estaba acostumbrado a cómics de mutantes-dándose-leches-a-lo-largo-de-unos-pasillos-sin-fin. Pero algo especial tenía que tener para que mi memoria, saturada de cientos de cómics desde entonces, la guardara en un lugar tan reservado. Ese algo es, qué duda cabe, su carácter a contracorriente, las ganas de que el lector se lo pase bien al mismo tiempo que pueda aprender algo y la perfecta conjunción que se da entre guión y dibujo. Una comunión que desgraciadamente no se mantiene por igual a lo largo de todo el volumen, siendo la última historia (Los Chicos de Helena) antítesis de todo lo que he afirmado hasta ahora tanto a nivel de guión como, sobre todo, en los dibujos de un Kieth salido de madre. Mi consejo, si quieren seguirlo, es que a la hora disfrutar de Epicuro el Sabio se centren en los dos primeros capítulos, ojeen por encima el tercero y hagan caso omiso del cuarto, de esa manera les garantizo que podrán llevarse la mejor impresión posible de tan original cómic.

Sergio Benítez (274)

5 comentarios:

. . dijo...

Se te ha pasado por alto comentar que cierta recomendación citada en las propaganda de Norma fue probablemente la que te indujo a la compra pero...

IMPRESIONANTE, asín de mayusculado. IMPRESIONANTE fue lo que me pareció cuando lo leí en su día cuando lo sacó zinco. Y yo, en cambio, sí que adquirí aquellos tomitos que salieron después con alguna historia más del maestro del joven Alex.

Así que... más dinero pa la saca!

Saludos!

sebelo2 dijo...

Jejeje, no se me ha pasado, lo he omitido elegantemente.
Y sí, los dos primeros volúmenes son muy, muy buenos y no han envejecido ni un ápice.
Saludetes,
Sergio

Anónimo dijo...

Estimado amigo:

Tengo los dos volúmenes publicados en su día por Zinco. ¿Realmente me merece la pena comprarme el integral que se acaba de publicar?. Debo anticiparte que tampoco me entusiasmaron los álbumes que compré hace bastante más de 10 años (y que aún conservo).

. . dijo...

Señor o Señora Anónimo:

¿Tu te has leído la recomicdación completa? ¿Te has fijado en lo que pone hacia el final? Pues entonces ya tienes tu respuesta.

Saludos!

dejotabe dijo...

Los dos primeros,como recordaba, geniales
El tercero salía en un Piranha Press, que lo tengo, y me gustá tbn, además le pega el blanco y negro al dibujo de Kieth
Pero el último....le hace bajar la nota 3 puntos que b-a-z-o--f-i-a-!
de hecho, ni me enteré de lo que estaban contando, de revolicado y maldibujado que estaba
Un saludo!