Dibujo: Richard Corben
Editorial: Panini
Formato: Cartoné. 112 Páginas
Precio: 13€
Calificación: 8.5/10
Si en su momento cuando fue anunciado me pareció de lo más normal que Marvel pensara en Richard Corben para adaptar varios relatos y poemas de Poe - más que nada porque una de las mejores obras que le había leído al artista de Missouri habían sido precisamente su versión de La Caída de la Casa Usher -, al ver anunciado el pasado 2008 que el dibujante de Den iba a acometer la misma tarea con H.P.Lovecraft, la decisión de La Casa de las Ideas ya no me pareció tan corriente, no porque dudara de las enormes capacidades de Corben, ya me libraría yo de hacer tal cosa, sino porque adaptar al escritor de Providence, sea al medio que sea, siempre se me ha antojado bastante difícil. Bien es cierto que ahí están filmes como la brillante En la Boca del Miedo o mediometrajes como el fantástico Cigarette Burns de la primera temporada de Masters of Horror (ambos de John Carpenter) para demostrar lo contrario, pero aún así, saber captar el espíritu del terror indefinido tan presente en las obras del maestro y hacerlo además siendo capaces de trasladar su descriptiva prosa a imágenes es algo que no creía poder ver bien hecho en viñetas. Pero claro, parafraseando a Kiko del Chavo del Ocho, "no contaba con la astucia de Corben".
Demostrando más allá de toda duda razonable que sigue siendo una de las figuras más interesantes que ha habido y habrá en el mundo del cómic americano, el artista no se limita a adaptar los tres relatos y seis poemas de Lovecraft, sino que los hace suyos, sobre todo los últimos, consiguiendo reflejar de forma precisa lo que el creador de Cthulhu plasmó en sus numerosos escritos. Y si bien podría afirmarse que a la hora de trasladar a las viñetas los tres relatos, Corben lo tiene bastante fácil dada la profusión de detalles con la que están escritos originalmente, no dejaría de ser menos cierto que al acometer los poemas no queda más remedio que rendirse ante la portentosa imaginación de la que hace gala el artista. A este respecto resulta un ejercicio bastante revelador tomar cualquiera de los poemas que vienen impresos al final de cada adaptación; leerlos antes de ver lo que Corben ha hecho con ellos; pasar después a disfrutar de la magnífica traslación que de ellos se hace y, finalmente, volver a leer los textos originales para darnos cuenta de que, aun con la vaguedad con la que Lovecraft los compone, las historias narradas con Corben saben extraer el máximo juego de los intersticios que hay entre cada renglón, entre cada palabra, casi entre cada letra; y eso es algo que sólo está al alcance de un genio del cómic.
Poco más se puede decir que no sea redundar en el impresionante grafismo del artista, perfectamente adaptado al uso de los blancos, negros y grises que requiere el texto original sin que ello desluzca en ningún momento una lectura que resulta brillante y que, bien usada, podría servir a los potenciales lectores adolescentes para descubrir a un escritor que sabía como tratar el terror de forma visceral sin caer en los esperpentos actuales (la horrenda saga de Crepúsculo) apelando a nuestros miedos más ancestrales y exprimiendo al máximo nuestra capacidad de aguante ante ellos. Que Corben haya conseguido captar como lo hace la esencia de lo que caracterizó a Lovecraft es algo que no debería pasar inadvertido a cualquier lector de cómics que se precie.
Demostrando más allá de toda duda razonable que sigue siendo una de las figuras más interesantes que ha habido y habrá en el mundo del cómic americano, el artista no se limita a adaptar los tres relatos y seis poemas de Lovecraft, sino que los hace suyos, sobre todo los últimos, consiguiendo reflejar de forma precisa lo que el creador de Cthulhu plasmó en sus numerosos escritos. Y si bien podría afirmarse que a la hora de trasladar a las viñetas los tres relatos, Corben lo tiene bastante fácil dada la profusión de detalles con la que están escritos originalmente, no dejaría de ser menos cierto que al acometer los poemas no queda más remedio que rendirse ante la portentosa imaginación de la que hace gala el artista. A este respecto resulta un ejercicio bastante revelador tomar cualquiera de los poemas que vienen impresos al final de cada adaptación; leerlos antes de ver lo que Corben ha hecho con ellos; pasar después a disfrutar de la magnífica traslación que de ellos se hace y, finalmente, volver a leer los textos originales para darnos cuenta de que, aun con la vaguedad con la que Lovecraft los compone, las historias narradas con Corben saben extraer el máximo juego de los intersticios que hay entre cada renglón, entre cada palabra, casi entre cada letra; y eso es algo que sólo está al alcance de un genio del cómic.
Poco más se puede decir que no sea redundar en el impresionante grafismo del artista, perfectamente adaptado al uso de los blancos, negros y grises que requiere el texto original sin que ello desluzca en ningún momento una lectura que resulta brillante y que, bien usada, podría servir a los potenciales lectores adolescentes para descubrir a un escritor que sabía como tratar el terror de forma visceral sin caer en los esperpentos actuales (la horrenda saga de Crepúsculo) apelando a nuestros miedos más ancestrales y exprimiendo al máximo nuestra capacidad de aguante ante ellos. Que Corben haya conseguido captar como lo hace la esencia de lo que caracterizó a Lovecraft es algo que no debería pasar inadvertido a cualquier lector de cómics que se precie.
Sergio Benítez(261)
12 comentarios:
Vale, hoy la cabra no pasa.
Podría soltarte un rollo largo y enorme. Podría empezar a hablarte de Lovecraft por un lado y de Corben por otro. Podría contarte batallitas anecdóticas relacionadas con ambos dos. Pero no. Hoy no. Hoy sólo basta con una palabra:
¡¡GRANDE!!
Saludos!
Y tan grande.
Yo ya me he puesto en serio y estoy empezando a hacerme con todo lo que Toutain sacó de Corben en su momento. Me costará tiempo y mucho dinero, pero bien valen la pena ambos.
Saludetes,
Sergio
¿cual es el problema para que no reediten la obra de corben?
No lo entiendo, ni siquiera está en EEUU. Algo tiene que pasar que se me escapa. No sé si son problemas de originales, de derechos, de negativa del autor...
Yo la leí hace un parde meses y me parecio increible la maestria que hace corben del blanco y negro en algunas de sus historias, pero me parecio poco acertado el uso del gris digital en otras historias.
En el conjunto de historias se aprecia a cual le ha dedicado más tiempo que a otras... por lo demás es MUY BUENA... como siempre a gusto personal.
Saludos
O de que haya ciertos elementos influyentes que se saquen una pasta por vender el material antiguo, que puestos a conspirar todo puede ser (no te quiero ni contar los precios que he llegado a ver por ahí de algunos de los álbumes de Corben....de vergüenza vamos).
Saludetes,
Sergio
las veces que habre tenido los Corben de Toutain en la mano y habre dicho: recorcholis!! que precios son estos, por favor!! Y mas cuando recuerdo haberlo leido todo o casi todo de joven en la epoca de las gloriosas revistas.
Eso si, El valle del gusano de Howard, por CORBEN cayo y que decir que es una de las grandes joyas de mi colección.
Los problemas para reeditar a Corben abarcan varios aspectos por lo que he leído.
Primero, Corben quedó muy harto con Toutain. Todos los que leímos sus publicaciones en los 80 recordamos la sobreexposición de historias del autor, los fans no nos quejábamos, pero él se sentía explotado. Tanto que aunque ha sido sondeado por Glénat y por Norma, no está dispuesto a reeditar su obra.
Segundo, sus originales parecen no estar en buen estado. Los fotolitos de su extraordinaria y original técnica de color están bastante deteriorados. Habría que recurrir a escaneos.
Tercero, hay gran cantidad de obras inéditas de Corben que han sido rechazadas por las editoriales. Parece mentira, pero no tiene el atractivo comercial que nosotros creemos. De hecho esta Guarida del Horror de Lovecraft en los USA no se vendió muy bien.
Para mí, Corben está en el podium con Foster, Kirby y Eisner. Pero parece que tiene más seguidores en Europa que en Estados Unidos. Allí lo que tiene es únicamente reputación, como Woody Allen. Una pena.
Gracias por la aclaración Nemo Nadir.
Lo que no he entendido es lo de la sobreexposición de todas las obras por Toutain. No creo que dibujara para Toutain, sino que éste compraba el material que Corben hacía para el mercado americano. Si se sentía explotado es porque luego no le pagaba Toutain (muy creíble)
El punto segundo y tercero es descorazonador :(
Yo tengo casi todo Corben precisamente porque tengo todas las revistas de Toutain, pero vamos. No dudaría en comprarme una reedición en condiciones.
Sólo un 'pero': Lovecraft no era un gran escritor. Su prosa es dura y a los tres o cuatro cuentos ya te conoces todos los epítetos eufónicos que va a utilizar constantemente en toda su obra (los mismos que utilizan los conocidos como 'magufos' para adornar sus experiencias). Su acierto fue crear una cosmogonía más o menos coherente, un marco en el que otros pudieron aportar más literatura a su imaginación. Lo poco que he leído adaptado al cómic no me ha entusiasmado.
Muchas gracias por las aclaraciones Nemo. Y si descorazonador es saber los motivos, más lo es saber el trabajo que le queda a uno por delante para poder conseguir once de los trece álbumes que Toutain editó :S
Saludetes,
Sergio
Yo a Lovecraft le leí en su momento varias cosillas, y no me pareció que cayera en la monotonía que se deriva de tu comentario (además, cualquiera sabe si estás mintiendo ;). Pero ya te digo, fueron dos o tres títulos (sólo recuerdo ahora el de Las Montañas de la Locura) y hace muchos años, con lo que quizás el tiempo haya mitificado el recuerdo.
Gran comentario por otra parte.
Saludetes y bienvenido,
Sergio
P.D: bienvenido tú también Nemo, que antes se me ha olvidado decírtelo
Y lo no editado por Toutain ;)
De memoria recuerdo Las mil y una noches editado por metal hurtland que a mí es de las que mas me gustan
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