martes, 20 de octubre de 2009

SUPREME POWER

Guión: J. Michael Straczynski

Dibujo: Gary Frank

Editorial: Marvel

Formato: 2 HC. 264/352 Páginas

Precio: $29.99 c/u

Calificación: 9/10

Cuando hace un par de semanas Nacho, mi compañero de blog, me comentaba que estaba preparando la recomicdacion de la etapa de Extrawhisky (como él lo llama) al frente de Supreme Power, note que tampoco era que le entusiasmara la obra. Así que, raudo y veloz, y tras arduas negociaciones (te debo un bocata de atún, Nacho), logré convencerlo de que siguiera sus lindes albumeros y europeistas, y le cediera los trastos pijamistas a un servidor.


Pues bien, aquí estamos. Y os preguntareis: ¿Por qué deberíais darle un oportunidad a esta obra, publicada sin pena ni gloria hace ya algunos años? Pues sencillamente, porque en estos dieciocho números se esconde la esencia del comic pijamista. Dejádme daros algunas pistas: un bebe alienígena cuya nave se estrella en la tierra, un velocista, una mujer pez, un vengador enmascarado sediento de venganza, una diosa llegada a la tierra con forma de mujer… ¿no os resulta familiar nada de esto? Que si, hombre, que seguro que os suena.


Lo que J. Michael Straczynski nos cuenta en esta serie no es más que la puesta al día de unos personajes creados hace muchos años para la editorial americana Marvel Comics. Un grupo de seres con habilidades extraordinarias se unirán para servir a los Estados Unidos, o ese al menos es el plan que el gobierno tiene para ellos. Sin embargo, lo que diferencia a esta obra de otras tantas es el enfoque de realidad que el autor da a los personajes. En sus manos, y ayudados por un Gary Frank en estado de gracia al que luego analizaremos, podemos sentir el miedo de los padres adoptivos del niño alienígena a medida que se desarrollan sus poderes, la obsesión de un periodista por cubrir la noticia de su vida, la utilización de los héroes como arma militar y política, o el miedo y la desconfianza a lo desconocido.


Cada vez que decido sumergirme en su lectura, la encuentro mas sólida, y sobre todo gana al compararla con la fallida Rising Stars, donde el guionista se demoraba demasiado en llegar a una conclusión, además del flaco favor que el baile de dibujantes le hacia. Volviendo a este Supreme Power, conforme avanzan los capítulos, comprobamos como las piezas van encajando, las tramas se cierran, y todo pasa por una razón. Bien es cierto que el autor se toma su tiempo para llegar donde quiere, pero en ningún caso se llega a hacer pesado. La aparición del villano en el último tercio sólo sirve para demostrar el reverso más oscuro de lo que hemos venido leyendo, y para que los personajes maduren y evolucionen, cosa que otras series son incapaces de conseguir en décadas de historia a sus espaldas. A modo de ejemplo, llegada la hora de la pelea entre buenos y malo, que se resolvería de forma típica en la mayoría de manos, aquí resulta fascinante, ya que ésta tiene lugar en un centro comercial abarrotado, donde los humanos son meras armas arrojadizas en manos del villano.


Poniendo especial atención en Mark Milton, el sosias de Superman para la ocasión, podemos verlo crecer, tanto físicamente, como emocionalmente, y como ejemplo, el capitulo titulado La deconstruccion de Mark Milton, donde llegamos a comprender la dificultad en las decisiones que toma, y el peso de las mismas,. Como todo buen comic que se precie, el apartado grafico debe estar a la altura, y si hablamos de superhéroes, la elección de Gary Frank resulta inmejorable, por su capacidad de detalle y la elegancia con la que plasma a los personajes y sus reacciones, siendo ésta última de tal calibre que en ocasiones sobran los textos de apoyo.


La parte negativa, no de la obra en si, sino de la editorial que la publicaba, fue la decisión de continuarla en un segundo volumen, con una nueva numeración, que tanto ayuda a las ventas (nótese la ironía), y que planteaba nuevos personajes y situaciones, quizás no tan logradas, pero si muy bien pensadas. Pues bien, hacia su número seis, un cambio de dibujante primero, y una inesperada cancelación después, dejaron inconclusa una obra que prometía bastante, y a la que han intentado insuflar vida sin éxito hace algunos meses, bajo la batuta del veterano Howard Chaykin. Una verdadera lástima, ya que uno no puede dejar de pensar dónde hubiera llevado Straczynski a los personajes de haberle dejado continuar...


Jose (20)

5 comentarios:

. . dijo...

Efestivamente, apañero. Quizá sea por lo que terminó siendo, por las series limitadas satélites (bastante penosas casi todas) o porque me dió por seguirla en nacional y los tomos paninieros se deshojaban cual arbolico otoñero... o un arrejuntamiento de todo ello.

La cuestión es que al final me entraba perezusca y se me hacía cuesta arriba enfrentarme a recomicdar la obra. Y más que nada porque probablemente empañaría mi juicio y se reduciría drásticamente la nota al tratar todo el universo supremepoweriano como un único concepto, en lugar de centrarme en la parte extrawhiskisiense que es la única que merece la pena.

Muy potita la reseña, y el bocata de atún me lo manda por mensajero, que en correos los carteros pasan hambre y son capaces de comérselo.

Saludos!

Marione dijo...

Pues tengo los tomos por aquí y aun no les he metido mano. Tengo incluso algo de la segunda etapa, la de MAX.

Buena reseña, me han entrado bastantes ganitas de hincarle el diente. Por cierto, ¿que tal las minis satelites Hyperion y Hyperion vs Nighthawk?. ¿Tienen continuidad?. ¿Son buenas, malas o mierdoidales?

Saludazos

Jose dijo...

Muy buenas a los dos. Aunque estoy liado tela y no he podido ni comentar al jefe y a Nacho, el ombliguismo me puede, y voy a dejar un comentario de mi propia reseña... (me lo haré mirar).

Nacho, en la mensajería no me aceptan lo del bocata, porque el paquetito gotea aceite sospechosamente. Píilatelo en un bar y me dices que te debo...

Mario, a la orden de ya, te pones a leer todo el supreme power, y cd termines, la etapa MAX... Ah, y de las limites, ni te molestes, basurilla sin importancia...

Un abrazo,

sebelo2 dijo...

Pues yo te digo, Mario, que la de Nighthawk no está nada mal, tanto por el guión de Way como por los dibujines de nuestro querido Steve Dillon.
Saludetes a los tres,
Sergio

Avengersforever dijo...

Hola colegas,

A mi me encantó la historia del bebé alienígena y la manera en qué se va forjando su personalidad. De echo es uno de esos cómics que creo reCOMICdaría a cualquiera.
Las historias satélite todavía no las he leído, pero es que Steve Dillon cada vez me gusta menos.

Saludos y ánimo